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Cindy Soto es comprensión y conexión con los perros

«Trabajar con animales me encanta, lograr la conexión con ellos, entender lo que nos quieren expresar y brindarles mi apoyo para que sean felices, es gratificante»

A través de su trabajo, Cindy Soto puede demostrar diariamente, con hechos, que los perros son extremadamente inteligentes y empáticos. Una veterinaria, fundadora de Asopatica (una asociación de ayuda animal) y entrenadora canina especializada en modificación de conducta. Está completamente feliz con su trabajo, algo no convencional pero extremadamente necesario en el país. Con el que puede ayudar a personas y animales por igual, divirtiéndose y llenándose de pelos.

Para Cindy Soto, ser entrenadora canina es una relación ganar-ganar. Ha obtenido experiencia, amistades (caninas y humanas) y conocimiento, especialmente sobre los perros: su manera de hacerse entender, su fidelidad, su forma de responder ante situaciones determinadas. Expresa que los perros son seres auténticos. «Sin embargo, no todos entienden mi labor con los perros, más bien lo critican. Eso me hace poner más de mí.»

Cin, como la apodan sus amigos, comenzó como licenciada en administración comercial, egresada de la Universidad de Carabobo. Esta fue su primera profesión, pero su vocación siempre fue estar involucrada en los animales. Cuando finalizó la carrera fundó junto a varios amigos Asopatica, una asociación sin fines de lucro que busca promover el amor y cuidado a los animales. Por medio de esta ayudaron a muchísimos perros, con esterilizaciones, cuidados y búsqueda de hogares responsables para los perritos abandonados en la UC. Esto le permitió conocer a Sansón, traumatizado por el maltrato que había sufrido y con problemas de agresividad, lo que hacía imposible conseguirle hogar. Gracias a él, Cindy inició su formación como entrenadora y luego adiestradora, deseando ayudar a los perritos a mejorar su conducta y lograr una conexión especial con su familia humana. Esta formación la realizó con Carlos Betancourt, «el hombre que escucha a los perros».

entrenamiento
Cindy Soto es una veterinaria, entrenadora y adiestradora de conducta canina.

Posteriormente fue docente de la misma academia, así como ha podido continuar ayudando a más perritos como Sansón (o Sammy para ella) a ser buenos ciudadanos caninos. En la actualidad, ha conocido a un gran número de perros, de los cuales 32 han viajado al exterior para vivir con su familia gracias al adiestramiento especial que ella les ha enseñado. 6 años después se integró en medicina veterinaria en la UCV. Continuando sus estudios, siguió como locutora certificada de la UCV y actriz de doblaje de voz. Estos con la finalidad de enriquecer sus herramientas comunicacionales y llegar a más personas con el mensaje de amor a los animales.

"Si amas lo que haces no puedes llamarlo trabajo"

Un entrenador canino es necesario porque así como los humanos adquieren educación y formación como parte fundamental para su inserción y desempeño en la sociedad, para los perros es vital recibir instrucción para ser un buen ciudadano canino. El entrenamiento canino no es solo saber sentarse o no morder, es saber relacionarse con el entorno, facilitando la relación armónica con los humanos. Y hasta ahora, para Cindy Soto ser entrenadora canina es un regalo maravilloso. Los dueños o papás de los perritos se han dado cuenta de lo valioso que es adiestrar a sus mascotas y comienzan a verlos como parte de la familia.

Para modificar la conducta canina, el primer paso que da Cindy Soto es conocer la razón por la cual el perro desarrolló su comportamiento. Es necesario conocer cómo aprende el perro y saber que, al igual que los humanos, cada perro aprende a su ritmo, con debilidades y fortalezas. Su labor es aprovechar esas fortalezas para mejorar el comportamiento, con refuerzo positivo y castigo negativo: premiar lo bueno e ignorar lo malo, para que haga más cosas buenas por una recompensa. Un buen perro es aquel que puede relacionarse sin agredir ni destruir. Ya que la agresión describe el mayor temor de los dueños.

Cindy
"Es necesario conocer cómo aprende el perro y saber que, al igual que los humanos, cada perro aprende a su ritmo, con debilidades y fortalezas."

Los humanos no suelen entender que los animales tienen motivos por los que actúan de cierta forma, además de la poca cultura que existe sobre el cuidado animal. Para ello, Cindy explica que los perros son el reflejo de su ambiente y genética. Criarlos de una manera en particular afectará su comportamiento. Es real el dicho de que muchos perros y gatos se parecen a sus dueños. Ella, como adiestradora, puede evaluar gran parte del comportamiento del perro solo viendo como se porta la familia. Los perros son como esponjas: absorben patrones y hábitos. Esos hábitos también demuestran si el perro recibe cuidados o algún tipo de maltrato. La frase “trata como te gustaría que te trataran” aplica a la perfección con nuestros amigos animales.

