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Samia Ibrahim, una soprano del amor

«Dispuesta a mejorar como persona y desarrollar, cada día más profundamente el amor y la caridad hacia los demás»

Samia Ibrahim es una música, cantante lírica soprano, directora de coro y docente infantil. Considera toda la música como hermosa, pero las piezas que más disfruta interpretando es la música antigua, el canto gregoriano, la barroca, el romanticismo alemán y el oratorio en general es su mayor pasión en el repertorio vocal, sintiendo especial afinidad a este género. En su recorrido como cantante, recuerda con mucha alegría el estreno de la Pasión Según San Marcos en Stuttgart, Alemania, del compositor argentino Osvaldo Golijov. Él había escuchado sobre Samia como solista en unas grabaciones de canto gregoriano junto a la Cantoría Alberto Grau. Así que le pidió a la maestra María Guinand que Ibrahim se volviera solista en ese estreno mundial. Este fue un concierto muy importante y de gran difusión internacional para su trayectoria.

Samia

Otro momento muy especial fue cuando cubrió el puesto de soprano solista del Requiem de Mozart en el año 2012, junto a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela. Dirigido por el maestro Gregory Carreño (quien es su esposo). Un encuentro musical familiar muy hermoso, porque se encontraban presentes los dos hijos de Carreño, Alejandro y Gregory, acompañados por su nuera Verónica Balda, todos tocando en la orquesta, lo que hizo de ese un concierto muy emotivo, según sus palabras, de muy alto nivel musical y espiritual.

"Mi interés por la música fue desde siempre"

Samia Ibrahim es una caraqueña que siempre estuvo atraída por la música. No existe un momento exacto en el cual decidió que a esto se dedicaría porque siempre quiso que la música estuviera en su vida. Estuvo atraída por la Filosofía y Teología, llegando a estudiar por seis meses teología en la Universidad Católica Santa Rosa en Caracas, otro tema que constantemente le ha apasionado. Considera un tesoro su amor por la música sacra, en especial al Canto Gregoriano, el que también pudo aprender y consolidar en su época coral y posteriormente, impartiendo lecciones.

Sus comienzos en la música fueron en el mismo hogar de Samia Ibrahim. Sus padres les asignaron a ella y sus hermanos una profesora particular de órgano, posteriormente ella ingresó a la coral del colegio desde los 8 años de edad y desde ahí no dejó de cantar. Luego de varios años ingresó en el Conservatorio Juan Manuel Olivares, iniciando sus estudios de canto con la soprano Manuela Velo y paralelamente asistía a la Cantoría Juvenil de la Fundación Schola Cantorum de Venezuela (de Caracas, para ese entonces). A sus 16 años ingresó a la Cantoría Alberto Grau, dirigida por la maestra María Guinand, una agrupación que le hizo crecer y le dio las oportunidades para empezar su carrera como solista. Apenas se graduó, ingresó al Instituto Universitario de Estudios Musicales IUDEM (lo que es hoy UNEARTE) y ahí se graduó como música mención Educación Musical en 4 años. Samia, paralelamente, estudiaba la mención de Canto Lírico y estaba en Dirección Orquestal con los maestros Rodolfo Saglimbeni y Alfredo Rugeles. En dirección coral con la maestra María Guinand complementando todos sus estudios musicales. Una época universitaria intensa en la que no desaprovechó las oportunidades de entrar a las aulas de clases para aprender cosas valiosas para su futuro.

Coro

En la dirección coral, Samia Ibrahim comenzó a sus 19 años cuando le dieron la dirección del coro del colegio donde estudió y del que formó parte muchos años. Al graduarse a sus 21 años, la Iglesia Ortodoxa le otorgó, a través del Arzobispado de México y el gobierno de Grecia, una beca para realizar estudios en Canto Bizantino en la ciudad de Atenas, lugar donde permaneció durante casi 4 años. Estudios que recibió de primera mano del maestro Lycourgos Angelopoulos, quien fue director del Coro Bizantino Griego y Protopsaltes Archon (primer cantor principal) del Patriarcado de Constantinopla. En el año 2003 decidió dejar la beca y regresar a trabajar por Venezuela.

Comenzando otra etapa en el país, trabajó como profesora en el IUDEM en la preparación de los nuevos ingresos y con los niños de El Sistema en el Núcleo de San Agustín donde impartió Iniciación Musical. En el año 2007, a petición del maestro Gregory Carreño, Samia comenzó a dirigir los Niños Cantores de Los Teques, agrupación de puros niños varones (que este año arriba a sus 42 años). Al mismo tiempo combinaba el canto con la dirección y la docencia. En el 2019 el maestro Gerald Wirth, director artístico y presidente de los Niños Cantores de Viena, la envío con un equipo de maestros de su organización para dictar talleres y clases en Hong Kong. Hasta la actualidad cuando Samia Ibrahim sigue abriéndose camino con otros inmigrantes en otras latitudes, viviendo en Florida, Estados Unidos.

