«JesúsChess es mi alter ego, es arriesgado, extrovertido, le encanta hablar con las personas, dar charlas, hablar de las bondades del ajedrez y divertirse mientras lo hace, tratando, como no, de vivir en liviandad»
Jesús Jugo es un docente profesional que nunca consiguió adaptarse a lo clásico, estuvo por muchos años amando el ajedrez hasta que finalmente dio con su verdadera pasión: enseñar ajedrez. Pudiera parecer que fue un resultado de la casualidad, pero la verdad es que, analizando su pasado, siempre estuvo ejecutando los movimientos apropiados para ser lo que hoy es, JesúsChess.
JesúsChess es la marca personal de Jesús Jugo, un profesor y entrenador de ajedrez para niños y adultos. Residenciado en Chile desde hace algunos años. Es reconocido como un entrenador de alto rendimiento en Venezuela. Obtuvo más de 10 campeonatos y subcampeonatos nacionales con sus estudiantes en su país natal. Actualmente es reconocido por la Federación Internacional de Ajedrez como instructor internacional y por la Federación Chilena y Española de Ajedrez como instructor nacional. De hecho, sus estudiantes han quedado campeones y subcampeones, a nivel deportivo, tanto en Chile como en Panamericanos, centroamericanos y sudamericanos en los últimos tres años.
En sus propias palabras, Jesús se define como un joven que decidió ser docente y consiguió en el ajedrez la herramienta perfecta para mezclar vocación y pasión en un mismo lugar. Se considera una persona esforzada, que simplemente se ha dedicado a moldear una idea y aprender en cada momento cómo hacer cada vez mejor las cosas. No considera que tiene un talento especial más allá del que todos tienen, solo que es terco, empeñado en mantenerse enfocado, lo que le ha dado fuerza para derribar muchas puertas.
Todo comenzó cuando Jesús Jugo tenía 17 años, dando sus primeros pasos en la enseñanza de ajedrez , lo que automáticamente se convirtió en su pasión. Sin embargo, a sus 22 años, después de enfrentar lo que él consideró un “fracaso laboral”, recibió la oportunidad y apoyo de José Cuello, así el ajedrez se convirtió a tiempo completo en su pasión y forma de entender la vida.
"Nunca me dedique a jugar ajedrez para mi"
En realidad, desde sus días en el colegio, Jesús Jugo ya se dedicaba a enseñar, esto fue por los varios grupos juveniles a los que perteneció, entre ellos recuerda Huellas, donde aprendió la importancia de servir al prójimo. Posteriormente, cuando estaba estudiando en el Instituto Pedagógico de Caracas (IPC) pudo reencontrarse con su amor por el ajedrez. Muchas veces se encontraba escapando de las clases para jugar con otros compañeros o profesores. Nunca se ha dedicado como jugador profesional de ajedrez, pero sí estuvo desde el inicio encantado con entrenar a otros en este juego de ingenio. Pero no lo malinterpreten, Jesús siempre se dedicó a sus estudios universitarios, a sus estudiantes y especializarse como entrenador y profesor. Fue precisamente por no haberse dedicado como jugador que consiguió retos al momento de enfocarse en su carrera independiente como entrenador. No tomaban en serio su talento, pero agradece a los representantes, profesores y amigos que lo apoyaron durante todo el camino para que JesúsChess sea la grandiosa academia en línea y presencial que es actualmente.
Volviendo a su época de estudiante, la casualidad de estudiar en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador lo llevó a visitar el club de ajedrez de la universidad Antonio Palacios (en honor a uno de los mejores ajedrecistas de la historia de Venezuela). Allí contó con el apoyo de Felipe Bolívar, Silvio Torres y Stanlin Pacheco, desarrollando su pasión por el ajedrez. Fue en esa sala que se convirtió en su casa para aprender y estudiar. Ahí mismo ejecutó sus pasantías y recibió una beca enseñando a estudiantes.
Con el paso del tiempo comenzó otro proyecto, un taller de ajedrez en el Colegio Bicentenario de Bolívar ubicado en El Paraíso. Llegó ahí por el profesor José Cuello (una gran influencia en su vida). Al poco tiempo convirtió el ajedrez en una materia y Jesús contó con la compañía de la directora Rosalin Castellanos, una pieza clave que siempre estuvo ahí para soportar y apoyar las «locuras con el ajedrez» de Jugo.