Para entender a un animal, especialmente su conducta, necesita de comprensión por parte del humano, después de todo, esta es la especie capaz de razonar y en lugar de atacar, debería conseguir respuestas coherentes, donde la mejor forma de hacerlo es tomando el tiempo para ponerse en el lugar del can. Pero sucede que, como explica Soto, ponerse en su lugar no siempre es sencillo, ya que siempre pensaremos como humanos. El verdadero reto es despojarse del ego y pensar como perro, con simpleza y autenticidad. Pensar y sentir la necesidad del perro, y más importante, saber que es un perro, con lo maravilloso del término. Cabe destacar que muchas veces los humanos piensan que el perro puede ser feliz si se porta como humano y no hay nada más alejado de la realidad. El perro necesita disfrutar de ser perro, sus necesidades son distintas a las humanas, tienen hábitos y un temperamento propio de su especie. «Por favor, no confundamos amar y cuidar a nuestro perro con humanizar.»

La mayor motivación de Cindy Soto es que la manada sea feliz

Con una labor tan maravillosa como lo es pasar los días entre mascotas, Cindy Soto recuerda la preciosa experiencia que fue lograr que Sansón se volviera su perro modelo. Fue una gran alegría que surgió como respuesta del trabajo, paciencia y mucho amor. Así como Sammy mejoró, muchos otros perritos lograron cambios impresionantes. Pekita fue su primera estudiante formal, pudo mejorar muchísimo su conducta, ella “mordía a la salida”. Otro fue Maxiboo, un estudiante ejemplar al que amó muchísimo; logró insertarse en la sociedad como un perro de apoyo. Abby, la que por cariño trató como «su negra», una de las tantas representantes de su trabajo que ha viajado con su familia y ahora es toda una española educada. Evangeline, la ternura hecha perro, ha demostrado que los cambios son posibles y que el exceso de energía se puede modular con amor. Además del caso reciente, por el cual no apostaban mucho por ser “una perra terrible” que terminó dejando boquiabiertos a sus dueños, ella es la negra Dakota. Todo esto solo hace agradecer a Cindy, por toda la confianza que depositan en ella personas interesadas en la mejora de sus mascotas, quienes los dejan en las manos de Soto y logran estrechar lazos poderosos de amistad.

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Sintiéndose representada con tres frases, que describen lo que Cindy Soto es y hace: “gloria a Dios”, “cuando la conexión es especial, las palabras sobran” y “haz lo que puedas con lo que tengas”. Son a su vez su motivó a continuar. Es una persona sencilla, con muchas ganas de hacer de este mundo un lugar mejor. Perseverante, extrovertida, alegre, leal, noble, amante de la justicia e igualdad. Sensible a más no poder. Encantada con ser parte de la solución, apoya la unidad, «si todos estamos en el mismo equipo, mucho mejor» y vegetariana por los animales, por la vida y el planeta. De hecho, ama todas las comidas vegetarianas que prepara su mamá, su comida la llevan a sus brazos. Cuando la ve sus primeras palabras son “vieji, quiero empanadas de soyita”.

Cindy se siente afortunada de poder decir “no puedo comer lo que protejo”, lo que a veces es suficiente para justificar su negativa a comida e invitaciones que no incluyan la comida vegana. Lo que no resulta fácil, no todos lo entienden, se ofenden o burlan. Así que su respuesta es disculparse y explicar, esto hace posible que su discurso animalista cambie puntos de vista, donde ella también aprende mucho y hace posible el ser tolerantes y convivir. Por otra parte, cuando se trata de quienes se niegan a la comida vegana porque “la proteína animal es sumamente necesaria», explica que todo alimento tiene proteínas, unos más, otros menos. En cualquier estilo de alimentación es muy importante investigar sobre lo que estás comiendo, tus requerimientos y cómo suplirlos. Los veganos o vegetarianos no escapan de eso. Solo es necesario «saber comer”.

Esta maracayera, habitante actual de la ciudad jardín, alienta a quienes deseen dedicarse a la protección animal, adiestramiento canino o lo que sea para llevar una vida animalista: si es posible, si se quiere, se puede. Para ella «no hay nada más gratificante que ver miradas contentas y colitas moviéndose agradecidas.»

Mascota

Cindy Soto, la entrenadora canina ofrece clases presenciales y online. Pueden conseguirla y conocer más sobre ella en sus cuentas @cindysotodogteacher y su cuenta personal.

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