Vanessa Rolfini Arteaga, periodista gastronómica y creadora de Rutas Golosas
Soy una mujer golosa que disfruta la vida.
Vanessa María Rolfini Arteaga, nació y se crió en Santa Ana, Coro. Desde 1988, se fue a Caracas, por lo que se considera una coroqueña. Es una cocinera y comunicadora social que decidió unir sus dos intereses para volverse periodista gastronómica. Graduada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), realizó una especialización en la Universidad Complutense. Es crítica gastronómica, aprendió en The Foodie Studies y tuvo entrenamiento sensorial en la Escuela de Catadores de Madrid. Aprendizaje que sigue vigente, mientras más viaja, más conoce de sabores y culturas como toda una gastronauta y chocolover. Actualmente, vive en Perú.
Redactó para las revistas Bienmesabe y Semana Cocina (Colombia). Fue columnista del diario El Universal. Condujo rutas gastronómicas y editó guías. Creó sus propias recetas y sigue redactando como bloguera. Cada una de sus experiencias, las escrutamos cuidadosamente, para conocer más sobre Vanessa Rolfini Arteaga.
Su introducción al periodismo gastronómico:
Graduada desde el año 94 como periodista. Siempre con entusiasmo por la cocina, carrera que también estudió y desarrolló por muchos años. Lamentablemente, debido a una lesión, detiene su labor en las cocinas. Vanessa había redactado la biografía “Conversaciones con Armando Scannone” para la Fundación Bigott, así como recetarios. Por lo que este recorrido le dio la posibilidad de redactar en Estampas. Entre una cosa y otra, Adriana Gibbs, una periodista que en ese entonces estaba en Estampas, me dijo “oye Vanessa, necesitamos alguien que nos ayude con algunas cosas sobre gastronomía ¿tú nos puedes ayudar? como eres periodista y cocinas”. Yo le dije que me dejara ver qué podía hacer.
Para el 2008, ya estaba de lleno en el periodismo gastronómico: Estampas. La revista Papa y vino, del diario La Verdad en Maracaibo y La revista Sala de Espera. Incluso, Vanessa quedó encantada con esta área, reconoce que es muy amplia, incluye situaciones de hambre, aspecto que ha desarrollado en su blog (referente a esta situación en Venezuela), historias de vida, periodismo agroalimentario, entre otros.
Y bueno, básicamente lo que hago es escribir sobre lo que me gusta: comer y beber.
Tuvimos mucha curiosidad sobre sus Rutas Gastronómicas, al respecto, nos relató la experiencia. Uno de los trabajos más bonitos que he hecho en mi vida, recuerda. Comienza con una ruta turística del municipio Chacao en el 2011. Al año siguiente, necesitaron a alguien más para rutas gastronómicas del mismo municipio, es ahí cuando entre varias personas, Vanessa Rolfini Arteaga fue seleccionada. Durante 2012 y 2016, por cuatro años, realizó alrededor de 200 rutas. Después incorpore la avenida Victoria, el Mercado Quinta Crespo. ¡Wow! Una experiencia increíble. Compartió mucho contenido sobre las rutas en su blog. Las personas que asistieron también hicieron flujo de información en las redes. Con exactitud, Vanessa no conoce cuantos asistieron, pero si recuerda las experiencias. Varias personas me han dicho “Ay Vanessa me gustó tanto tal plato y ¡mira! Vine otra vez a probar”. Toman una foto, me etiquetan ¡A mí me da una emoción enorme! Porque siento que además le mostré a alguien algo que le hizo feliz.
Los recorridos, en su mayoría los realizó en la avenida Victoria. Dado que ella vivía ahí, conocía muy bien la zona. Para muchos fue una sorpresa, no creían que existieran lugares con potencial para realizar rutas gastronómicas. Fue por dos años, casi todos los sábados, comenzaban desde la Plaza Los Símbolos. Incorporamos las cafeterías, panaderías, hasta los que vendían verduras. Es una zona con mucha personalidad, una especie de gueto italiano en caracas, o por lo menos así era. Más el tema arquitectónico.
Vanessa Rolfini Arteaga ama todo sobre su trabajo. Vivo para esto, el trabajo es una bendición. Tengo muchos trabajos, escribo en un portal web www.eltrinche.com. Colaboro con revistas como Sommelier. Coordino un club de lectura en Book Vivant. Doy catas de chocolates y vinos. Coordino un centro cultural sobre viajes de NM Viajes. Asesoro sobre vinos a un pequeña importadora, más algún tigre que salga al ruedo.
Acerca de Book Vivant, Vanessa nos detalla de qué trata:
Book Vivant es una librería en Perú, donde Vanessa Rolfini trabaja llevando catas de chocolates, vinos, espumantes y rones, así como dirige un club de lectura. El nombre del lugar es un juego de palabras que el creador, Guillermo Rivas, utilizó para unir los conceptos de libros y la buena vida: Book vivant/Bon vivant.
