¿Quién es Víctor Daniel Lozada?
En un mundo lleno de desafíos y oportunidades, Víctor Daniel Lozada se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y pasión. Se define a sí mismo como un soñador, alguien que ama emprender y perseguir sus proyectos de vida. Nacido en Valencia y criado en Guacara en Carabobo, este gran músico venezolano ha trascendido fronteras y actualmente reside en Madrid, España, donde ya lleva más de un año.
Su gran motivación
¿Qué mantiene motivado a alguien como Víctor? La respuesta es simple pero poderosa: una creencia indeleble en su arte. Nos cuenta cómo ha encontrado un poderoso aliado en las personas que se cruzan en su camino para ayudar a hacer realidad los sueños que parecían imposibles. Sin embargo, si bien las personas han sido y son un gran apoyo para él, es su convicción personal lo que hace que llegue tan lejos. «Siempre he tenido como filosofía de vida nunca esperar por alguien que piense por mí», afirma. «Simplemente creo en mí, en mis capacidades de aportar algo hermoso y deleitable a esta sociedad y hacerlo realidad».
Sus primeros encuentros con el arte
La pasión musical de Víctor nació en un coro parroquial en su pueblo. A la temprana edad de 12 años, Víctor quedó cautivado por las voces y las guitarras que sonaban, y eso lo llevó a dar sus primeros pasos en el mundo de la música, explorando el canto, la flauta dulce y el cuatro.
Víctor se inclinaba naturalmente hacia el canto coral, pero también se aventuró en el teatro. El teatro, en particular, resultó un giro inesperado pero gratificante en su vida. Estudiar teatro lo llevó a tomar la decisión de cursar Lengua y Literatura en la Universidad de Carabobo, y a entender más el arte de la actuación.
El inicio de su carrera musical
Durante su tiempo en la Universidad de Carabobo, encontró un hogar en el Orfeón universitario. Cantó como tenor, así como también se destacó como jefe de cuerda y cuatrista acompañante durante cuatro años. La música ya era su pasión, y ahora se estaba convirtiendo en una parte muy importante en su vida.
Luego, de su etapa en la universidad, incursionó en la dirección coral con «Voces Oscuras» que luego pasaría a ser «A Tono Ensamble». Un hito memorable fue la participación en el aniversario número 20 de Cantapueblo en Mendoza, Argentina, donde recibieron elogios y un botón de honor.
Hasta ese momento, la composición era su llamado no explorado, pero la curiosidad y el interés por aprender, estaba siempre presente. Se aventuró más allá de su zona de confort y se sumergió en el mundo de los arreglos y la composición coral gracias a mentores como Franklin Garcés, César Alejandro Carrillo y Dante Andreo.
Desde entonces ha ganado 15 premios internacionales, incluido el primer lugar en la «V Competencia de Composición Coral de la Federación Internacional de la Música Coral» y el «Premio Manuel Parada» del Certamen de Habaneras y Polifonía de Torrevieja.
Su inolvidable paso por la Fundación Musical Simón Bolívar
Su tiempo en la Fundación Musical Simón Bolívar, mejor conocida como “El Sistema” estuvo lleno de inolvidables experiencias y logros. Durante 12 años, contribuyó al crecimiento del movimiento coral en diferentes núcleos, enseñando lenguaje musical, flauta dulce y, sobre todo, compartiendo su pasión por el canto coral con niños y jóvenes. De hecho, formó un grupo de jóvenes a quienes decidieron llamar “Jóvenes Cantores de Mariara”, un coro juvenil con el que estuvo de gira por varias partes del país e incluso en tierras internacionales. Victor Daniel Lozada y los talentosos jóvenes, obtuvieron el segundo lugar en música folklórica en el III Concurso de Coros Ameride, celebrado en Brasil. Un logro que llena de orgullo a todos.
Participar en el Concurso de Coros Ameride, le abrió las puertas para estudiar dirección coral en el programa de líderes corales de El Sistema. Mientras compartía su experiencia en los núcleos locales, recibió conocimientos valiosos de maestros nacionales e internacionales, lo que lo llevó a en ocasiones unirse a sinfonías corales y a colaborar con agrupaciones como el Coro Nacional Simón Bolívar.
“Gracias a la Fundación Musical Simón Bolívar aprendí que hay que ser constante, estudiar cada día sin descansar, pero que también soñar en grande porque todo es posible”.
Los momentos inolvidables
En la carrera de un músico, los momentos especiales son tesoros invaluables. Víctor comparte uno de esos momentos que han dejado una huella imborrable en su vida: el concierto de cierre del Festival Cantapueblo en 2008, donde su agrupación coral compartió escenario con la banda argentina Opus 4. La ovación de más de mil personas al finalizar su actuación resonó como una afirmación de su dedicación y pasión, un instante que perdurará en su memoria por siempre.
En su travesía musical, Víctor Daniel Lozada descubrió una lección que resuena profundamente: ”He aprendido que cada artista, cada creador debe encontrar su propia voz, su propia identidad, su propia luz”. Y es que a pesar de que es inevitable hasta cierto punto pensar en la competencia que existe, esta creencia de que cada artista tiene algo que aportar es una filosofía que lleva intrínseca en su persona hasta el día de hoy. “Estoy seguro que hay gente más culta que yo, pero también sé que hay gente que desconoce de música. Bajo esta premisa, si como artista creador encontramos nuestra identidad, no habrá comparación ni competencia con otros que valgan”.
Una divertida anécdota
Víctor Daniel Lozada compartió con nosotros una divertida anécdota. Durante un largo vuelo de Lima a España, sin sus audífonos y con 12 horas por delante, Víctor se encontraba en un asiento con una persona a cada lado de sí. Lo que pudo ser una tediosa experiencia, terminó siendo una canción. Con su teléfono en mano, comenzó a escribir una letra y a imaginar melodías, y así fue como nació «Te fuiste al mar», un tema que se presentó en el Certamen de Habaneras Juveniles de Torrevieja en abril de este mismo año. Un recordatorio de que la creatividad puede florecer incluso en las circunstancias más inesperadas.
Nunca dejar de soñar
“Sueña despierto, sueña durmiendo, lo importante es no dejar de soñar”. Victor Daniel Lozada asegura que esta es la frase que lo define, y es justamente eso lo que aconseja a los jóvenes. “Nunca dejen de soñar, pero siempre saliendo de la zona de confort y trabajando en tus sueños”.
El viaje de Víctor está lejos de terminar. Sus planes para el futuro incluyen seguir componiendo, colaborar con agrupaciones corales en Madrid y publicar libros que recopilen sus obras. Su pasión, dedicación y creencia en sí mismo son un testimonio de cómo la música puede ser un motor de cambio y un camino hacia la felicidad.
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