José Pernalete, un periodista enamorado de su noble profesión
«Yo soy un periodista de calle, que coloca el micrófono a la gente en la calle, que patea, que le gusta ir al barrio, al supermercado, a un centro de gobierno, que le gusta medir opinión.»
José Pernalete es un periodista Venezolano cuyos primeros pasos fueron en su tierra natal, el Zulia. Su nombre comenzó a resaltar por su labor como reportero en RCTV, desde agosto de 1999 hasta enero del 2011. Luego fue presentador en SOi TV, en el 2012. Jefe de Prensa y Relación Institucionales en Polichacao del 2011 al 2012. Fue Vicepresidente del Colegio Nacional de Periodistas por casi tres años, hasta que se mudó a Estados Unidos, donde lleva más de 8 años. Actualmente, es corresponsal de Voice of America, periodista de investigación en el Diario de las Américas y conductor del programa Dígalo aquí en EVTV.
Justamente ahora José se siente muy contento con su profesión, pero tomar la decisión de que era lo que deseaba para su vida, fue más una casualidad. Comenzó estudiando medicina en la Universidad de Los Andes en Mérida, no le resultó apropiado y se cambió a Ingeniería en sistemas en la Universidad del Zulia (LUZ), después hizo equivalencia para comenzar definitivamente en 1995 Comunicación Social, donde se graduó para el año 2000. «Me involucré en el mundo de las noticias por casualidad.» Aún como comunicador, su deseo era desarrollarse como productor audiovisual, el cine y la fotografía cinematográfica, de hecho, era su plan irse de Venezuela para estudiar fotografía, «Pero no fue así, por fortuna.»
Pernalete tiene esta idea de que los sueños pueden ser sencillos para algunos, incluso el camino para alcanzarlos. «Cada cruz tiene su peso y cada quien lleva una. Algunos tienen la oportunidad de oro para alcanzar el sueño que tanto anhelan. Algunos ni siquiera se han trazado un sueño en su vida y el sueño les llega solo.» Lo dice, por su puesto, utilizando su propio ejemplo, él no soñaba con el periodismo, pero recibió la oportunidad y comenzó a soñar con la profesión. También consideró las buenas acciones, tener la disposición de hacer el bien da mucho camino para alcanzar los sueños y trabajar por lo correcto. Esto hace que «te puedas dormir todos los días tranquilo sin cargos en tu conciencia.»
José realizó muchas prácticas profesionales en Maracaibo, tanto que agotó todas sus opciones en radio, prensa escrita, fotografía, redacción y hasta televisión local. Así que toma la decisión de arriesgarse por más y envía su CV a Televen y RCTV, donde fue aceptado de una vez durante sus vacaciones de agosto y comenzó en El Observador. Luego llegó el momento de ser reportero, lo que fue una sorpresa, pero agradece a Marisabel Arriaga, a quien todavía respeta. Desde ese momento aprendió muchísimas cosas, lo considera su gran hogar profesional, porque fue donde creció y logró lo que es ahora, «un ser humano que se puede valer por sí mismo dando lo mejor en otra nación. Me preparo para formar un criterio, para sacar mis propias conclusiones como comunicador y ciudadano, como responsable del sostenimiento de la democracia.”
Incluso, RCTV le enseñó a valorar la opinión pública. Para él, enviar el correo no había significado tanto, que trasciende en el tiempo, porque aprendió a valorar un canal de tv que influyó grandemente en la ideología democrática de una nación. Al respecto, José Pernalete resaltó un tema muy importante cuando se trata de periodismo: la objetividad. Para él, «la mayoría de los periodistas hacemos un valioso esfuerzo por ser objetivos.» Desea que todos entiendan lo importante que es para los periodistas morales entender la realidad, evitando opiniones generalizadas que pudieran afectar comunidades enteras.
Entonces, se trata de observar todas las partes que construyen un escenario dentro de la realidad, se hace necesario ver la película completa. Según sus propias palabras, » Quienes no sean objetivos, allá ellos con su conciencia, yo no trabajo para nadie, ni siquiera para la verdad porque no tiene propietario, yo trabajo para informar.»
El periodismo es la forma de vida para José Pernalete
José Pernalete se siente feliz con su profesión. Y puede ser algo difícil de expresar para alguien que no distingue de los días de semana ni vacaciones con un trabajo tan demandante, pero sabe que es bendecido porque puede disfrutarlo. “No todos tenemos ese placer, y que además por eso te paguen, creo que es lo máximo. Obtener un beneficio moral, profesional, monetario, es algo que muy pocos lo pueden lograr.»
