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Juan Acosta Bool, decano del Instituto Pedagógico de Caracas

«Todo maestro debe estar allí siempre presente para apoyar y enseñar con el ejemplo»

El Dr. Juan Acosta Bool egresó en 1974 del Instituto Pedagógico de Caracas. Fue el primero de su promoción, Humberto Parodi Alister, en la Especialidad de Biología y Ciencias Generales. Luego salió como Magister Scientiarum en Educación sobre Población de la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y Doctor en Educación Ambiental en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Lleva más de 45 años «ininterrumpida en el Pedagógico, Jefe de cátedra, Coordinador de Programa del Departamento de Biología y Química». Es asesor y tutor de tesis, fue ponente en eventos académicos centrados en el área ambiental, hasta alcanzar condecoraciones y honores de su Instituto, del Ministerio de Educación y del Cabildo Metropolitano. Actualmente, decano del Instituto Pedagógico de Caracas.

Su experiencia le ha permitido entender que la mejor forma en la que un maestro educa es con su ejemplo, «en este mundo tan complejo mientras más estudiemos nos damos cuenta de lo poco que sabemos, aún así siempre seremos practicantes del Humanismo”.

Juan Acosta Bool
Juan Acosta Bool es el actual decano del Instituto Pedagógico de Caracas.

El IPC le permitió a Juan Acosta Bool conocer sobre el humanismo. Cuando él ingresó en 1970, era una época difícil para la educación venezolana, la UCV había sido allanada «recuerdo que colocaron tanques de guerra en sus entradas», lo que le obligó a ingresar en el Instituto Pedagógico de Caracas. “Cómo no recordar el Edificio Histórico y las clases de Ignacio Burk, de Francisco Tamayo, de Vásquez Fermín, de Teresa López, de Celso Rivas Balboa, de Horacio Vanegas (hijo), entre muchos otros que marcaron mi vida como maestro.»

La docencia es «la profesión más digna que hay»

Como profesor y decano, Juan Acosta Bool considera que su profesión es la más importante para la sociedad, es la más digna que existe. «Hace más de 2000 años ya andaba por el mundo el Maestro más importante que conoce la humanidad brindando humildad y sabiduría, nosotros los maestros seguimos su orientador ejemplo». Para que sus colegas continúen amando la profesión, él les hace recordar la sensación de satisfacción cuando consiguen antiguos estudiantes que aún los llaman como «profesor», sabiendo que su enseñanza dejó una huella imborrable en la mente y educación de ese joven. Hace mención sobre la actualidad de los profesores venezolanos, quienes no son reconocidos por su labor, pero «seremos los maestros los que ocuparemos las posiciones de. vanguardia en la recuperación plena del país». Agrega un expresivo “¡Que vivan los maestros de Venezuela!” recordando otra frase del Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, “Venezuela será lo que quieran sus maestros”. De hecho,  Acosta Bool, está cercano el momento para tener una «adecuada calidad de vida y superar las penurias que vivimos».

Juan Acosta Bool tiene en grande estima la educación, significa la entrega total. Los docentes están por completo dispuestos a educar, «es formar al futuro formador, es enseñar a aprender y aprender enseñando, es dejar una huella permanente en nuestros estudiantes, es como cuando un Padre educa, ve crecer a sus hijos y finalmente formar buenos ciudadanos.»

Precisamente por esta peculiar perspectiva a su profesión, es que él ha logrado superar los retos que se le han presentado como decano del IPC. Retos que son muchísimos, pero pudiera reducirse en el presupuesto asignado a la Institución por parte del Ejecutivo Nacional; «el cual es muy deficiente que influye dramáticamente en su funcionamiento, por ejemplo para este año 2021 se asignó el 2,28% de lo solicitado por la Universidad.» Esto encierra decadencia en la infraestructura y luminarias, insuficiencia de artículos de limpieza y de bioseguridad, falta de agua, equipos tecnologicos, vigilancia («que se crea un ambiente propicio para los hurtos»), falta de impermeabilización de la Unidad de Desarrollo y Bienestar Estudiantil (UDBE) y de la Biblioteca, las unidades de transporte, carencia de proteínas, los indignos sueldos recibidos, («la máxima categoría académica en el escalafón académico percibe mensualmente poco más de 10$ y se le exige que sea Doctor, 4 trabajos de ascenso para ascender de categoría  y al menos 20 años en la institución»), disminución de matrícula, entre muchos otros motivos.

Sin embargo, ante una situación tan crítica, se han podido realizar asociaciones estratégicas, como la restauración del Departamento de Educación Física de la mano de su actual Jefe el Dr. Emilio Manrique. «Puedo afirmar que seguiremos aquí hasta que Dios así lo permita, nuestra Universidad siempre estará de pie aunque intenten hacer que nos caigamos.»

