
28 de octubre: Día del Bibliotecario Escolar en Venezuela
Cada 28 de octubre se conmemora el Día del Bibliotecario Escolar, una fecha que rinde homenaje a quienes dedican su vida a custodiar, organizar y acercar los libros a las nuevas generaciones.
Esta celebración recuerda la creación de la Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia en 1888 y coincide también con el aniversario del nacimiento de Mariano Moreno, figura clave en la fundación de la primera biblioteca pública, hoy convertida en el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas.
Un oficio entre libros y aprendizaje
Desde los orígenes de la escritura, los bibliotecarios han sido considerados guardianes del conocimiento. En el ámbito escolar, su papel adquiere una dimensión especial: no solo resguardan colecciones bibliográficas y no bibliográficas, sino que también se convierten en mediadores entre los estudiantes y la lectura, fomentando el acceso a la información y el amor por los libros.
El “Maestro de Maestros” Luis Beltrán Prieto Figueroa es una figura fundamental para el magisterio venezolano en lo que respecta a la función de las bibliotecas escolares. En su obra «La magia de los libros», realza la importancia de estos espacios como un medio para difundir la existencia de recursos de lectura y garantizar un acceso equitativo a ellos.
Prieto subraya la visión de que «afición por la lectura, por los libros requiere de una buena biblioteca escolar», afirmando que un buen lector debe ser formado, por lo que reconoce a los docentes como agentes esenciales para fomentar el amor por la lectura.
La misión del bibliotecario escolar
El bibliotecario escolar no es únicamente un custodio del orden dentro de una colección. Su labor va más allá: es investigador, facilitador y guía. Su función se encuentra estrechamente unida al origen del libro como producto cultural, pero también a su papel como medio de comunicación a largo plazo. Entre esos dos extremos, el de guardián y el de facilitador, transcurre la esencia de un oficio que contribuye al desarrollo intelectual y al crecimiento personal de los estudiantes.
A través de su trabajo silencioso, el bibliotecario escolar fomenta la curiosidad, el pensamiento crítico y la creatividad, convirtiéndose en un aliado indispensable en la formación de ciudadanos reflexivos y comprometidos con la cultura.
Una fecha para reconocer y agradecer
El 28 de octubre se convierte, entonces, en una oportunidad para valorar y agradecer la labor de los bibliotecarios escolares en todo el país. Su dedicación asegura que los libros y demás recursos de conocimiento no permanezcan como simples objetos, sino que cobren vida en las manos de quienes los leen, investigan y se dejan transformar por ellos.
El Día del Bibliotecario Escolar es, en definitiva, una jornada que nos invita a recordar que detrás de cada biblioteca hay personas que creen profundamente en el poder de los libros como herramientas de cambio, memoria y futuro.
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