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Pedro Ríos Reyna, el maestro de la Orquesta Sinfónica Venezuela

Las orquestas y la música siempre han sido las ramas artísticas que más talentos ha dado en Venezuela. Y es una tradición de hace muchos años, como bien lo demuestra el maestro Pedro Ríos Reyna, quien fue uno de los fundadores de la Orquesta Sinfónica Venezuela y al que le debemos la edificación del Teatro Teresa Carreño. Pero hay mucho más que conocer de este ilustre maestro y director de orquesta.

Los comienzos de Pedro Ríos Reyna

El maestro Ríos Reyna nació en el pueblito San Juan de Colón en el estado Táchira en el año 1905. Su familia se trasladó a Caracas siendo él muy joven, es en esta ciudad donde comienza su formación musical gracias a recibir clases con el maestro José Lorenzo Llamozas, experto en violín. Es por estas clases que Pedro se enamora de este instrumento. 

Sin embargo, el destino le tenía algo mejor, ya que continuó sus estudios de la mano del maestro Vicente Emilio Sojo, el director que más defendió la creación de la Orquesta Sinfónica Venezuela. El maestro Sojo le enseña en la Escuela Superior de Música armonía y composición. Mientras que Juan Bautista Plaza le enseña historia de la música. 

El talento de Ríos Reyna era innegable, tanto así que fue premiado con una beca para estudiar en Bruselas, pero lamentablemente tuvo que declinar esta gran oportunidad debido al fallecimiento de su padre y su hermano en el año 1917. Esto lo llevó a ser el sustento principal de la familia, pero no dejó la música, al contrario gracias a ella pudo poner comida en la mesa. 

A partir de 1920 sigue los pasos de sus maestros y se vuelca a la docencia en la Escuela Superior de Música, donde estaría hasta 1934. A la par, durante los años 1926 hasta 1929 fue violín concertino de la ya extinta Unión Filarmónica de Caracas, como dato interesante también fue su secretario general.

Pedro Ríos Reyna

La creación de la Orquesta Sinfónica Venezuela y el trabajo de Ríos Reyna 

Para 1930 un grupo de músicos se reúne y fundan la Orquesta Sinfónica Venezuela, la cual después de la Boston es la más antigua del continente, en este grupo de músicos estaba el maestro Pedro. Perteneció a la misma como violín concertino hasta 1963, en este año Ríos Reyna sufre la pesadilla de todo músico, un accidente le perjudicó la movilidad del dedo meñique de la mano izquierda lo que imposibilitó que volviera a tocar un violín. 

A pesar de esto, se mantuvo dentro de la música al ser director de la Orquesta durante tres períodos 1950-1959; 1962-1963 y 1967-1971. Con ella llegó a viajar a diferentes países como Colombia, Perú y Cuba para presentar distintos conciertos. Junto a este trabajo Pedro también tuvo una labor cultural muy importante. Perteneció y fundó otras agrupaciones entre ellas el Cuarteto Ríos Reyna en 1931. Fue también padrino de la fundación en ese año del Ateneo de Caracas.

Algo que pocos conocen es que tuvo carrera militar sin dejar la música de lado, se desempeñó en el cargo de Inspector de Bandas Militares con rango de Capitán del Ejército desde 1940 hasta 1945. También incursionó en la radio al ser director artístico de la Radiodifusora Nacional de 1943 a 1958, donde fundó la Orquesta de Arcos en esta emisora. En el año 1958 fue el primer director de la Orquesta Estudiantil de Cámara de la Universidad Central de Venezuela.

El legado de Pedro Ríos Reyna va más allá de la música clásica, también difundió la música tradicional, popular y folclórica de nuestro país. A él se le considera el precursor del movimiento El Sistema, ya que en el año 1970 fundó la Orquesta Experimental. Este fue un grupo dentro de la Orquesta Sinfónica, que pretendía enseñar y difundir la forma en cómo se manejaba la orquesta. Se dice que el maestro José Antonio Abreu se inspiró en este grupo para crear El Sistema. 

Su último gran legado fue la sede de la Orquesta Sinfónica, durante años luchó contra la sociedad, la burocracia y la política, hasta que lo logró en el primer gobierno de Caldera. El entonces presidente donó unos terrenos cerca del Parque Los Caobos para su construcción. De esa forma comenzó a edificarse esta deseada sede, pero tristemente Ríos Reyna no vió su inauguración.

Teatro Teresa Carreño

El maestro falleció en la ciudad de Nueva York en 1971, donde fue arrollado por un carro de carga, mientras realizaba gestiones para la Orquesta Sinfónica. De esta manera tan trágica la talentosa carrera de Pedro Ríos Reyna llega a su fin. En forma de homenaje y por todo lo que luchó para tener esa sala de conciertos como sede de la Orquesta, la sala principal del Teatro Teresa Carreño lleva su nombre. Jamás imaginó que su sueño de una sede terminaría siendo todo un complejo cultural, uno de los más importantes del país y del continente.

Sala Ríos Reyna

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