A lo largo de los años hemos visto cómo el mundo del cine venezolano ha ido creciendo a cortos pero significativos pasos, gracias a profesionales en la materia que han hecho lo propio para dejar un legado importante en esta área llena de magia y complejidad.
Tal es el caso de nuestro homenajeado, el venezolano Luis Armando Roche, que no se dedicó únicamente al cine, sino que también fue guionista además de director de teatro y ópera. Un caraqueño preparado tanto en Venezuela como en otros países, entre ellos Estados Unidos y Argentina.
Luis Armando Roche fue hijo del creador de la famosa Plaza Altamira (Caracas), el urbanista y fotógrafo amateur, Luis Roche y de la señora Beatrice Dugand de Roche. Ambos descendientes de familias extranjeras, específicamente de Francia.
Su formación y educación académica llevó al gran Luis Armando a ser un excelente profesional del cine, que lo hizo merecedor a su vez, del Premio Nacional de Cine en Venezuela en el año 1999.
La participación de Luis Armando Roche Dugand en cortos y largometrajes venezolanos
Si bien es cierto, que Luis Armando Roche se la pasaba recorriendo el mundo, tras la partida física de su padre, Luis Roche decidió radicarse en Venezuela y es entonces, cuando se dedica a echar raíces en estas tierras, en diversas áreas, entre ellas, el cine, comenzando en la agencia de publicidad ARS, siendo el asistente de Alejo Carpentier, Bob Ferber y además de la reconocida cineasta venezolana Margot Benacerraf, quien posteriormente lo nombró director del Departamento Audiovisual, Cine, Teatro y Televisión del Instituto Nacional de Cultura (INCIBA).
En ese tiempo Roche estuvo como miembro creador dentro de la Fundación Cinemateca Nacional de Venezuela y paralelamente, escribió y participó con el INCIBA en la realización tanto de los guiones como de los cortometrajes: “La fiesta de la Virgen de la Candelaria” y los “Diablos de San Miguel”, esto fue específicamente en el año 1966.
Pero, eso no es todo, de manera independiente en 1967 escribe y co-realiza el corto “Víctor Millán”, junto con Jean-Jacques Bichier.
Posteriormente, estando en París se dedicó a elaborar el guión y todo lo concerniente al mediometraje: “Carlos Cruz Diez 1923-1977”, además de “En el camino del color” (1971).
Seguido de estas obras audiovisuales materializa más cortos y mediometrajes entre los que destacan: “Ignacio `indio` Figueredo”, “Mérida no es un pueblo”, “Como Islas en el Tiempo”, que trató la expedición que dirigió Charles Breer-Carías, referente a nuestros afamados tepuyes Sarisariñama y Jaua.
A su vez, Luis Armando Roche fue el encargado de la producción, escritura y dirección de “Virtuosos” (1999) en el que abordó la vida de los grandes músicos populares de Venezuela durante el siglo XX.
Aunado a ello, escribió junto a Diana Abreu el guión del corto “Bach en Zaraza” (2000), que aborda un evento imaginario de un supuesto viaje de Johann Sebastian Bach a tierras venezolanas.
En cuanto a los largometrajes, no nos podemos olvidar de mencionar el papel protagónico de Luis Roche hijo en películas como: “El cine soy yo”, la cual escribió con Fabrice Hélion y en la que también fue director y actor.
Esta película fue presentada en diversos festivales internacionales, entre ellos el de Cannes, el de Moscú y el Festival de Cine de San Sebastián.
Luego dirigió el thriller titulado “El Secreto”, en el cual actúa por segunda vez. Solo por nombrar algunas de sus obras cinematográficas.
Sin duda, a nuestro Luis Armando no le bastó ser un destacado cineasta y guionista, sino que además decidió incursionar en la dirección y actuación de muchos de sus proyectos, convirtiéndolo en un profesional integral que dejó un legado significativo en esta área en Venezuela.
Luis Armando Roche como director de teatro y de ópera
Mientras investigamos sobre el caraqueño Luis Armando Roche nos percatamos que no solo se dedicó al mundo cinematográfico, sino que dirigió obras de teatro y óperas, cosa que nos sorprendió y también nos llenó de admiración.
Pero así era nuestro Luis Armando, polifacético y con ganas de aprender, y -por qué no- subir el escalón para sí superarse y llenarse de satisfacción con cada meta lograda.
Motivo por el cual trabajó dirigiendo y adaptando musicalmente obras como “La Controversia de Valladolid” de Jean-Jacques Carrière y Díaz Florían. Asimismo, este montaje contó con la participación del Teatro Itinerante de Venezuela.
Adicionalmente, Roche fue el traductor del francés al español de “La Novicia y la Virtud” de Jean-Louis Bauer y de la obra “El Señor Coliflor Florido los invita a su casa” (2006) de Jacques Offenbach, la cual adaptó y dirigió.
La vida de Luis Armando Roche más allá de las pantallas de cine y del teatro
Pero más allá del cine y teatro, Luis Armando tuvo una vida con su esposa de nombre Marion Cisneros, cuatro hijos llamados: Beatriz, Nadine, Alonso y Álvaro.
Por supuesto, muchos estudios en reconocidas escuelas, institutos, acompañada además de muchas responsabilidades, tras ocupar cargos honoríficos siendo en 1977 el presidente de la Comisión de Créditos del Instituto Autónomo de Cinematografía (CNAC) y formando parte de juntas directivas de distinguidas organizaciones como la Asociación de Autores Cinematográficos (ANAC) en el año 1998 y de CAVEPROL en el 2006 (Asociación de Productores de Cine).
No obstante, también participó como jurado en diversos eventos, entre los que destacan el II Festival de Cine Franco-Hispano de Miami (1998), Premio Escuela de Publicidad en Caracas (2003), del “Festival International du Film Pour les Jeunes et la Jeunesse”, Sousse, Túnez 2004 y muchos otros más.
Un amante y brillante cineasta que dejó el nombre de Venezuela bien en alto, dándola a conocer a través de sus trabajos en este campo, poniendo en práctica toda esa maravillosa gama de conocimientos que lo llevaron a ser uno de los mejores.
A Luis Armando Roche donde quiera que esté le decimos: ¡Gracias!, gracias por tus aportes, por tu legado y de haber hecho crecer el cine venezolano.
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