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Ana Marvez lleva la música al servicio y crecimiento de otros

Ana Marvez

Ana Marvez es una apasionada gestora cultural, productora, docente y músico venezolana. Es reconocida por su labor como fundadora y presidenta de la Fundación Música para la Integración, una institución dedicada al desarrollo multicultural e intercultural para el desarrollo social y educativo a través de la música en Chile.

Desde este espacio, Marvez promueve la integración social utilizando el arte y la cultura como herramientas para fortalecer el tejido social, fomentando valores de inclusión y participación. Marvez se define a sí misma como “una soñadora dirigente de proyectos artísticos y educativos con un gran compromiso hacia los derechos humanos, usando el arte como vehículo de transformación social, en una búsqueda constante de generar un impacto positivo en la sociedad, especialmente en niños, adolescentes, la comunidad migrante y otras minorías”.

Nacida en Caracas y criada en Barquisimeto, Marvez ha residido en Santiago de Chile desde 2015.

Ana Marvez y su motivación para seguir soñando y trabajando

Al respecto a qué la mantiene motivada y con ganas de continuar, Ana Marvez indicó que es formar parte de ser un agente de cambio que transforma vidas.

Ana Marvez

“La oportunidad de ser un verdadero agente de cambio que transforma vidas a través de la cultura como medio y herramienta para la integración, la resiliencia y la formación de valores humanos en el individuo, fortaleciendo comunidades y contribuyendo al bienestar colectivo, especialmente de las generaciones más jóvenes y minorías sociales”, indicó Marvez.

Por lo que, sin duda, no podían ser otras las palabras que la definieran que no fueran “liderar, inspirar y empoderar”. Palabras expresadas por la propia venezolana.

La trayectoria de Ana Marvez

Todo inició en el Conservatorio Vicente Emilio Sojo en la ciudad de Barquisimeto, Estado Lara, a partir de los 16 años, donde estudió guitarra clásica, flauta transversa y se integró a diversos proyectos corales con una pasión infinita por el canto.

Egresó como Bachiller Técnico Medio en Informática y dio inicio a sus estudios superiores como Analista de Sistemas en la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).

“Mientras en paralelo la música iba captando todo mi tiempo y mi atención formando parte del movimiento coral nacional con constantes giras por Venezuela. En algún punto tomé la decisión de regresar a mi ciudad natal, Caracas, para cambiar completamente mi rumbo y cursar las Licenciaturas en Música mención Educación y mención Musicología en el antiguo Instituto de Estudios Musicales (IUDEM), hoy UNEARTE”, expresó la caraqueña.

Durante su estancia en Caracas, trabajó para el Sistema Nacional de Orquestas y Coros como directora coral en diversos núcleos y participó, desde su fundación, en el Coro Sinfónico Simón Bolívar hasta el año 2009. 

“En mis últimos dos años en Venezuela, cursé el Magíster en Gestión y Políticas Culturales en la Universidad Central de Venezuela (UCV), el cual me abrió las puertas en Santiago de Chile a partir del 2015, donde llegué trabajando para la Corporación Cultural de Lo Barnechea como encargada de su Orquesta Juvenil y actualmente de la programación musical de la comuna”.

Su experiencia en Chile

Además de ello, al llegar a Chile, se reencontró con cientos de colegas músicos que se encontraban a la deriva en sus carreras artísticas, con falta de conexiones en el medio y con múltiples dificultades en sus procesos migratorios.

Ante esta realidad, decidió diseñar y crear la Fundación Música para la Integración, que inició actividades en el 2017 con un programa de formación y un programa de ejecución musical, albergando a más de 400 músicos.

Esto generó 05 núcleos con más de 150 alumnos repartidos en diversos puntos de la Región Metropolitana de Santiago, desarrollando 03 orquestas formativas (preinfantil, infantil y juvenil), una orquesta sinfónica profesional, diversos proyectos corales y una compañía lírica.

“Actualmente, además, curso un Magíster en Gestión de Gobierno en la Universidad Autónoma de Chile, 100% becada por la fundación Konrad Adenauer, con la intención de profundizar mi labor profesional en pro del desarrollo e impacto social a través de las artes y la cultura a nivel gubernamental”, añadió nuestra entrevistada.

La pasión por la Fundación “Música para la Integración”

Entre los aspectos que le apasionan a Ana Marvez por la Fundación “Música para la Integración” está el observar el poder de resiliencia, integración e impulso de superación personal y colectiva.

Aunado a la oportunidad de hacer o aprender música, que se le ha brindado a niños y jóvenes junto a sus familias.

Así como el impacto emocional que este proyecto ha tenido en todos aquellos artistas que habían dejado de lado su instrumento por motivos de supervivencia económica y laboral en medio de la crisis migratoria.