Un canto por el servicio de otros

Un país que quedó marcado en la trayectoria de Samia fue Grecia. Estudió griego en la Universidad de Atenas, fueron 10 meses y 3 horas diarias para prepararse, las clases eran en inglés y a pesar de su dificultad, le fue sumamente bien. Aprendió Canto Bizantino con el maestro Lycourgos Angelopoulos, (quién falleció en el año 2014). «Muy sabio y excelente cantor y director». Con amor y paciencia por cada alumno, grababa las lecciones de cada uno como parte del aprendizaje de la notación y la tradición oral, que no está escrita y debe entenderse muy bien para cantar. Debido a todo ese amor por el país, les retribuye en el 2019, un viaje de servicio en Semana Santa a las comunidades más vulnerables en la Isla de Lesbos en el campamento de refugiados de Kará Tepé y en el campamento de niños griegos romaníes también ubicado en Mitilini. Lo logró contactando en las redes con la directora Ángela Arbelaez, quien lleva la fundación «Art Bridges Greece». Estuvo también en la ciudad de Atenas con los niños refugiados de Eleonas y el Sistema Grecia. Una experiencia linda y conmovedora en la que constató la situación en la que viven. Le permitió ser feliz en llevarles alegría a través de la música y ellos, muy noblemente y a pesar de las circunstancias en las que estaban, siempre estuvieron entusiasmados y con sonrisas en sus rostros.

servicio
Griegos Romanies Lesbos

Siguiendo esta línea del servicio por otros, Samia Ibrahim se ha destacado como directora de coro y docente infantil. Mientras ella es quien enseña, en realidad es quien más termina aprendiendo, puesto que considera a los niños como mejores maestros. Aprendió a combinar el cariño y la dulzura, guardando equilibrio entre lo que es ser estricta y muy perfeccionista, al ser afable y dulce mientras se logra la excelencia. Descubrió también la experiencia que los niños necesitan de la motivación, para no coartar su desarrollo e interés. Al motivarlos constantemente, ellos sienten la necesidad de mejorar cada día.

Recuerda una ocasión en la que el coro de niños estaba algo flojo, ella les preguntó si querían algún repertorio más sencillo, ellos al unísono gritaron «Noooo». Esto la marcó, porque fue muy bonito ver que ellos mismos deseaban dar más y sentían la necesidad de continuar con los retos musicales. Fue cuando entendió que los niños no solo están para entretenerlos y divertirlos en clases simpáticas, sino que ellos necesitan ser valorados aunque sean pequeños como personas, que pueden alcanzar objetivos y en la mayoría de los casos con más responsabilidad y entrega que un adulto.

Donde Samia Ibrahim pasó más tiempo como directora fue con Los Niños Cantores de Los Teques y el Coro Regional de Los Altos Mirandinos. La mayoría de ellos eran sus alumnos directos, ella siempre estuvo presente en su formación, haciendo conciertos en conjunto con los varones o preparándolos para los recitales de canto del núcleo Los Teques. Esto le permitió tener un nivel mayor de complicidad, aunque siempre estuvo presente el respeto. Constantemente mostraba amor maternal y confianza producto de los años, lo que no llegó a resquebrajar el nivel de compromiso artístico y musical de todos por hacer el trabajo en equipo, la clave del éxito.

directora de coral
Vienna Boys Choir Hong Kong Teachers

Ser directora, líder y enseñar canto a una agrupación entera la acompañó por varios años, este fue el mayor encanto que vivió Samia Ibrahim. Es un trabajo arduo pero satisfactorio. Por años ayudó a mejorar individualmente a cada cantante que estuvo en sus clases, sin embargo, disfrutaba ver a su propia agrupación beneficiarse por el trabajo vocal.

Con respecto a ser cantante lírica: «en los estudios de canto debes prepararte con todo lo que amerita, estudiar todos los repertorios y empezar poco a poco a cantar no solo en las aulas de clases, sino en público».

Samia Ibrahim perteneció a uno de los mejores coros en Venezuela, la Cantoría Alberto Grau. La directora Maria Guinand siempre le dio muchas oportunidades para ser solista, no solo dentro del coro sino con las orquestas, esto fue porque trabajó y fue muy disciplinada, para lograr a sus 17 años cantar con orquestas. De esta época atesora con mucho apreció el recuerdo en la Sala José Felix Ribas del Teatro Teresa Carreño, donde interpretó junto a la Orquesta Simón Bolívar y el maestro Alberto Grau, la Misa en Re Mayor de José Angel Lamas.

Para quienes deseen y sueñen todavía con dedicarse a la música, Samia Ibrahim los alienta a creer en sí mismos. Sin esa confianza no hay talento ni entrega que valgan. “Si crees en tí mismo, creas un camino, sino creerás que es imposible”. E incluso para los más adultos que perciban la música como imposible, recomienda decidir qué desean encontrar con la música. No dice que es imposible, pero es que dedicarse a la música toma muchos años de estudio y dedicación. Pero quien lo desee, puede tener a la música a su lado: ya sea en agrupaciones de corte amateur, como un coro o un ensamble instrumental donde puedan llenar su amor por ella y tener esta actividad en su vida cotidiana.

soprano
Samia Ibrahim es una cantante lírica soprano, directora de coro venezolana.

«Considero que la música es tan noble que hay cabida para todos, para los que quieran hacer de esta su profesión y para los que quieran hacer de esta parte de su vida de alguna manera especial.»

Samia Ibrahim sigue disponible en su cuenta de Instagram personal. 

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