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Wolfgang Salazar firma cada obra de arte como Badsura

“Pintar en la calle permanentemente no solo es una forma de educar, sino también de explorar miles de conocimientos”

Wolfgang Salazar se define a sí mismo como expositor de calle. Su vida ha estado cargada de observación. Desde pequeño prestaba mucha atención a los acontecimientos de su ciudad «en eso podría irse todo la tarde», lo que le permitió crecer entre contrastes de su país. Actualmente, se consigue constantemente reflexionando sobre lo que observa y actuando desde su arte.

«Creo en la constancia, en la energía, y en que cada paso o acción que tenemos en este mundo se regresa y se multiplica.» Wolfgang Salazar es un venezolano humilde, sus padres son orientales y él junto a su hermana, caraqueños con su corazón en oriente. Creció en un hogar cargado de valores, amor por su familia, hacía el prójimo y hacia su país.

Badsura
Wolfgang Salazar es una artista visual que comenzó dejando murales por toda Caracas y Venezuela bajo la firma Badsura.

Wolfgang comenzó en el arte callejero y los graffitis sin saber lo que era. Desde muy pequeño tuvo gran interés por el dibujo. Veía a su madre creando patrones de costura o procesos celulares. Pero un día, a quien llamaremos «el amigo de la plaza tiuna» con quien jugaba fútbol, conocía del talento de Wolfgang. A este amigo se le ocurrió crear un crew, con la autoridad de líder comenzó a delegar actividades, «tu Wolfgang serás grafitero, fulanito rapero, y aquel breaking… A partir de allí empecé a dejar mis primeras firmas».

El peculiar seudónimo de Wolfgang Salazar apareció luego de una declaración del alcalde de su municipio, para este hombre era necesario eliminar la basura y los graffitis, «porque crea temor en la sociedad», el resultado fue ocultar el arte callejero. La respuesta de un joven artista que ahora comenzaba a tener más auge fue «ahora tendrán más BADSURA por la ciudad». De hecho, para Wolfgang pintar en las calles se trata de una forma de educación, de explorar, de crear empatía, de conocer cómo se expresa y se percibe el resto del mundo.

«Ahora tendrán más BADSURA por la ciudad»

El trabajo principal de Wolfgang Salazar es pintar, pero intrínsecamente está alzando su voz a otro modo de expresión. Su lucha es que las personas entiendan que el arte callejero no arruina la sociedad, no daña las calles, no perturba a nadie. Aunque puede causar ruido quienes se toman el mensaje para ellos mismos, pero eso sería un tema de conciencia. «Cada  mural se  conceptualiza  y se  inspira  en las  realidades del dia a dia, donde se propone mediante la pintura una solución, visualización, o una protesta.» Con esto, dice que es una forma de motivar a la mente de las personas, de hacerlos pensar, sacar sus conclusiones y crear una reflexión.

Para crear un nuevo mural, Wolfgang Salazar se inspira en su vieja técnica: observar. «Entre diversas conversaciones, caminando por la  ciudad, asumiendo nuevas experiencias». Estas vivencias le permiten crecer y vivir diversas realidades, no solo las propias, también las de muchas personas. Una vez que analiza esa situación que ha elegido, se abstrae para crear diferentes perspectivas relacionadas a su experiencia, «hasta que  logró consolidar una idea puntual, real, y coherente con la actualidad.»

Badsura
Badsura, Simon Diaz

Su motivación proviene de «dar el ejemplo de lo que sueñas lo puedes lograr». Siempre en sus aventuras llenas de pintura, cuenta su historia. En ocasiones a podido ver niños admirando su trabajo, incluso deseando ser como Badsura, así que se siente reconfortado, sabe que su trabajo da resultado y se dice «es  necesario hacer  millones de  murales, para seguir dando el ejemplo mediante la acción y que  cada  quien desde  su trinchera logre lo mismo».

Los trabajos de Wolfgang Salazar bajo el sello Badsura están en Caracas, en la salida del metro de Altamira, Chacao, Sabana grande, Zona rental, Ciudad universitaria y La Bandera. Así como en zonas cercanas a estos puntos. Su plan fue crear una ruta de murales para motivar a las personas a caminar por la ciudad en lugar de tomar el metro. «Así respirar otro aire y pasear contemplando el arte mientras te diriges a casa.» También ha tenido la posibilidad de alcanzar otros lugares fuera de Venezuela, como Ecuador, Brasil, Perú, Colombia, España, Italia, Francia, Alemania, Grecia y Turquía.

Para Wolfgang, expresarte libremente es «la forma más increíble de ser tu»

La expresión individual es la mejor forma de permitir que todo dependa de ti, las ideas, los objetivos, «y donde sólo tu eres el dueño de qué tan alto o bajo quieres pasar la barra.» Sin embargo, retos como los permisos para realizar un mural, material, logística,  han sido lo que más ha potenciado la carrera de Badsura. Pero, su mayor conflicto ha sido la ignorancia, «la prepotencia de gente que puede estar involucrada directa o indirectamente  con el espacio donde estoy pintando.» Es por este motivo que Wolfgang Salazar apoya grandemente la comunicación para alumbrar «esas millones de sombras del desconocimiento.»

El mayor logro para Wolfgang Salazar es avanzar en cada objetivo «por más grande o pequeño que sea», más el cariño que le coloca a cada vez que pinta una reflexión para todo el mundo. Las personas que más admira Wolfgang son su padre, por su inmenso corazón, a su mamá quien le dio «la capacidad de determinar lo que deseo», el cariño de su hermana que le permitió estar «más atento con el entorno», su esposa, por su «el ojo acertado y determinado», y su hijo «la sonrisa en el alma». Wolfgang admira a su familia y a la gente esforzada, «que día a día sale a las calles a soñar.» Para él, la familia es fundamental porque entre ellos vive y debate sus reflexiones lo que permite que se active su musa, «por cada acción, reflexión, y experiencia vivida».

Badsura
Obra de Wolfgang Salazar, Badsura

Su siguiente meta es desarrollar una ruta de murales

Wolfgang Salazar quiere mover a cada transeúnte a viajar en las diferentes paradas para ver sus murales. «donde la gente no solo decida caminar para admirar la ciudad sino también para encontrarse con el arte». A futuro, tienen planes secretos, pero adelantó que desea cambiar formatos para espacios cerrados y abiertos. Otro de los intereses de Wolfgang son los viajes y la comida, lo que llamó Viaje a color, lo que comenzó con su esposa y ahora incluye a su hijo en aventuras gastronómicas y de turismo, ahí cuentan sus historias más profundas. «La idea está orientada a lograr mediante la fotografía y el mural, mostrar todas esas cosas que están alrededor de cada viaje».

Wolfgang Salazar se crío en Rio Caribe. El bagre amarillo con arepa «o arroz, o con lo que sea» es su plato favorito. En Venezuela, sus lugares favoritos siempre serán Caracas, «los callejones y plazas». Las playas de su pueblito Rio caribe, más la experiencia única de conocer Canaima. Este joven artista se especializó en publicidad y mercadeo. Le   gustan las patinetas y el fútbol, «pero realmente para mi el arte ha sido lo que me  ha  quitado y devuelto el aire».

mural
Obra de Wolfgang Salazar, Badsura

Su consejo para los futuros artistas es que sean constantes y determinados, «y la  creatividad puede garantizar lo necesario para plantearle al mundo una forma distinta de ver las cosas». Concluye que el arte no es sobre el ego, «sino de ser más humanos, así que si es sincero y de corazón, todo lo que tu le imprimas a tu proyecto el mismo te lo regresará multiplicado por miles.»

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