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Mirwill Mejías, la ilustradora que supo salir de las tinieblas

El diseño gráfico y la ilustración han tenido un crecimiento vertiginoso en los últimos años, en especial desde que comenzó la pandemia por Covid-19 el año pasado, que nos ha llevado a reinventarnos y cambiar totalmente nuestra rutina.

Sin embargo, en Venezuela nos hemos visto en la necesidad de ponernos “creativos” y reinventarnos desde mucho antes de la llegada de este virus, pero además de hacerlo prácticamente a diario, siendo un ejemplo palpable de resiliencia y trabajo artístico, desde la óptica de la ilustración el de la venezolana Merwill Mejías o mejor dicho Mirwill Mejías.

Esta mujer aguerrida, llena de vida nos confesó que vivió una depresión y una tormenta emocional al verse atrapada en la debacle nacional, momento en el que también se convirtió en madre, situación en la cual la prioridad de supervivencia e instinto se impusieron ante cualquier cosa.

Por lo que tuvo que poner en pausa muchas de las actividades a las que se dedicaba –que más adelante les contaremos-.

No obstante, un buen día la ilustradora tomó su tableta gráfica y comenzó a ofrecer ilustraciones personalizadas por internet. Gracias a ello, tuvo alrededor de 1200 clientes en apenas seis meses, “más todos los que no pude atender de lo saturada que estaba”, agregó Mrs. Doodle.

Clientes ubicados en cualquier parte del mundo como España, Reino Unido, México, Canadá, Italia y muchos otros países. “Y desde entonces no he parado. Me sigo formando, estudiando, intentando ofrecer lo mejor que puedo a cada segundo. Y además orgullosamente soy cabeza de familia (dos niños, un marido, un gato y 3 arañas) a punta de lápiz”, puntualiza Mejías.

Las curvas de la carrera de Mirwill Mejías

Para Mirwill Mejías su trayectoria laboral no es lineal, pues tal como ella nos comentó está llena de curvas por los altibajos que ha tenido, cosa que nos pasa a todos y forma parte de la vida misma. Sin embargo, ella ha sabido salir airosa y empoderada de cada uno de esos momentos, tal como lo describimos anteriormente.

Para ella, su vida básicamente se divide entre antes y después de ser madre. “Antes de ser mamá, quería ser dibujante y animadora (no porrista, ni animadora de TV, hablo de artista de dibujos animados). Pero en la Venezuela de aquel entonces era complicado encaminarse al respecto”.

A pesar de ello, creció en el medio televisivo y teatral porque también la venezolana es cantante y se desempeñó profesionalmente como artista infantil-juvenil por muchísimos años, incluso cuando ya no era menor de edad. 

Pero mientras se dedicaba a estas actividades, también intentaba dibujar y aprender por su cuenta y, un buen día decide estudiar formalmente para ser Técnico Superior en Diseño Gráfico y al obtener este título continúa formalmente para obtener la licenciatura de Artes Plásticas. Aunque en ambas áreas aprendió muchísimo, nos confesó que eso no era lo que buscaba.

Posteriormente se convirtió en madre y ya conocen cómo fue su historia durante esa época y cómo su vida cambió radicalmente, tras tomar su tableta gráfica.

Desde ese entonces no ha parado. “Y aunque dejé de cantar en escenarios, la música junto a las artes audiovisuales me siguen dotando de herramientas increíbles en este trabajo, sobre todo porque justamente gracias al internet y las redes que me hicieron toparme con las personas y los medios correctos, ahora SI estoy en el camino de convertirme en animadora. Por cierto, lo del apellido “Mrs. Doodle” es porque descubrí que soy un garabato en plena crisis de los 30”, agregó Mirwill.

El estilo “libre” de las ilustraciones de Mirwill y lo que representan para ella

Para nuestra destacada ilustradora no existe un estilo específico que la defina. De hecho encasillarse a uno solo le causa cierto rechazo. No obstante, digamos que su “fuerte” o la tendencia de esta artista es hacia la representación de personajes y situaciones relacionados con el mundo onírico y la infancia.

Aunque también nos dijo: “Me gusta observar y empaparme del entorno social, dibujar momentos clave de la cultura popular”.

Asimismo, hizo referencia a que actualmente estamos en un mundo en la que los portafolios y las redes sociales deben ser perfectas; es decir, con un estilo definido y bien delineado, premisa que no comparte, pues Mirwill Mejías no quiere un álbum de Pinterest, aseverando que “la experimentación no está peleada con el profesionalismo. Todo lo contrario, ser lo más abierto posible en este sentido te abre más puertas. Tu arte no tiene por qué presentarse como un producto terminado y perfecto…todo el proceso, el ensuciarse, el hacer cosas “mal hechas”, divertirte…¡todo eso también es creación!. Y así es como intento vivirlo”.

