Los museos son tesoros culturales que enriquecen nuestra sociedad, su valor trasciende el tiempo y las generaciones. Sin embargo, está claro que no todas las personas adoran estas instituciones, y es que, si bien son muy importantes y existen distintos tipos de museos, para distintos gustos, hay un público al que no se le había prestado mucha atención a la hora de crear un museo: los niños. Esto cambió con el Museo de los Niños de Caracas, y es justamente de esta maravillosa institución de la que vamos a hablar.
Origen
A principios de la década de los setenta, la primera dama Alicia Pietri de Caldera se centró mucho en realizar labores a favor de la niñez durante sus labores como esposa del presidente. De hecho, fue presidenta del Festival del Niño y la Fundación del Niño, por lo que su vocación para ayudar a los más pequeños era muy evidente.
Alicia concibió una idea innovadora para ese tiempo: crear un museo para niños y jóvenes venezolanos, uno especial y característico, uno que fuera distinto al resto de los museos tradicionales. La necesidad de conectar a los niños con el arte, la ciencia y la tecnología para estimular su creatividad y fomentar un aprendizaje didáctico, sano y eficiente, estaba siempre presente, y debido a esa necesidad se empezaría a transformar en realidad la idea del museo para niños.
Está claro que la idea era buena, pero como suele suceder, llevarla a cabo es una labor compleja, una que requiere tiempo y un buen plan; sin embargo, a pesar de las dificultades que surgían, se creó el museo de los niños. Una institución privada sin fines de lucro que lograría despertar la curiosidad de los niños y adolescentes que el día 7 de agosto de 1982 abrió sus puertas.
¿Cómo funciona el museo de los niños?
Como se mencionó previamente, la idea de este museo era crear algo diferente a lo convencional, después de todo, el público objetivo era distinto al usual para un museo tradicional. En lugar de crear una experiencia que se basara solo en la observación y en los tours guiados, el Museo de los Niños se centraría en crear experiencias interactivas que les permitieran a los niños “aprender jugando”.
Las áreas del museo son las siguientes:
- Biología
- Comunicación
- Ecología
- Física
- Conquista del espacio
- Una Gran Caja de Colores (Sala de Arte)
- La emoción de vivir… sin drogas
- Museito sobre ruedas
- Planetario
Todas las áreas adaptadas especialmente para niños de 6 a 14 años.
Un maravilloso lugar para aprender y divertirse
A día de hoy, 40 años después de su fundación, el museo sigue funcionando. Está ubicado en el parque central de Caracas, concretamente en la urbanización El Conde. Además de visitarlo de manera presencial, también tiene su sitio web para aprender más sobre lo que ofrece, e incluso un canal de YouTube en donde comparten contenido para los niños.
Lo que nació como una idea de Alicia Pietri, hoy es una realidad. El lugar siempre es una gran opción para visitar en familia y alimentar el conocimiento y la imaginación de los pequeños del hogar.
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