Por supuesto que dio resultados, lo que siguió fue que habiendo comenzado su carrera como docente y entrenador de niños en el ajedrez, iniciaron las asistencias a diferentes nacionales y, con el paso del tiempo, logró sus primeros resultados positivos en eventos individuales y por equipo. Paralelo a ello, se desempeñaba como preparador del área de literaturas europeas en su universidad y mantenía el enfoque en sus estudios. Una vez graduado, detuvo el ajedrez para dedicarse profesionalmente a lo que había estudiado, lo que no resultó tan positivo como creía. Trabajando como docente de lenguaje en el Colegio Santiago de León de Caracas, por no saber manejar sus tiempos, renuncia a los meses. Pero en realidad, es que estaba destinado para otro tipo de enseñanza. Así que vuelve a encontrarse con José Cuello (quien ya a estas alturas consideraba su mentor), él lo llevó a un nuevo proyecto de la Academia Nacional de Ajedrez junto al Sr. Harald Valentiner. Una experiencia que recuerda con mucho cariño por haberse dedicado a enseñar a niños becados de situación social sensible. Alcanzó gracias a Giovanny Hernandez (el Presidente de la Asociaciòn de Ajedrez del Distrito Capital) la oportunidad de integrarse de forma fija como uno de los entrenadores del estado.
A partir de ese momento, Jesús Jugo fue asistente y entrenador de la Selección Nacional para los Juegos Suramericanos escolares. Pasan los años y llega el 2018, cuando decide emigrar a Chile y se reencuentra con uno de sus estudiantes más destacados, Mauricio Marrujo. Y al año siguiente ya tenía la firme idea de fundar su Academia con una visión pedagógica y orientada al desarrollo personal.
JesúsChess nació de casualidad
Estando en proceso de creación su nuevo proyecto, la prima de Jesús (quien es comunicadora social) le sugirió crearse un instagram y mientras buscaba ideas llegó a JesúsChess. Inicialmente a Jesús no le gustó el nombre, pero era una forma muy clara de diferenciar quien era, mientras Jugo es introvertido, JesúsChess es totalmente extrovertido en cada clase. Así que todos comenzaron a reconocerlo con este nombre que ahora ya es su marca personal. Su prima, por supuesto, se mantuvo apoyándolo en las redes sociales.
Jesús define JesúsChess como un geek, sincero que rompe todo los mitos sobre la enseñanza del ajedrez y la enseñanza en general. Es una marca que viene con la idea de educar a los padres, ayudarlos a entender a sus hijos, recordarles lo importante que es para un niño jugar, enamorar a los niños del ajedrez y recordarle a todas las personas que una de las cosas más importante es jamás dejar hacer las cosas con la misma pasión que las hacían cuando todavía eran niños.
De esta forma comenzó otra etapa para Jesús Jugo en Chile. Obtuvo a nivel profesional los títulos de instructor de la federación internacional de ajedrez, coordinador de ajedrez de la ECU (Comunidad Educativa de Ajedrez), instructor nacional de la Federación Chilena de Ajedrez e instructor escolar de la Federación Española de Ajedrez. A nivel profesional pudo revalidar sus estudios como profesor en el área de lenguaje y comunicación y diplomarse en inteligencia emocional. Es secretario de la Fundación de Ajedrez Social y Terapéutico de Chile. Por el lado deportivo, los estudiantes de la academia JesúsChess han obtenido campeonatos, subcampeonatos Chilenos, Panamericanos, Sudamericanos y Centroamericanos. Sin embargo, lo más importante de su carrera profesional, siempre es y será, el título que le dan todos sus estudiantes y familiares, dándole el honor de llamarlo profesor.
El ajedrez es el mundo de las 1001 posibilidades
Debido a todas esas posibilidades, Jesús Jugo decidió desarrollar la enseñanza a través del juego. Utilizando como referencia la frase “el hombre deja de jugar porque envejece, envejece porque deja de jugar” y meditando en que los adultos suelen hacer las cosas por obligación hasta que se vuelve un ciclo sin fin de monotonía, aplica lo útil del juego en manos de un niño: explorar el mundo sin tomarse muy en serio ganar o perder. Así que con este método, Jesús enseña adentrarse al juego con la simple motivación de vivir y disfrutar al máximo ese instante.
Jesús Jugo se puede resumir en un joven inocente, soñador y arriesgado. Con ganas de enseñar a las personas a no perder su esencia de cuando eran niños. A través del juego aprenden a interpretar la realidad, ensayar conductas, asumir roles, entender reglas, emociones, pensamientos y descargar impulsos.
