El béisbol es un deporte que despierta muchas pasiones, y en Venezuela esto se nota en gran medida. Nuestro país ha sido cuna de muchos jugadores destacados en la historia del béisbol y continúa siendo una cantera de talento, pero en este deporte hay algo igualmente importante que los jugadores: los fanáticos. Es por eso que en esta edición hablaremos de Jesús Lezama, cariñosamente conocido como «Chivita», el fanático número uno de los Leones del Caracas.
Durante casi toda su vida, Jesús demostró una dedicación inigualable hacia su amado equipo, y aunque haya fallecido, sigue vivo en la memoria de los Leones e incluso en la historia del béisbol venezolano.
Sus inicios como amante de los Leones del Caracas
Su pasión por los Leones del Caracas nació desde la misma fundación del equipo en los años 40. Desde sus primeros años como seguidor, viajaba junto al equipo costeando todos sus gastos. Sin embargo, cuando llegaba la Serie del Caribe, el club se hacía cargo de sus gastos, brindándole este gesto como agradecimiento por su apoyo incondicional y permitiéndole disfrutar de la competición junto al equipo.
Sus anécdotas
En sus recuerdos, Lezama menciona las anécdotas vividas en el viejo estadio olímpico de Maracaibo, actualmente conocido como «Alejandro Borges». Tal y como ha llegado a contar él, su actitud apasionada y eufórica ocasionó que un día le advirtieron, que si no se iba del estadio, lo lanzarían desde el balcón.
Además, Lezama compartió otra anécdota destacada de aquellos tiempos, relacionada con la peculiar tradición de la guerra de conchas de naranjas. Según relató, en una de las entradas de la tribuna del equipo, se vendían naranjas, y después de que todos las comían, comenzaban a lanzarse las conchas entre sí, dando inicio a una divertida «guerra».
El sentimiento caraquista y el legado de Jesús Lezama
Jesús Alejandro Lezama, quien siempre llegaba puntualmente al estadio de la Ciudad Universitaria cuando los Leones del Caracas jugaban como locales, fue el fanático más longevo del equipo. Estuvo presente en el estadio apoyando a los melenudos durante 80 temporadas consecutivas en la Liga Venezolana de Béisbol, e incluso en juegos de la Serie del Caribe en múltiples ocasiones.
A pesar de haber nacido en Tucupita, Delta Amacuro, o haber vivido parte de su infancia en Trinidad y Tobago, Lezama siempre tuvo claro que apoyaría a los Leones del Caracas. En su hogar, coleccionaba afiches, recortes de prensa, medallas, gorras y otros recuerdos de las alegrías que le dio su equipo y de los momentos únicos que vivió en los estadios.
Su casa se convirtió prácticamente en un mini museo del equipo caraqueño, lo cual no sorprende tanto. Después de todo, Chivita personifica la pasión y el compromiso de un auténtico fanático. Su legado en el mundo del béisbol de nuestro país trasciende generaciones y merece ser reconocido y recordado como un ícono del equipo al que apoyó tanto, así como del deporte venezolano en general.
Chivita falleció el 11 de mayo a la edad de 104 años, pero nunca olvidaremos su pasión por el béisbol y por los Leones del Caracas. Su dedicación inquebrantable y su amor por el equipo perdurarán como un ejemplo inspirador para todos los fanáticos del deporte.
Facebook: venezolanosilustres
Twitter: @VEIlustres
Instagram: venezolanos.ilustres
LinkedIn: venezolanosilustres