Para Rafael Cadenas, ser sincero es poesía
“Pero estamos aquí para decir la verdad.
Seamos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.”
(Ars poetica – Memorial, 1977)
Para ser un gran poeta se necesita permitir a la sensibilidad y autenticidad tomar todo el control, precisamente, lo que ha hecho Rafael Cadenas a lo largo de su vida. Con un sello personal muy filosófico, se comparan sus obras con las de Hölderlin, Rainer Rilke y José Gorostiza. Sus obras son consideradas indispensables para los estudios de poesía, tomado desde los años 60 como referencia en la poesía venezolana y universal.
Rafael Cadenas es un escritor precoz, nació el 8 de abril de 1930, en Barquisimeto. Para los años 50 estudiaba Filosofía y Letras, carrera que debe abandonar por el exilio durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. En los años 60 vuelve, pero toma el cargo como profesor. Rafael fue un amigo cercano de Salvador Garmendia, quien escribió un prólogo en la primera publicación que realizó Cadenas en Barquisimeto.
La primera poesía publicada por Cadenas (conocida por todos) es “Cantos iniciales”, en 1946, posterior a esta surgieron sus libros de poesía: “Una isla” (1958), “Los cuadernos del destierro” (1960), “Falsas maniobras” (1966), “Memorial” (1977), “Intemperie” (1977), “Gestiones” (1992) y “Amante” (1983). Escribió prosa: “Realidad y Literatura” (1979), “En torno al lenguaje” (1984), “Anotaciones” (1983), “Dichos” (1992), “Apuntes sobre San Juan de la Cruz” (1977). Todos estos, coleccionados en el libro “Obra entera”, publicado por el Fondo de Cultura Económica (México, año 2000) y en la Editorial Pre-textos (España-2007).
También escribió ensayos: “Literatura y vida” (1972), “La barbarie civilizada” (1981), “Reflexiones sobre la ciudad moderna” (1983), “Sobre la enseñanza de la literatura en la Educación Media” (1998). Varias de las obras de Rafael han sido traducidas al francés, italiano e inglés. Ha recibido invitaciones de lecturas en Estados Unidos, España, Portugal, Italia, Francia, Inglaterra, Austria, Alemania, México, Santo Domingo, Costa Rica, Colombia y Argentina. Fue también profesor en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, impartiendo sus conocimientos sobre poesía española y norteamericana.
de la realidad.” -El País-
Entre 1960, Cadenas forma parte del grupo sobre política y literatura “Tabla redonda”, junto a otros escritores y artistas, entre ellos: Manuel Caballero, Jesús Sanoja Hernández y Jacobo Borges. Pese a que no pudo concluir sus estudios, en años posteriores recibe la Beca Guggenheim (1986) y tres doctorados honoris causa, por la Universidad de Los Andes (2001), Universidad Central de Venezuela (2005) y la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (2012).
Además recibe otros premios: el Premio de Ensayo de CONAC por “Anotaciones” (1984), Premio Nacional de Literatura, Mención Poesía (1985), Premio Arturo de Asturias de las Letras (1986), Premio San Juan de la Cruz (1992), Premio Internacional de Poesía J. A. Pérez Bonalde por “Gestiones” (1992), Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances (2009), Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2015), Premio Andrés Bello de la Academia Venezolana de la Lengua (2015), Premio de Literatura FILCAR (2017) y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2018).
Para Cadenas: “La poesía pertenece a lo más íntimo, a lo más sagrado, a lo más tembloroso del hombre. No es asunto de frases bonitas (algunas veces es todo lo contrario), aunque eso han creído muchas personas”. Es un humano que siempre vivió con las letras, las experimentó y las expresó a todos, por eso, su homenaje en Venezolanos Ilustres.
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