Con una respuesta muy larga, Jesús expresa todo su amor por el ajedrez. Su pasión es tan palpable que a kilómetros de distancia se puede apreciar que la vida dedicada a una causa por motivación propia es la mejor vivida. Para Jugo enseñar a través del ajedrez lo es todo. Destaca las millones de las posibilidades: un peón puede convertirse en dama, donde hasta el jugador más valiente puede sentirse preocupado por una amenaza de jaque, un juego donde la perfección se logra no con la victoria sino con el empate, porque si ambos jugadores hicieron todo perfecto el resultado sería un empate, lo que nos demuestra que el ganar o perder es solo un asterisco en el asunto lo importante es dar lo mejor en cada partida.
Para él, el ajedrez es una disciplina, arte, ciencia, juego y deporte a través del cual se logra el autoconocimiento, aprender que lo que existe a primera vista no es lo correcto, requiere de saber discernir y trabajar en la idea hasta que ves lo que hay detrás de ella misma y es ahí cuando se entiende que no es la jugada lo hermoso, si no la idea detrás de la misma.
Así, el ajedrez es importante para educar, a través de él se puede enseñar lenguaje, matemática, geometría, historia, música, meditación, filosofía, geografía, entre otras. Es una actividad multidisciplinaria que se mantiene viva con el tiempo. De igual modo, el ajedrez no tiene edad, un niño de 4 años puede aprenderlo y ya los 5 está jugando a la par con un adulto, el ajedrez no ve género, no ve nacionalidades, color o estatus social. Jugo sencillamente destaca, no es un “qué” es un “cómo”. Es necesario verlo con sus aplicaciones infinitas, con beneficios para la salud, tanto a nivel mental como físico, inclusive, está demostrado que personas practicando ajedrez han bajado de peso ¡y esto es totalmente válido porque las neuronas se alimentan de glucosa, (entre otras cosas)!
Jesús Jugo aprendió por experiencia que el ajedrez es un acto de aprendizaje y todo acto de aprendizaje requiere un tiempo. Es por este motivo que él le muestra a los padres que deben “respetar los tiempos” de sus hijos, nadie aprende a hablar, caminar, leer o escribir en tres meses. Debido a ello, lo más duro que le ha tocado aprender en sus últimos años al ser profesor es no emitir juicio, solamente se limita a respetar los procesos de cada quien.
«Lo más desafiante de enseñar a un niño es mantener su interés y atención. Lo más desafiante de enseñar a un adulto es tratar de mostrar que debe volver aprender a oír, pensar y escuchar antes de decir una jugada en el tablero.»
Además de la academia en línea, Jesús Jugo comenzó su propio podcast Muévete con Propósito. En este educan a todos aquellos que desean saber lo que hay en común entre la vida y el ajedrez. Recibe invitados especiales, tanto ajedrecistas como personas que comparten cómo fue que hallaron su propósito y cómo, a través de los fracasos, pudieron aprender a sobresalir en cada una de sus áreas en este tablero de la vida.
Un podcast que surgió de una conversación casual con Carlos “Café”; un comentario de un estudiante que le sugirió “me encantaría que esto que me enseñas lo explicaras en un podcast” y un curso gratuito por Mariangel Ruiz, permitió que se convirtieran en uno de los 225 podcast educativos más escuchados de Chile con más 1300 reproducciones en más de 26 países. Además de poder entrevistar a personas que Jesús admiraba desde hace años, como Ousman Oumar conferencista de TED y autor del libro Viaje al país de los blancos. Jugo continúa trabajando en este proyecto y prepara dos sorpresas más para este año.
Su consejo para todos los que deseen (o no crean que hay posibilidades de dedicarse al ajedrez) es que tengan claro que en la vida el limite lo colocas tú mismo. «Vaya, arriesgue, juegue, que lo peor que puede pasar es que pierda y más que perder habrás descubierto una forma en la que no se ganaba: la belleza que tiene el ajedrez es que nos enseña que puedes ser lo que tu quieras ser.
Cuando un niño aprende a caminar se cae cientos de veces y jamás lo ves pensando en dejar de intentarlo. Nunca dejemos de ser niños en ese aspecto.»
Jesús Jugo continúa disponible en JesúsChess, en sus redes sociales y en Muévete con Propósito.