¿Cuál es la lección más importante que le ha dejado a Marvez este recorrido?

“A pesar de ser solo músico, puedo ser un agente de cambio para mi país”, fue su respuesta contundente.

Sin embargo, agregó que: “Creo que en medio de las carencias y necesidades que se fueron acrecentando en Venezuela, nunca pude detenerme a pensar en la manera de convertirme en un agente de cambio frente a la realidad política, social o económica de mi país.”

También acotó: “Gracias a la estabilidad que me ha ofrecido Chile, empezó a crecer en mí esta necesidad de apoyar al gremio, el cual se encontró con un nuevo país con pocas vacantes artísticas, así que busqué la manera de visualizarlos, generar oportunidades para ellos y de abrir nuevos nichos culturales para Chile, esperando no ser una carga para el país que nos recibe sino un gran aporte”.

Razones de peso por lo que continúa trabajando, y aspira que su fundación siga creciendo y ayudando a más y más músicos. Es por ello que Ana Marvez está creando y proyectando nuevos programas para “Música para la Integración”.

“Espacios donde otras minorías sociales encuentren su lugar y puedan satisfacer sus necesidades a través de la práctica musical. En específico, estamos hablando de espacios de musicoterapia dirigidos al adulto mayor, a la primera infancia y a mujeres embarazadas o en etapa prenatal. Además, nos encontramos desarrollando otro programa de integración para niños y jóvenes con múltiples capacidades motrices y cognitivas”.

Ana Marvez

Desafíos, experiencias significativas y anécdotas

En cuanto a estos aspectos, Ana Marvez inició compartiéndonos que su mayor desafío ha sido la búsqueda de financiamiento estable “que le brinde estabilidad laboral a la comunidad artística que ha reunido la Fundación Música para la Integración”, expresó la venezolana. 

Asimismo, aseguró que esa experiencia que ha marcado su vida es el “entrar en contacto con el movimiento musical de El Sistema de Orquestas y Coros de Venezuela”, especificó Ana.

Y, si de anécdotas se trata, Marvez añadió que: “Como fundación hemos realizado ensayos en los sitios más insólitos de Santiago, bodegas, parques, criptas y salas velatorias, soñando con contar con algún espacio físico en donde tener estabilidad. Tras 4 años de mucho esfuerzo, lo logramos gracias a la constante muestra de talento y a la recomendación del Sistema Chile: FOJI, con quienes estaremos eternamente agradecidos”.

Claves del éxito para Ana Marvez

Todos tenemos esas cualidades que nos hacen lograr nuestros propósitos. En el caso de Marvez es la “perseverancia, la confianza en nuestras capacidades y el gran apoyo de quienes desde el inicio decidieron acompañarme en este sueño. Creo que los grandes éxitos nunca son individuales, siempre hay otras almas que te impulsan a no dejar de soñar. Gratitud siempre con cada una de esas personas que me han acompañado en este hermoso proceso creativo”, enfatizó la venezolana.

Pero no solo nos dijo cuáles eran esas claves para alcanzar su éxito, sino que además nos habló de sus modelos a seguir, destacando que:

“Admiro a todas aquellas mujeres que abrieron el camino para el resto enfrentándose a todo tipo de adversidades sociales y que hoy nos permiten ser respetadas como profesionales en cualquier ámbito que deseemos. Venezolanas vinculadas al arte como Sofía Ímber, Isabel Palacios, Carolina Herrera”, expresó Marvez.

No podíamos dejar pasar la oportunidad de preguntarle a la caraqueña con corazón de “guara” sobre su plato venezolano favorito y ese lugar que lleva en el corazón, a lo que contestó: “¡La cachapa, sin duda alguna!”

“Llevo en mi corazón al Ávila, allí compartí aventuras y grandes amistades, acampé mil veces, vi mágicos amaneceres, además de cerrar siempre con broche de oro con esas bajadas a Galipán o a la playa en La Guaira”.

Consejo a los jóvenes

Para despedir esta fresca y amena entrevista, Ana Marvez envió un mensaje a los jóvenes venezolanos: “Sueñen, a pesar de las adversidades atrévanse a dar los pasos que nadie da, crean en ustedes mismos aunque parezca imposible y verán cómo las puertas se abren con personas y oportunidades maravillosas”.

Sin duda, Ana Marvez es de esas mujeres venezolanas a las que la vida le sonríe a pesar de las adversidades, llevándola a reinventarse y explorar mundos que le permiten ayudar a otros. Razones de sobra por las que no podemos dejar de seguir de cerca su trabajo, a través de los Instagram: @anamarvez7 y @musicaparalaintegracion. 

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