Dra. Alcida Pérez: la vocación que dignifica la rehabilitación médica

Cortesía de Alcida Pérez.

Medicina, fe y servicio: una vida dedicada a la rehabilitación integral

Hay quienes hacen de su profesión una verdadera misión de vida. La doctora Alcida Pérez, fisiatra y especialista en Programas de Salud Pública, ha dedicado su trayectoria a un propósito claro: atender con empatía, respeto y compromiso a las personas con discapacidad, un sector a menudo olvidado en el sistema sanitario. Su historia es la de una mujer de fe, fortaleza y entrega, que encontró en la medicina una forma de servir y transformar vidas.

Desde Caracas, su ciudad natal, la doctora Pérez nos responde con la serenidad de quien ha recorrido un camino pleno de retos y satisfacciones. “Soy una mujer que siempre ha luchado contra la adversidad, con aciertos y desaciertos, pero siguiendo el camino que Dios me ha trazado”, confiesa. Esa confianza en la guía divina ha sido su brújula constante, tanto en su vida personal como profesional.

Cortesía de Alcida Perez.

Una carrera guiada por la vocación de servicio

Su trayectoria en el campo de la medicina física y rehabilitación comenzó con una sensibilidad particular: la de reconocer la dignidad y el valor de cada paciente más allá de su condición física. En su paso por el Hospital Risquez, el Ministerio del Poder Popular para la Salud y la OPS/OMS, la doctora Pérez trabajó incansablemente para visibilizar la importancia de la rehabilitación como parte esencial de la salud pública.

Hoy, ya jubilada, continúa ofreciendo atención privada a quienes la buscan y mantiene viva su vocación a través de un nuevo sueño: lograr que la rehabilitación médica sea parte de la formación universitaria de los futuros médicos venezolanos. Un proyecto que considera su legado más valioso.

Fe, familia y propósito

La doctora Pérez habla con especial ternura de su familia, el núcleo que da sentido a su vida. Sus hijos y nietos son su principal fuente de motivación, junto a su profunda fe católica, que impregna cada decisión que toma. Cada mañana los despide con una bendición que resume su visión del mundo:

“Que Dios te bendiga, la Virgen te acompañe, la Sangre de Cristo te bañe y te proteja de todo mal y peligro, y los Ángeles Custodios te lleven y te traigan con bien.”

Esa espiritualidad también marcó un antes y un después en su vida con la experiencia de Emaús, que, como ella misma afirma, le cambió la vida en lo espiritual y le enseñó a mirar el servicio desde la gratitud.

Cortesía de Alcida Perez.

Sabiduría ganada con el tiempo

“Todos los propósitos que te trazas dan sus frutos en el momento adecuado”, dice con serenidad. Y esa enseñanza, simple pero poderosa, resume su filosofía de vida: trabajar con constancia, sin esperar recompensas inmediatas, confiando en que el bien siempre da frutos.

Al mirar atrás, reconoce que cada desafío superado fue una oportunidad de crecimiento, una prueba de fe y carácter. “No conozco esa palabra ‘desafío’, porque gracias a Dios he podido franquearlos con esfuerzo, esperanza y confianza”, comenta con una sonrisa.

Hoy, en esta etapa de plenitud, sueña con escribir, pintar y disfrutar de la vejez rodeada de los suyos. Su consejo para los jóvenes venezolanos que aspiran a grandes metas es tan sensato como inspirador:

“Den todo de su parte para sentirse satisfechos con la realización de sus sueños a través de esfuerzo propio y constante.”

Y cuando se le pregunta por aquello que lleva siempre en el corazón, su respuesta no podría ser más sencilla y profunda:

“Mi casa, mi hogar.”

Facebook: venezolanosilustres

Threads: @vene.ilustres

Instagram: vene.ilustres

LinkedIn: venezolanosilustres

Compartir en:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Patrocinado por

También puedes ver

Otros articulos relacionados