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Gregory Carreño ¡un gran músico para Venezuela!

“No suelo esconderme nada, al enseñar doy todo de mi y todo lo que puedo saber, sin reservas y entrega.”

Gregory  Carreño es clarinetista, pedagogo, director  de  orquesta  y  coros. Pertenece  a  la  generación  convocada  por  el Maestro José  Antonio  Abreu  en  1975  para  fundar  la  Orquesta  Nacional  Juvenil  de Venezuela. Actualmente reside en Florida, es director fundador de la Plantation Chamber Orchestra. Y sigue como pedagogo, realizando tutorías y clases magistrales de Dirección Coral y Orquestal a jóvenes directores de Venezuela y América Latina.

Gregory Carreño nació en la maternidad Concepción Palacios en la parroquia San Juan, actual Municipio Libertador. Pertenece a una de las familias musicales más  importantes de Venezuela, egresado de escuelas y conservatorios de música  venezolanos como Profesor Ejecutante de Clarinete y Profesor de música con  menciones honoríficas. Estudió composición, dirección orquestal y análisis de la forma con los maestros José Antonio Abreu y Juan Bautista Carreño. Posteriormente estudió en la Escuela de Música  de la Universidad  Nacional  Autónoma  de  México (UNAM)  Dirección Coral y Orquestal, bajo la guía del Maestro Enrique Ribó. A esto se le suma la Academia Latinoamericana para Directores de Orquesta del Centro Interamericano de Estudios Musicales (CIDEM).

Desde 1975 Carreño comenzó el desarrollo de su carrera musical, con intensa consolidación y formación artística. Su trayectoria le permite ser un referente nacional. Una pieza importante para consolidar, fundar y fortalecer el movimiento Orquestal y Coral en Venezuela.

Gregory Carreño
Gregory Carreño, de la generación de fundadores de El Sistema

"En mi casa siempre estuve en contacto con este arte tan maravilloso"

Cuando Gregory Carreño dice que viene de un hogar musical, es porque comenzó con su padre, también clarinetista. El tocaba y estudiaba mucho en casa, causando el enamoramiento en el joven Gregory, especialmente del sonido del instrumento, el cual considera maravilloso y que le ha dado tanto significado a su vida. Sin embargo, para él pertenecer a una familia de grandes músicos es un compromiso y responsabilidad enorme. Siempre debe tratar de mantener un nivel artístico y legado musical alto porque desea destacar, sobre todo ante quienes opinan o hacen comparaciones. Resalta que lo positivo de ello es que adquiere mayor aprendizaje, debido a que es estimulado a prepararse y ser mejor.

Su experiencia como estudiante de música en México fue en 1975, su primera vez saliendo del país específicamente como estudiante. Fue durante la primera gira de conciertos con la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela, cuando el mismo maestro Abreu antes de culminar el viaje le pidió que se quedará:  “Mi querido, por favor, quiero que te quedes aquí en Ciudad de México para que estudies con un gran maestro de coros que está dictando clases de dirección en la escuela de música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ya tengo todo hablado y listo con la embajada para que te puedas quedar allí y realices estos estudios”. Esto le permitió aprender del maestro español Enrique Ribó. Una experiencia que le permitió descubrir más de la música, la cultura, arqueología, entre otros aspectos de México.

De sus recuerdos en conciertos, Gregory Carreño atesora buenos recuerdos, entre ellos uno en 1993 después de ganar el concurso como titular de la Orquesta Sinfónica del Estado Trujillo, asistió a un concierto en la Sala José Félix Rivas del Complejo Cultural Teresa Carreño, momento que se volvió muy especial para él. A este se le suma el recuerdo de toda la serie de conciertos que realizó como director de la primera generación de la Orquesta Nacional Infantil de Venezuela. Los dos conciertos por el 20 y el 40 aniversario de El Sistema, en el que pudo dirigir bajo la petición del maestro Abreu en el Teatro Teresa Carreño. La gira de conciertos que organizaron posterior a su primer premio del diploma como director de orquesta del Centro Interamericano de Estudios Musicales que pertenece a la OEA, realizados en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, en el Teatro Nacional de República Dominicana y en el Teatro Colón de Buenos Aires.

