Juan Lovera fue un reconocido pintor colonial venezolano, estuvo muy activo en el romanticismo y destacó en el retrato. Resaltó por las pinturas históricas del siglo XIX, entre ellas están: El tumulto del 19 de abril de 1810 y El 5 de julio de 1811. Esto le permitió recibir las etiquetas de El pintor de los próceres, El último pintor colonial y El primero republicano. Los mismos investigadores venezolanos definen su estilo como “ars clásico”.
Una juventud siempre interesada en el arte
Juan Lovera siempre mantuvo un interés especial por el arte, esto no está especificado en algún libro de historia, pero su vida muestra con hechos que así fue. Nació el 11 de julio de 1776, hijo de Atanasio Lovera y de Juana Rosalba Arrechederra. Estudió en el Convento de San Jacinto de los frailes dominicos durante sus primeros años. Asistió al taller de Antonio José Landaeta como aprendiz. En 1804 asistió a las clases de dibujo en la academia privada del pintor italiano Onofre Padroni en Caracas. En 1799 el historiador Manuel Landaeta Rosales explica que Lovera tenía su propio taller y pintó un retrato de Alejandro de Humboldt durante su visita a Caracas. En 1804 restauró el retablo y pintó un cuadro del Padre Eterno de la iglesia parroquial de La Victoria, Estado Aragua.
Posteriormente, se volvió parte del movimiento independentista lo que lo llevó a ser perseguido después del triunfo de Domingo de Monteverde en 1812. En 1814, emigró a Cumaná dedicándose por un tiempo a enseñar pintura, esto por la invasión del ejército de José Tomás Boves en Caracas. Otro historiador, Carlos Duarte, niega esto y afirma que en realidad viajó por las Antillas, especialmente a Puerto Rico, Martinica o Curazao, hasta 1820 cuando regresó a Caracas. Esta misma fecha fue en la que pintó el cuadro de La Divina Pastora, que aún se conserva en la Galería de Arte Nacional, además de comenzar como profesor de dibujo en la escuela pública dirigida por Felipe Limardo.
En 1821 el compromiso de Juan Lovera por la causa independentista comenzó a ser tomado en cuenta, por lo que se volvió corregidor segundo de Caracas por mando del vicepresidente general Carlos Soublette e incluso, más tarde, fue el alcalde ordinario de segunda elección del Cabildo caraqueño. En 1824 lo nombraron representante en el Congreso y en 1836 concejal suplente del Ayuntamiento.
Juan creó "El tumulto" porque fue un evento histórico importante
En 1824, Juan Lovera comenzó a realizar retratos, colaborando con personajes importantes: José Antonio Páez, Cristóbal Mendoza, Juan de la Madriz, José María Vargas, Mariano Herrera Toro, Tomás Hernández de Sanabria, José Joaquín Hernández y Lino Gallardo. Le permitió crecer en prestigio y en 1825 Juan Lovera recibe la solicitud del escultor José de la Merced Rada, trabajan en una escultura del Libertador exclusiva para la Plaza de San Jacinto, lamentablemente no se logró por falta de recursos. Sin embargo, en 1827 ya tenía retratos de Simón Bolívar durante su última visita a Caracas. Es precisamente unos de estos que llegó al pintor John Neagle en Filadelfia, el que formó parte de la colección de la Sociedad Histórica de Pensilvania.
En 1828 el coronel Francisco de Paula Avendaño invita a Juan Lovera al taller litográfico de Venezuela en La Guaira para realizar obras con esta técnica, lo que le permite a Lovera ser uno de los primeros experimentadores. Luego, llegan sus obras más importantes, en 1835 pintó El tumulto del 19 de abril de 1810. Este fue un obsequio para la Diputación Provincial de Caracas, en la que agregó una carta explicando su deseo de mantener en la historia este importante momento. Siguió en 1838 su obra El 5 de julio de 1811, entregándola como regalo al Congreso Nacional. Le sumó en la parte inferior dibujos de cada firmante más la guía numérica con sus respectivos nombres. Estos están en la Capilla Santa Rosa de Lima en Caracas actualmente.
Los siguientes años de Juan Lovera fueron dedicados a las clases, sobre todo en la academia de dibujo dirigida por Vicente Méndez. Lo que hace asumir a los historiadores que fue maestro de los pintores Pedro Lovera y Celestino Martínez. No obstante, sí hubo otras pinturas, puesto que dedicó más de 40 años al arte. Falleció el 20 de enero de 1841.