Juan Acosta Bool
Juan Acosta Bool, «No hay Profesional en Venezuela que no haya pasado por las manos de un Maestro»

Para formar educadores «se debe sentir y disfrutar la profesión»

Sabiamente el Dr. Juan Acosta Bool afirma que «cuando uno está a gusto con su trabajo el tiempo pasa rápido.» Para ello es necesario estar conscientes de que su oficio es importante, porque están formando a los ciudadanos que tendrán las riendas del país en unos pocos años. Eso incluye apoyar, creer en los estudiantes, escucharlos, orientarlos «vivir sus angustias, tristezas y celebrar sus éxitos, estimularlos a seguir en la honrosa y digna profesión que han elegido». E incluso ver con alto valor los agradecimientos y satisfacciones personales, estos harán que se viva la humanidad porque estos «valen mucho más que el dinero».

No obstante, que tenga más valor que el dinero, no le resta importancia, y es necesario que todos reconozcan el grandioso papel que la educación tiene para un país. Eso es lo que espera Juan Acosta Bool en el futuro de la educación, «que se le reconozca al maestro su altísimo valor en la formación de ciudadanía. No hay Profesional en Venezuela que no haya pasado por las manos de un Maestro.». El valor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) es muy grande, «allí donde haya un liceo o una escuela se encontrará presente un digno egresado de la UPEL.». Desde los años 80 fue designado por el Presidente Luis Herrera Campins, al Profesor Felipe Montilla, Ministro de Educación, la iniciativa de crear esta asombrosa y necesaria casa de estudios. «De ella han regresado más de 50.000 profesores en pregrado y postgrado. Es la única universidad en Venezuela que otorga el honroso título de Profesor, no hay otra.»

«No hay Profesional en Venezuela que no haya pasado por las manos de un Maestro»

Juan Acosta Bool es un nativo caraqueño, de la Parroquia la Candelaria. Actualmente viviendo en el Paraíso. Se describe como un «venezolano humilde, soñador y, por sobre todas las cosas, orgulloso de ser Maestro y de haber egresado de mi amado Instituto Pedagógico de Caracas». Un hombre de familia que ama a sus 6 hijos y a su esposa, también profesora. Su plato favorito es el pabellón criollo y el lugar venezolano que lleva en el corazón es La Guaira. Amante de la pesca, disfruta tomarse días de descanso en La Guaira. «No hay mejor sensación que la picada de un pez y su pelea hasta poder rendirlo y traerlo a la orilla o a la lancha». Le gusta conseguir su propia carnada y pescar de noche hasta el amanecer. Incluso los momentos cuando no logra pescar, lo considera como una terapia maravillosa, «se adquiere una paz espiritual con el sonido del mar y la soledad de la noche, para mí eso es más que suficiente, me da mucho descanso mental». Otro de sus deportes favoritos es el softball, lo que le ha permitido conseguir amigos incondicionales.

Los logros que le han causado mayor orgullo a Juan Acosta Bool ha sido la confianza que ha recibido de sus colegas, ya que esto le dio la posibilidad de recibir cargos académicos productos de votación: Jefe de Departamento, Representante de los Jefes de Departamentos al Consejo Directivo y Secretario del Instituto, así como alcanzar el grado académico de Doctor en Educación Ambiental y haber sido designado Decano «por nuestro ilustre Consejo Universitario». En el aspecto personal, sus hijos son su orgullo. Las personalidades que más admira son Simón Bolívar, su maestro Simón Rodríguez, Don Andrés Bello y el hacedor del Instituto Pedagógico Nacional posteriormente Instituto Pedagógico de Caracas, Mariano Picón Salas.

La motivación actual de Juan Acosta Bool es la recuperación total del pedagógico, así como la atención y apoyo a los estudiantes y a la comunidad «en la búsqueda de las soluciones de sus problemas»; más su familia, verlos alcanzar sus objetivos. Su consejo para quienes aspiren a la educación y con altísima calidad académica, «estudien en la UPEL, en su Instituto Pedagógico de Caracas», donde se volverán formadores de formadores. Les aclara que no es una profesión para hacerlos millonarios en recursos económicos pero sí en reconocimiento multitudinario de sus alumnos. «eso no tiene precio, mas importante es dar que recibir».

El mensaje final de Juan Acosta Bool es «como lo señala nuestro himno: EDUCAR, EDUCAR Y EDUCAR. Gracias por permitirme comunicarme con ustedes y participar en su revista Venezolanos Ilustres, honor que no merezco.»

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