Siempre es inspirador encontrar historias de personas que luchan por alcanzar sus sueños. Este es el caso de Alejandro Alvarez y Elimar Coll, una pareja de emprendedores venezolanos que, enfrentando la adversidad, decidieron llevar su idea a la realidad en tierras extranjeras. Hoy, en Venezolanos Ilustres, vamos a conocer la trayectoria de Alejandro y Elimar, su experiencia a la hora de crear su gran emprendimiento Malta +58 CCS y la historia de cómo lograron convertir su sueño en una realidad.
Dos soñadores, una meta
Alejandro Alvarez y Elimar Coll son una pareja de emprendedores originarios de San Antonio de los Altos, Venezuela, que desde hace 8 años viven en Buenos Aires, Argentina. Al igual que muchas de las personas que emigran de nuestro país, ellos han viajado, pero se han llevado sus valores consigo, algo que se intuye desde el momento en que se les pregunta ¿qué los hace seguir soñando y trabajando? Pues su respuesta nos representa a muchos venezolanos.
“Nuestro motivo principal es nuestra familia, la familia que tenemos y la que estamos formando. Queremos, como la mayoría de las personas que salimos de nuestro país, crecer, llegar lejos y, sobre todo, ver materializados nuestros sueños”.
También hablan sobre el aprecio que le tienen a sus padres, a quienes consideran sus principales modelos a seguir:
“Ya que ellos nos enseñaron el valor de cada cosa, el respeto por quien se sienta a tu lado, sin importar nada más, la educación, los buenos días, las buenas noches y, sobre todo, el amor por nuestra familia, amigos y el amor por lo que soñamos sin límites. El amor por nuestro país y saber que, así estemos lejos, siempre lo llevamos en cada paso que damos”.
Puede que su proyecto se empezará a materializar estando en Argentina, pero la trayectoria de ambos empezó desde hace mucho. Elimar es Licenciada en Comunicación Social con especialización en marketing y publicidad. Ha trabajado en agencias de publicidad y como ejecutiva de cuenta de varias marcas importantes. Además, es bailaora de flamenco a nivel profesional y parte del tiempo libre que tiene lo aprovecha para bailar y dar clases.
Por otra parte, Alejandro es un post-productor de comerciales de televisión y también ha trabajado como instructor de buceo profesional. Una vez que llegó a Argentina, pasó por distintos trabajos, adquiriendo así mucha experiencia hasta llegar al mundo de las bebidas artesanales.
¿Qué es Malta +58 CCS y cómo nació la idea de su creación?
Al igual que muchos proyectos, la idea de Malta +58 CCS nació en tiempos de pandemia.
“Malta +58 CCS nace de una idea pensada en pandemia, producto de un momento personal donde teníamos muchas ganas de salir adelante. La idea surgió caminando por las calles de Palermo y dándonos cuenta de que ‘la malta’ más conocida por nosotros los venezolanos era muy difícil de adquirir, tanto por la falta de ella como por los precios de la misma”.
A Alejandro entonces se le ocurrió la idea de desarrollar un producto propio, y tras una larga planificación, ambos decidieron llevar a cabo el emprendimiento a pesar del miedo que conllevaba intentar crear este negocio. ¿El resultado? Una malta enlatada de 473 ml que no solo se ajusta a la necesidad del mercado sino que también brinda al consumidor una experiencia sensorial y emocional que conecta a los venezolanos con sus recuerdos, al mismo tiempo que deleita a quienes nunca han probado la malta antes.
El nombre del producto, Malta +58 CCS, hace referencia al código telefónico de área para llamar a Venezuela (+58) y las siglas abreviadas de Caracas (CCS).
«En la etiqueta se encuentra el skyline de la ciudad de Caracas con sus edificios más emblemáticos, y dentro de la lata, conectamos con el sabor que tanto nos gusta, así logramos una experiencia 360°».
No es sencillo emprender en el extranjero, pero ambos han demostrado que tampoco es imposible
La experiencia de Elimar y Alejandro en tierras extranjeras ha sido una montaña rusa de emociones. Aunque nunca tuvieron problemas de discriminación, tuvieron que aprender a adaptarse a una nueva cultura, economía y sociedad. Además, ambos han pasado por etapas complicadas a nivel personal.
