Amalia Pérez Díaz: Dama de la actuación y maestra de generaciones en Venezuela

Amalia Pérez Díaz de joven
Tomada de Archivo Fotográfico Grupo Últimas Noticias.

Amalia Pérez Díaz nació el 15 de junio de 1923 en Valparaíso, Chile. Su vida estuvo marcada desde temprano por la vocación artística, lo que la llevó a explorar escenarios en Perú y su país natal, antes de que el destino la conectara con Venezuela en 1940, al casarse con el profesor carabobeño Manuel Enrique Pérez Díaz, país que no solo la recibiría con los brazos abiertos, sino que la convertiría en una de las figuras femeninas más emblemáticas de la televisión y el teatro venezolanos.

Una actriz chilena que se convirtió en pilar de la televisión venezolana

Su primera participación en telenovelas venezolanas fue con «Hacia la luz», producción que marcó el inicio de una carrera prolífica en la pequeña pantalla. Rápidamente, se convirtió en rostro habitual de dramáticos inolvidables como La doña, Topacio, La dama de rosa, Cristal, Mi gorda bella, La niña de mis ojos, La italianita y muchas más. Su talento natural, su dominio del lenguaje dramático y su capacidad para transmitir emociones complejas la hicieron merecedora del título de “primera actriz”.

Amalia no solo fue una intérprete destacada, también supo representar con elegancia y carácter a mujeres de diversas clases sociales y contextos dramáticos, desde la madre abnegada hasta la villana refinada, siempre aportando profundidad a sus personajes. Fue, sin duda, una figura esencial en los años dorados de RCTV y la televisión nacional.

Del escenario al aula: el compromiso de una artista integral

Amalia Pérez Díaz en uno de sus papeles más famosos.
Tomada de Archivo Fotográfico Grupo Últimas Noticias.

En paralelo a su carrera en televisión, Amalia Pérez Díaz desarrolló una vocación igual de potente: la formación actoral. En 1976 comenzó a impartir clases particulares y, a partir de 1980, se incorporó a la Fundación Academia de Artes y Ciencias del Cine y la Televisión de RCTV, donde se desempeñó como profesora durante años.

Allí moldeó a nuevas generaciones de intérpretes, quienes encontraron en ella no solo a una docente exigente, sino a una mentora sensible y comprometida con el oficio. En sus propias palabras, afirmaba que actuar no era simplemente un talento, sino un oficio que requería estudio, observación y disciplina. Con esta premisa publicó el libro Actor, un oficio de TV, considerado una obra clave para comprender la práctica actoral en los medios audiovisuales venezolanos.

Además de su trabajo en televisión, Pérez Díaz incursionó con fuerza en el teatro venezolano, participando en obras como O.K. de Isaac Chocrón, La visita de Víctor Haïm, El día que me quieras de José Ignacio Cabrujas y Señoras de José Simón Escalona. Su presencia en las tablas demostró que el talento actoral no tiene fronteras ni formatos.

El legado de Amalia Pérez Díaz que trasciende fronteras y generaciones

Amalia Pérez Díaz falleció el 26 de diciembre de 2003 en Caracas, ciudad que la vio consolidarse como un referente artístico de gran envergadura. Su partida dejó un vacío profundo en el medio artístico, pero su legado sigue vigente en cada telenovela donde actuó, en cada alumno que formó, y en cada espectador que se emocionó con su interpretación.

En tiempos en los que la televisión venezolana era un motor cultural y exportador de talento, Amalia Pérez Díaz fue símbolo de excelencia, ética profesional y pasión por las artes. Su nombre sigue vivo no solo en los créditos de la pantalla, sino también en la memoria colectiva de quienes aman y respetan el arte dramático.

Facebook: venezolanosilustres

Threads: @vene.ilustres

Instagram: vene.ilustres

LinkedIn: venezolanosilustres

Compartir en:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Patrocinado por

También puedes ver

Otros articulos relacionados