Los recuerdos no paran de llegar, como el concierto con La Sinfónica del Estado Trujillo en la Concha Acústica, después de la recuperación de Gregory Carreño de un accidente automovilístico en el que quedó cuadripléjico y del cual milagrosamente se recuperó. El maestro Abreu lo nombró titular de la Orquesta Sinfónica del Estado Miranda, lo que Carreño considera clave durante sus primeros años de recuperación después del accidente. Estas fueron sus terapias laborales y su renacer como director de orquesta, cuya agrupación ama y siempre llevará en un lugar muy especial de su corazón. No puede pasar por alto a sus amados niños y jóvenes del Núcleo Los Teques, los que clasifica como “tantos años de dicha y florecimiento musical”.

Gregory Carreño
De sus recuerdos en conciertos, Gregory Carreño atesora buenos recuerdos.

Por último, Carreño recuerda el Réquiem de Mozart en 2012 con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela y la Coral Nacional Simón Bolívar en la sala Simón Bolívar del Centro de Acción Social por la Música en la ciudad de Caracas. Un concierto emotivo, cargado de momentos musicales de extrema belleza y nivel artístico. Se sintió muy dichoso de estar con excelentes solistas, entre ellos su esposa Samia Ibrahim como soprano, sus dos hijos Gregory Mauricio y Alejandro Carreño, como concertino y su nuera Verónica Balda, los tres maravillosos violinistas de la orquesta.

Gregory Carreño de la generación de fundadores

Esta es una anécdota de un hecho que comenzó entre 1971 y 1974, cuando Gregory Carreño era estudiante del Conservatorio de Música del Estado Aragua en Maracay. Junto a otros jóvenes formaban parte de dos agrupaciones: la Coral Filarmónica con la dirección del maestro Igor Lanz y la Orquesta Experimental dirigida por el maestro Juan Carlos Núñez. Ellos, a su vez, invitaban para ensayar y realizar conciertos en ambos grupos al maestro José Antonio Abreu, quien no era tan reconocido en ese momento y a quien Carreño define como “un músico, un artista, un ser humano excepcional, un gran director, uno de los hombres más laureados del planeta tierra”. Expresa que eran un maravilloso triángulo piramidal para guiar. Gregory siempre estará agradecido por haber compartido con estos hombres, o como él prefiere llamarlo, agradece a la divina providencia por cruzar sus caminos. Esto fue un momento que cambió su vida y rumbo musical por senderos que hoy atesora y agradece desde lo más profundo de su alma.

Entonces, fue en estos momentos cuando inicia estudios con el maestro Abreu en dirección, análisis, piano y composición. Un viaje de conocimientos que comenzaba desde Maracay para Caracas en autobús. Tenía oportunidades en las que viajaba en el propio auto del maestro y en el trayecto conversaba sobre sus proyectos en marcha. A lo que Gregory Carreño jamás imaginó la magnitud de lo que se convertirían. Y fue precisamente en el año 1974 que el maestro Abreu junta a algunos jóvenes que él había escogido de Aragua, siendo en el año 1975 el concierto inaugural de la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela “Juan José Landaeta”, institución que daría pie a esta gran empresa cultural musical, la cual cambiaría para siempre la historia contemporánea, sociocultural y musical de nuestro país, El Sistema Nacional de Orquestas y Coros de Venezuela, hoy día, El Sistema.

Gregory Carreño
Gregory Carreño junto al maestro Abreu en el año 1974. En 1975 fue la fundación de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros de Venezuela, hoy día, El Sistema.