Su trabajo actual tiene mucho de independencia, aunque lo entrega a diversos medios, José se ha vuelto un generador de multimedia, algo que nunca imaginó. Sus recuerdos de cómo antiguamente para emitir un reportaje debía llevarse un satélite de un lugar ha quedado reducido a transmitir la información en vivo desde su propio teléfono. Pero, más que eso, «yo actualmente grabo con mi teléfono, con mi cámara, armó un set de estudio, tengo el telepronter si tengo que leer texto, manejo plataformas de edición. Son tantas cosas que he podido aprender». Y como siempre, las oportunidades lo siguen sorprendiendo, porque nada de eso lo imagino. Para alguien que soñaba con producciones y ser ahora un autogestor de contenido audiovisual, es lo más cercano a llamarlo un sueño hecho realidad. Porque, nuevamente, él lo disfruta, especialmente editar. Busca hasta el mejor momento del día (que para él es la mañana) para ejecutarlo con mucha calma. Para él, «es como pintar, aunque no me puedo comparar con un diseñador gráfico o pintor. Pero, darle ese concepto visual a la narración, eso lo disfruto muchísimo.» Sobretodo cuando organiza sus reportajes, a los que le dedica mayor tiempo. Pero como todo periodista, darle forma a la noticia es su siguiente actividad favorita.
José resalta la importancia de los periodistas actuales como facilitadores del consumo de noticias, sobretodo porque son generadores de opinión pública, lo que resulta decisivo para la toma de decisiones en gobiernos completos. «Creo que es algo muy valioso el hecho de que nuestra formación académica y profesional ahora se una en esta gran tarea que tenemos de hacer noticias a través de las distintas plataformas.»
Detallando a profundidad sobre sus trabajos, José Pernalete compartió un recorrido por sus tres hogares actuales. La voz de América, el cual es el canal de noticias oficial del gobierno de Estados Unidos, es ese lugar que le permite fortalecer su producción audiovisual, contenido multimedia y aparición en círculos de opinión pública en el Sur de Florida. Lo que a su vez es un reto para él. Sin embargo, está muy cómodo con el trabajo porque le permite salir y disfrutar de las noticias en la calle. Es muy medio que elogió por ser un ejemplo de periodismo objetivo, que presenta al televidente toda la información para que saque sus propias conclusiones. «Hay información balanceada, una información dicha por los demócratas no sale sin la opinión de los republicanos, y viceversa. Se toma en cuenta la voz del gobierno de los Estados Unidos y la voz de organizaciones que son o han sido afectadas por las decisiones de ellos.»
Por otra parte, está EVTV, donde ha aprendido sobre estudios e incluso a entender a la audiencia desde él. Asunto que al comienzo fue complicado. Lleva 5 años en el canal, comenzó en Dígalo aquí, su compañera por el momento fue Yatzú López y siempre ha estado muy agradecido con la directiva. El programa está enfocado en Florida sobre contenido político local, el único en el canal de ese género. «Eso me ha obligado a empaparme de la información Estadounidense política y entender los niveles de gobierno. Saber que sirvo para aclarar las dudas de muchos de mis compañeros también me llena de mucho regocijo.»
Recuerdos en Venezuela y carga emocional como reportero
La anécdota que Jose Pernalete más tiene viva en sus recuerdos fue haber ganado las elecciones como vicepresidente del Colegio Nacional de Periodistas, aunque para él «más que anécdota, fue un logro y compromiso. Entender el valor gremial fue una cosa diferente.» Su labor en el CNP requería de mucho contacto con los periodistas de cada una de las seccionales de Venezuela, lo que fue enriquecedor. Sin embargo, es lo que más lamenta de haberse ido de Venezuela, su separación como directivo fue un orgullo que aún lleva. Fue un honor para el representar y ser la voz de los periodistas ante los abusos de administración pública. «Eso para mi no tiene precio y ojalá me toque de nuevo en algún momento.»
El periodismo, como profesión cargada de tantos matices, a veces puede ser agridulce, en especial para un reportero que cubrió sucesos y comunidad durante su trabajo en Venezuela, el cual consideró el más fuerte. Ser espectador directo de tanta miseria y hambre lo hizo desarrollar un acondicionamiento natural. «Tenía que ser pragmático, obviamente los testimonios los sentía profundamente y lloré muchas veces viendo desgracias. Pero había que manejarlo de alguna manera para no arrastrar a mi familia a eso.» Desde otra perspectiva, se encuentra su experiencia en Estados Unidos, donde ha cubierto tragedias y masacres. La más reciente en la que estuvo informando, fue del Colegio de Parkland en el 2018. «Eso fue muy doloroso; la vulnerabilidad de la vida dentro de un colegio ante la intolerancia de una persona con un arma de fuego, eso para mi significó mucho, tomando en cuenta que tengo hijos. »
Para José Pernalete se trata de acumular emociones, que mientras se deja para después, termina llegando el momento en que explota, por lo que ha podido canalizar sanamente: «llorando, la iglesia, el contacto con Dios, la virgen y personas que han sido mi guia espiritual, mis padres, muchos amigos me ha ayudado.». Tomando en cuenta el estrés, que también está muy presente, cuya forma más cómoda de sobrellevarlo es desconectandose. Guarda el periodico y después retoma el trabajo.