En cuanto al significado de cada una de sus creaciones y al reconocimiento a cada una de estas Mejías nos aseveró abiertamente que por supuesto, disfruta cuando “piropean” su trabajo como a cualquier ser humano. Pero que también está consciente que no a todo el mundo le va a gustar y hay que aprender a vivir con eso y sobre todo a ser resiliente.

Por tal motivo, no se “come la cabeza” con eso de que si sus ilustraciones gustarán, serán reconocidas o no, “prefiero meter la cabeza de lleno entre mis cuadernos o mi iPad y seguir trabajando. Y es gracioso, porque a mayor concentración y desconexión de las expectativas ajenas, también hay mayor éxito”, apuntó nuestra brillante ilustradora.

De igual manera, Mirwill expresó que, “el éxito no se traduce en ser viral o no. Se traduce en contratos, en la gente que conoces con tus mismos intereses. He conocido artistas increíbles de los cuales aprendo mucho. Me he tomado cafés por Zoom con ex animadores veteranos de Disney y he chateado a las 12 pm con profesores de arte de otros países. Estoy muy agradecida. Ese es el mayor premio”.

Las recompensas de la ilustración que han dejado huella en Mirwill

Si de anécdotas y satisfacciones se trata, Mirwill asevera que tiene muchísimas, sobre todo si se trata de niños, pues son sus clientes más divertidos y ocurrentes.

Pero para ella, una de las experiencias más hermosas que ha tenido, ha sido dibujar familias en la cuarentena.

“Cuando decretaron los primeros estados de alarma en todo el mundo, mucha gente quedó separada, padres sin ver a sus hijos, abuelos sin ver sus nietos, parejas sin poder visitarse, etc. Se me ocurrió hacer propuestas al respecto: Unificar en retratos a toda esa familia dispersa y enviarlo digitalizado al celular de cada uno, como una sorpresa”.

El resultado que obtuvo la venezolana fue increíble, le llegó un gran número de clientes de cualquier lugar y “lo más hermoso de todo fue ver los videos cuando los recibían de sorpresa”.

Aunado a ello, la ilustración le ha dejado grandes aprendizajes a nuestra entrevistada, entre ellos, el comunicar sin necesariamente agradar. Cosa que le encanta, en especial por encontrarnos en un mundo en el que la mayoría, sobre todo los jóvenes artistas se agobian por conseguir o no un “Like”.

¿Qué hay frente a la pantalla de la tabla gráfica de Mirwill Mejías?

Nada más y nada menos que “una artista venezolana, que vive en cualquier parte del mundo, gracias al internet”. Una ilustradora que va dibujando a la gente y que también ha lidiado con la escritura y pronunciación correcta de su nombre (el cual tampoco le gusta mucho), pues para muchos no les parece fácil.

Pero, a pesar de ello, afirma que “mi nombre tiene su propio multiverso, no es común, fluye con vida propia y creo que es la metáfora perfecta de mi vida y lo que intento hacer con mi trabajo”.

A la par, nos confiesa, que entre las cosas que la mantienen soñando y trabajando es el amor hacia sus hijos y su trabajo, haciendo alusión a una de las frases de una de sus admiradas artistas, Lisa Congdon: “I have to make art like I have to breathe” (tengo que hacer arte como tengo que respirar). 

Y en cuanto a sus comidas y lugares favoritos de Venezuela expresó que las empanadas y el famoso pan de jamón. Asimismo, destacó que “a Venezuela la llevo entera en el corazón, en el bolsillo y mi maletín de dibujo porque aún no he salido de aquí físicamente. Pero siento que emigré forzosamente hace muchos años. La Venezuela que extraño es la del pasado. Hoy me siento extranjera en mi propia tierra”.

Finalmente, Mirwil se despidió de esta fabulosa entrevista dejándoles un hermoso y motivador mensaje a todos esos jóvenes que desean dedicarse a la ilustración: “Mi humilde consejo es DISFRUTA. Disfruta con tus trazos, disfruta observando, disfruta plasmando. Solo guíate por ello. En el momento que te sientas agobiado, detente. El arte no es una tortura. No importa lo que te digan los demás. El arte es un camino, no un lugar”.

Mirwil Mejías nos llegó al corazón con su humildad, resiliencia, talento… pero sobre todo, con esa humildad y transparencia que la caracterizan. Mujer de temple que ha sabido ver las oportunidades estando en tinieblas. Indiscutiblemente, ejemplo de gallardía y superación. Conoce más de ella y sus fantásticos trazos a través de https://linktr.ee/mrsmirwildoodle.

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