
De Caracas al mundo: un liderazgo con propósito
Honesto, transparente y trabajador. Así se define Oscar Patiño, abogado y emprendedor venezolano que hoy lidera UMIA Salud, una plataforma tecnológica que está transformando la gestión de la atención médica en Latinoamérica.
Su historia, sin embargo, va más allá de los logros empresariales: es la historia de un venezolano que cree profundamente en el poder del trabajo ético, la innovación con propósito y la capacidad de soñar como punto de partida para transformar realidades.
Nacido en la parroquia El Recreo, en Caracas, Patiño lleva a su país en cada paso de su carrera, aun desde Madrid, donde reside actualmente. Su conexión con Venezuela —especialmente en los ámbitos del emprendimiento y la salud— es constante, una forma de seguir construyendo puentes desde la distancia.
“Siempre llevo a mi país presente en mis proyectos y decisiones, y mi carrera profesional así lo muestra”, afirma.
Emprender desde la convicción y la ética
Oscar Patiño no habla de negocios desde la frialdad de los números, sino desde la convicción de que el emprendimiento puede ser un motor de cambio humano y social.
Su camino comenzó en el derecho, con un enfoque en derechos humanos y derecho penal, pero pronto la curiosidad por los nuevos modelos tecnológicos lo llevó a explorar el mundo fintech, las criptomonedas y, más recientemente, la salud digital.
Cada paso en su trayectoria ha estado marcado por la búsqueda de sentido y aprendizaje.
“Creo profundamente en el emprendimiento de valor, en crear proyectos que generen impacto real, con buenas prácticas y ética”, expresa.
Esa combinación de valores personales y visión estratégica lo ha convertido en un referente de la nueva generación de líderes venezolanos, aquellos que destacan fuera del país sin perder sus raíces.
UMIA Salud: tecnología al servicio de la gente

Su actual emprendimiento, UMIA Salud, nace de una necesidad urgente: modernizar la forma en que se presta y gestiona la atención médica en la región.
La plataforma conecta a médicos independientes, pacientes y centros privados de salud, ofreciendo herramientas digitales que optimizan la práctica médica y mejoran el acceso y la continuidad del servicio.
“Empezamos con un MVP y hoy contamos con médicos de múltiples especialidades, centros clínicos interesados y una visión regional que abarca no solo Venezuela, sino también República Dominicana y otros países de Latinoamérica”, comenta Patiño con orgullo.
Más que una startup, UMIA es un ecosistema en expansión que refleja su visión: hacer de la innovación una herramienta para mejorar la vida de las personas.
Emprender desde Venezuela no fue fácil. Patiño reconoce que enfrentó contextos complejos, incertidumbre y limitaciones tecnológicas, pero esos retos lo obligaron a ser creativo y persistente.
“Los desafíos te obligan a ser creativo y a rodearte de un equipo sólido. Siempre hay una forma distinta y honesta de hacer las cosas.”
Resiliencia, migración y el valor de soñar
Migrar marcó un antes y un después en su vida. “Salir de mi país nunca estuvo en mis planes”, admite. “Es difícil sentirse sin identidad o sin pertenencia, pero esa experiencia me enseñó que lo que define a una persona no es el lugar, sino sus acciones diarias.”
De esa etapa nació una visión más amplia del mundo y un propósito renovado: aprender, evolucionar y devolver ese conocimiento a Venezuela y a la región.
Su filosofía se resume en una frase que lo acompaña desde siempre:
“De los sueños se vive, porque de los sueños se empieza.”
Para Patiño, los sueños no son una meta abstracta, sino el motor que impulsa la acción, la disciplina y la perseverancia.
“Los sueños son el punto de partida de todo. Me inspiran tanto los retos personales como los profesionales, pero sobre todo, el poder dejar una marca positiva en Venezuela y en Latinoamérica.”

Liderar con valores
Para Oscar, el liderazgo no se mide por el éxito individual, sino por la capacidad de construir en colectivo.
“El éxito no es individual, sino colectivo. Pero entendiendo que lo colectivo está compuesto de bienes individuales sólidos, fuertes y únicos.”
En su caso, la transparencia, la disciplina y el trabajo en equipo son pilares innegociables.
Detrás del emprendedor y del CEO hay un hombre profundamente conectado con sus raíces. Su mayor inspiración proviene de su abuelo, José Antonio Hernández, “el Catire”, quien representa para él los valores de esfuerzo, honestidad y perseverancia.
También siente una admiración especial por Simón Bolívar, símbolo de convicción y libertad. Y, cuando se trata de su país, lo tiene claro: su plato favorito es el pabellón criollo, y el lugar que siempre lleva en el corazón es Caracas, con su energía, su caos y su fuerza inagotable.
Soñar, planificar, actuar
En sus palabras finales, Oscar deja un mensaje directo a los jóvenes venezolanos que aspiran a dejar huella:
“Que soñar sea el punto de partida, pero que conviertan esos sueños en planes y acción. Que entiendan que los retos son parte del camino, pero que con trabajo, valores y perseverancia, todo es posible. El mundo nos necesita fuertes a nuestra justa medida.”
Así se define Oscar Patiño: un soñador que transforma, un líder que construye desde la ética y un venezolano que, lejos de su tierra, sigue encontrando en ella el impulso para cambiar el futuro.
Hoy continúa inspirando desde su rol como fundador y CEO de UMIA Salud, impulsando proyectos que combinan tecnología, humanidad y propósito. Puedes seguir de cerca su trabajo y sus reflexiones en LinkedIn: Oscar Ernesto Patiño Hernández e Instagram @oscarpatinoh, donde comparte su visión sobre liderazgo, innovación y desarrollo regional.
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