José Pernalete tiene grandes cualidades
Por más que cueste, la vida siempre nos impulsa a seguir adelante, y las personalidades hacen gran apoyo para lograrlo. José Pernalete se considera leal, sincero y dispuesto a dar apoyo siempre. Le encanta escuchar, respetar la opinión cuando se expresa con cordialidad y respeto a las ideas. Cualidades que le han hecho resaltar tan maravillosamente en el periodismo. No obstante, detesta la hipocresía. Para él, cuando alguien traiciona la amistad, no existe el saludo a distancia, simplemente, hasta ahí duró. Pero es muy tolerante, así que pocas veces esto sucede. Otra descripción que se da es de apasionado y nostálgico por su país, recordando todas sus facetas y cada etapa de su vida que vivió allá. Por eso no puede desatenderse de ella, «con ganas de ayudar en cualquier momento que se de el llamado de regreso a la patria, si me toca la responsabilidad de reconstruir mi país, quien haga ese llamado, como presidente o como líder, puede contar conmigo, con el mejor de mis esfuerzos y la mejor preparación que tuve en este tiempo. »
Siguiendo con su línea histórica de Venezuela, su plato favorito lo puede compartir entre la hallaca, el pernil y el pabellón criollo. Incluso, define brevemente el por qué de su decisión. Para José Pernalete, El pabellón es un paseo en las papilas y tres rincones del país: Los Llanos, Los Andes porque lo preparan muchísimo y a Oriente por la empanada de pabellón que se formó allá. «¡Pero la hallaca es el sabor que me traslada a Venezuela! Me recuerda mi infancia, a mi papá, mi mamá, sobretodo a mi mamá. Hacer la hallaca es una fecha esperada.» Como muchos venezolanos, la tradición familiar navideña de José Pernalete era reunirse en casa de su abuela en Maracaibo y luego en El Tigre, comenzaba la celebración limpiando hojas y preparando hallacas.
Incluso, la receta de la hallaca gocha es la que José prepara ahora, heredada de su abuela y su mamá, «trato de emularlo, nunca me va a quedar tan sabrosa como la que hace mi mamá.»Luego, el pernil. Recordando su delicioso dulzón con clavos, papelón e incluso Coca Cola como muchos prefieren prepararlo. «Ese pernil de nosotros, no el cerdo, el puerco cubano. No, no, es el pernil de nosotros el que no olvido. »
En cuanto a un destino venezolano que aún mantiene en el corazón, menciona el campo de Carabobo, por lo que significaba para él cuando estaba pequeño, «pararme frente a la guardia frente al árbol era muy bonito. Me daba una sensación de respeto, de autoridad que yo creo se ha perdido tanto». Cabe destacar que Pernalete vivió en muchos lugares de Venezuela: Maracaibo, Valencia, El Tigre, Mérida, por eso no puede elegir solo uno. Otro lugar que recuerda con mucha alegría es el puente sobre El Lago, «es para mí muy importante», dijo. El centro de Maracaibo, la basílica y la iglesia Santa Bárbara donde se casaron sus padres.
Quizás no lo han notado aún, pero José Pernalete también estudió cocina y sueña con su propio restorán. Dentro de 5 o incluso 10 años se ve regresando a Venezuela, incluso si es de trabajar por la nación. Pero si no sucede, pues seguirá con su noble profesión. Es algo que se le dificulta un poco ver, reconoce que el tiempo es veloz, porque su verdadero plan es la felicidad, «me haría muy feliz cocinando para un restorán, y mejor si es mío.»
Por último, José Pernalete alienta a los futuros periodistas, motivándolos a aprovechar de las tecnologías que tienen a su disposición, ellos que han nacido en una era digital les hace estar un paso adelante e incluso, se muestra disponible para compartir sus consejos.
«Lo primero que tienen que hacer, mis futuros colegas, es entender el contexto de su realidad y de su entorno todos los días, mantenerse informados. Digerir información, verla desde distintos puntos de vista, escucharla en radio, asimilarla desde la televisión y la página web. No quedarse con una sola opinión, sino entender la noticia para generar criterio. Pero, también manejar contenidos que sean atractivos y aprender a manejar las herramientas»
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