Por un lado, Elimar menciona que la muerte de su padre ha sido uno de los momentos más difíciles que ha tenido que afrontar. “Nadie está preparado para eso, y es un dolor que jamás se va, pero aprendes a vivir con él día a día”. Su padre le enseñó mucho de lo que es hoy en día, y le llena de alegría saber que pudo conocer y dar su bendición a su proyecto.
Por otro lado, Alejandro menciona que dejar su país y todo lo que había logrado, incluyendo a su familia y amigos, fue algo que marcó su vida. “Tener que reinventarse y empezar de cero te quiebra, pero te hace descubrir que tenías mucho más dentro de ti para dar. Te hace más fuerte. Definitivamente, es algo que si logras superar, te hará una mejor persona”.
En cuanto a su experiencia en el mundo de las bebidas, han pasado por varios proyectos antes de lanzar Malta +58 CCS. Comenzaron con un beer truck llamado «La Taberna» que se dedicaba a comprar cervezas artesanales de otras cervecerías para su negocio. Luego, con la llegada de la pandemia, tuvieron la oportunidad de trabajar dentro de una fábrica cervecera y conocer todo el proceso de producción de cerveza artesanal.
“Fue una etapa muy interesante, donde pude desenvolverme en todas las áreas del proceso, siempre con mucho compromiso y dedicación. Hoy en día seguimos creciendo en este rubro, tratando de dar siempre lo mejor y aprendiendo todos los días”, nos cuenta Alejandro.
Para que Malta +58 CCS fuera exitoso, han tenido que conquistar un mercado donde la malta no es una bebida típica, lo que les ha llevado a desarrollar una versión de la bebida que se adapte más al gusto del paladar argentino, con un 50% menos de azúcar.
La lección más importante que les ha dejado ser emprendedores en tierras lejanas es que el espíritu de superación no tiene fronteras y que siempre se puede salir adelante con respeto y compromiso desde cualquier lugar. La honestidad, la humildad, el interés por seguir aprendiendo para dar siempre lo mejor, la perseverancia y la fe son sus pilares. Después de haber pasado por tantas dificultades, aconsejan a los jóvenes emprendedores que no se rindan, que trabajen con mucho respeto y, sobre todo, que sean auténticos.
Una bonita anécdota y un futuro prometedor para Malta +58 CCS
Una anécdota que marcó a Eli y Ale fue el día que salieron oficialmente con su negocio en Instagram. Eli bajó a recoger la comida que habían pedido a través de una aplicación, y cuando el repartidor le entregó la comida, vio que llevaba un par de latas y le preguntó de dónde las había sacado, ya que quería saber dónde comprarlas. Eli le regaló las latas y el repartidor estaba feliz, ya que dijo que hablaban de su producto en su círculo de amigos. Esto les hizo darse cuenta de que la gente ya conocía su producto, a pesar de que acababan de empezar.
A pesar de tener una vida establecida en Argentina y de estar desarrollando el gran proyecto que es Malta +58 CCS, estos dos emprendedores no olvidan sus raíces. Eli mencionó que sus platos venezolanos favoritos son las rosquitas de queso que hacía su abuela en el Valle de Guanape, en el oriente del país, donde pasó los mejores momentos en familia desde que era muy pequeña. Mientras que Ale mencionó que su plato favorito es el asado negro que prepara su madre, y que el lugar que ocupa en su corazón es San Antonio de los Altos, donde creció y vivió gran parte de su vida.
Alejandro Alvarez y Elimar Coll han demostrado que con pasión, perseverancia y trabajo duro se pueden alcanzar los sueños, incluso en medio de situaciones difíciles. Su historia inspira a todos aquellos venezolanos que quieren emprender y demuestra que los valores son fundamentales para el éxito personal y profesional. Ambos tienen un futuro prometedor y estamos ansiosos por ver todo lo que aún tienen por ofrecer. Te invitamos a seguirlos en Instagram: @malta58ccs.
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