En cuanto a la faceta de Gregory Carreño como director de orquesta, explica que es un trabajo muy diverso. No se trata solamente de estudiar a profundidad las obras musicales, para poder transmitir objetivamente su pensamiento a los integrantes y lograr la interpretación deseada, sino que debe programar los distintos tipos de ensayos, bien sea de fila, seccionales, generales, programar los conciertos, hacer las invitaciones a distintos directores solistas, estar pendiente de la preparación artística de los integrantes de la agrupación. Poder ser el guía de tantos músicos, no solo en lo musical sino en su formación como individuo, especialmente cuando las orquestas están conformadas por niños o jóvenes. 

Como resultado, disfruta apreciar el ensamble sonoro después de largas jornadas de trabajo y preparación. Esto lo traduce en excelencia. Puede ver con orgullo el resultado de armar toda una estructura de organización empresarial, el intercambio de ideas con los integrantes de las agrupaciones, conocerlos, guiarlos, prepararlos, hacerles un mejor camino para lograr que se queden y estimularlos por sus diferentes talentos. A esto se le puede sumar su pasión por compartir conocimientos sin miedos ni medidas. Le encanta transmitir las debilidades que poseo para que sus alumnos no cometan los mismos errores. Por otra parte, comentar sobre sus habilidades y destrezas para que sus alumnos puedan mejorar y potenciar. “Me ocupa auparlos a la lectura, a introducirlos en la investigación para que logren actualizar conceptos aprendidos, me llena de satisfacción cuándo los veo triunfar y surgir como nuevos líderes.”

Entre las vivencias que Gregory Carreño recuerda como docente, está la primera vez que vio a sus dos hijos, ambos violinistas, tocar juntos el doble concierto para dos violines y orquesta de Antonio Vivaldi, después de largas y detalladas horas de trabajo previo, enseñándoles el estilo, forma, modo y manera de interpretarlo fue un momento único. Otra fue cuando ocho de sus alumnos, (del programa de formación académica de El Sistema de Orquestas y Coros) defendieron sus proyectos a realizar en su futuro en cada una de sus regiones, donde eran los líderes, “entregarles su título correspondiente me llenó de mucho orgullo y alegría.”

Gregory: Luchador incansable por la justicia y por el bienestar del otro

Gregory Carreño es un personaje de gustos sencillos, de los que ve la belleza en la simplicidad, como disfrutar de las mañanas con el aroma de un café. Es honesto, franco, sincero, auténtico, leal y sereno, esto lo caracteriza. “Siempre estar para quien nunca dejó de estar a mi lado. Luchador incansable por la justicia y por el bienestar del otro, mi entrega siempre es total por quienes guío o para llevar a cabo un proyecto”. Luchador, perseverante y de gran espíritu guerrero. Su plato favorito son las variantes del mojo trujillano con arepa. El lugar de Venezuela que lleva en el corazón es la ciudad de Turmero en Aragua, donde vivió su niñez y gran parte de su juventud; así como ciudad de Trujillo, la capital donde nacieron sus dos hijos.

Actualmente Gregory Carreño continúa formando generaciones de músicos e instruyendo a jóvenes directores a seguir su camino como líderes. Sigue componiendo y realizando arreglos musicales, da conferencias, clases magistrales, dirige orquesta, coros y es muy activo en el quehacer musical en general. Su consejo para quienes deseen dedicarse a la música es que sean atrevidos y firmes en la decisión. La música es una carrera sumamente exigente, da muchas satisfacciones pero requiere de disciplina, pasión y creatividad. La música es capaz de potenciar al mil por ciento el intelecto y la personalidad, enseña el valor de las potencialidades de los compañeros y ¡muy clave! enseña de compañerismo y compartir, especialmente el compartir intelectual, porque el estudio constante y diario es para mejorar.

Gregory Carreño

Los medios de contacto para Gregory Carreño son su Facebook, Instagram como @gregory.carreno y @gregorycarreno.conductor. YouTube y su email: gcarreno.conductor@gmail.com

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Twitter: @VEIlustres

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