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Del humor y amor, surgió Aquiles Nazoa

«Como el incurso en un caso de desahucio por demolición, en él he recogido apresuradamente los últimos cachivaches de mi corazón y de mi memoria. Historia, crónica, poesía, retratos amados, cambian en mi libro de una página a otra, sin otro elemento de ensamblaje entre las partes que el secreto hilo de amor con que pacientemente me puse a unirlas» (1967)

Aquiles Nazoa es considerado uno de los iconos más importantes para el conocimiento popular venezolano, su legado es una expresión de la venezolanidad. Su humor ha trascendido por los años, manteniéndose presente por su escritura y trayectoria de vida. Fue un periodista y escritor destacado por sus ensayos y poemas.

Nació el 17 de mayo de 1920 en El Guarataro,  parroquia San Juan, Caracas. Sus padres fueron Rafael Nazoa y Micaela González. Su hermano fue el también poeta, Aníbal Nazoa. Vivieron en un hogar de escasos recursos económicos, lo que llevó a Aquiles a trabajar desde sus 12 años. Estuvo casado con Estrella Fernández-Viña Martí, fallece a los años y luego en 1949 se vuelve a casar con María Laprea.

Aquiles Nazoa

Aquiles Nazoa fue un estudiante autónomo, escritor por pasión

En su adolescencia le tocó estudiar por su cuenta mientras trabajaba. Varios de sus empleos fueron como aprendiz de carpintero, telefonista, botones en un hotel, hasta 1935 cuando entra como empaquetador en el Periódico El Universal, donde pudo escalar en las posiciones, aprendiendo la corrección y tipografía. Aprendió francés e inglés por la lectura, alcanzando el puesto de guía turístico en el Museo de Bellas Artes de Caracas en 1938. Fue corresponsal de El Universal en Puerto Cabello, colaborando con el diario El Verbo Democrático. En este puesto escribió una crítica sobre el poco interés del gobierno por la malaria, recibiendo encarcelamiento por dar su opinión en 1940.

Luego de ser liberado, se mantiene en Caracas trabajando en Radio Tropical y en el periódico El Universal, esta vez como escritor en la columna Por la misma calle. Al tiempo se integra a Últimas Noticias, escribiendo poemas de humor con el seudónimo de Lancero. Luego fue el semanario El Morrocoy Azul, escribiendo comedia satírica como Jacinto ven a veinte y la sección más popular, Teatro para leer.

En 1943 colabora en El Nacional. En 1945 ya es un escritor publicado con El Transeúnte Sonreído. Mismo año en el que colabora en las revistas Élite y Fantoches, en la última pudo desenvolverse como director por varios años. En 1948 recibe el Premio Nacional de Periodismo en la categoría escritores humorísticos y costumbristas. Dos años después publica dos libros más: El Ruiseñor de Catuche y Marcos Manaure. En 1953 comienza a trabajar en la revista humorística El Tocador de las señoras, su trabajo en el Morrocoy Azul se vio afectado por temas políticos; incluso en 1955 se exilió por la misma situación.

«Con su prosa diáfana y cercana se convirtió en El poeta de las cosas sencillas”

Regresó en 1958, de una vez recibe la propuesta de trabajar en la revista Dominguito, el cual acepta. En 1959 los hermanos Nazoa crean Una señora en apuros, una publicación humorística con pocos números. Le siguió El fósforo en 1960, pero esta junto a Dominguito fueron clausuradas por el gobierno a finales de 1960. Aquiles Nazoa continua y publica Caballo de manteca durante el mismo año. Con todas esas publicaciones, tienen suficiente material para sacar al mercado en 1970 la compilación Humor y amor.

Otras de sus publicaciones fueron las monografías, estudios y ensayos: Cuba, de Martí a Fidel Castro (1961), Caracas, física y espiritual (Caracas, 1967),esta le permitió ganar  el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal, más trabajos de crítica de arte, y sus numerosas conferencias de divulgación cultural. En 1966 publicó Los humoristas de Caracas, una compilación. Preparó los libros La vida privada de las muñecas de trapo, Raúl Santana con un pueblo en el bolsillo y Leoncio Martínez, genial e ingenioso. Fue conferencista, dio charlas, llevó el programa televisivo Las cosas más sencillas y fue parte de la creación de un grupo actoral encargado de llevar a la práctica Teatro para leer.

Nazoa

«Aquiles Nazoa fue un poeta de ternura infinita. Sus textos remiten al corazón, a la imagen pura del ser, a los predios de la emoción, a la ciudad donde la imaginación asienta sus poderes creativos.»

Con más de 20 publicaciones en libros, además de infinidad de publicaciones en prensa, sufre un accidente automovilístico en la autopista Caracas-Valencia el 25 de abril de 1976, en el que Aquiles Nazoa fallece y deja a Venezuela con preciosos recuerdos de su memoria.

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