Yo lo entreviste recién abrió la librería. Después me invitó a una cata, me gustó. Yo hacía catas en Caracas, de chocolate, de vinos, de aceites, ¡de todo! Un día me acerqué a una de sus catas literarias, es decir, se cata un vino y entre ese tiempo, se lee cualquier tema, todo un tema interesante. Entonces, yo fui, me gustó el concepto y le sugerí sobre los chocolates. Eso fue hace más de año y medio.
A partir de ese momento, Vanessa Rolfini Arteaga asistió a otras catas del mismo tipo. Durante el año pasado realizaron más de 20 eventos. Posteriormente, Guillermo Rivas reconoció el gusto de Vanessa por el vino y que es un tema que maneja muy bien, por lo que pidió su ayuda para continuar con el proyecto; ahora realizan clubes de lectura. Es como ¡qué increíble! Es como las rutas. Es de esas cosas de las que yo solo puedo hablar positivamente, porque son la gente que conoces, los libros que lees. He conocido gente fascinante. Todo ese ambiente donde va gente que su objetivo es leer, aprender y pasarla bien. Por supuesto que toda esa buena vibra trae cosas muy buenas. Es un espacio para soñar, para crecer, para hacer amigos, para amar.
Vanessa se volvió nuestra guía de rutas gastronómicas venezolanas por un día
Es admirable conseguir venezolanos tan interesados por la gastronomía y cultura nacional. Vanessa es una de ellas, cuando le preguntamos por su plato favorito, dijo que tenía muchísimos. Quedamos encantados y con ganas de salir a comerlos todos, por lo que nos dejó una lista:
Arepa pelada con nata o suero de leche, quesos en todas sus acepciones, la hallaca, el pan de jamón, el pan relleno de guayaba, el celse, el escabeche de sierra, las empanadas rellenas de pescado, la torta de guanábana, la torta de queso criolla, el pabellón, el sancocho, el cruzado, el pescado frito con tostones, el quesillo, el dulce de leche, las catalinas, el queso de bola relleno, la carne en vinagreta, la pisca andina, los sánduches de pernil, las arepas de chicharrón rellenas de queso guayanés, el talkarí de chivo, los bollitos aliñados, los jugos de fruta con mucho hielo, el sanguchón, los tequeños, el papelón con limón, la tisana, los minilunch, los golfeados, las caraotas negras, el asado criollo, el dulce de cabello de ángel, la jalea de mango, el vuelve a la vida, la pasta con diablitos y salsa rosada, el pastel de chucho, los plátanos dulces … me gusta todo … excepto el majarete y las balas frías.
A esto, se le adjunto la pregunta por sus lugares favoritos, que claramente, no pueden desprenderse de la cocina venezolana. Vanessa Rolfini sueña con volver a muchos lugares de Venezuela, lo que significa algo especial para ella. Quiere visitar: Margarita (completa), Caracas (mi verdadero amor), la península de Paria especialmente Río Caribe, Playa Medina, Playa Pui Pui, Güiria (para comer). También ir a Paraguaná a la playa, especialmente, a el Supí y a Buchuaco. A todos los lugares donde hay cacao como Chuao, el sur del Lago de Maracaibo, y Paria (otra vez).
Parece que Vanessa Rolfini Arteaga ama todo sobre Venezuela. Como queremos certificarlo, le preguntamos: Vanessa, ¿qué es lo que más te gusta de tu país?
De la gente la generosidad, el sentido del humor, la alegría, la musicalidad diaria, que el sabor está presente en todo. De Venezuela en general, amo todo, su luz, sus paisajes, su clima, su comida, su música, hasta las cosas que me disgustan las amo.
Siguiendo la idea de los viajes, caminos y comidas, Rutas Golosas es su blog. En este incluye sus intereses, principalmente enfocados en gastronomía. Como toda una periodista, escribir la ha movido. Por 8 años administró el blog Historias de Sobre Mesa, Me gusta trabajar en mis proyectos, es como me siento más cómoda.” Actualmente, su blog activo es Rutas Golosas. Pero ha trabajado en tantos, que solo recuerda El Fogón Creativo. Sobre Mesa que sigue en línea y fue su primer blogger y, Chef a domicilio. “No me gusta sentirme encasillada, llevo muy mal la monotonía.
Para Vanessa, los blogs son especiales, principalmente porque considera grandioso compartir la visión del mundo en primera persona, incluyendo pensamientos y opiniones, fue así como amor a primera vista. El blogging es un tema que siempre me ha gustado. Además, resultó perfecto para ella, que le dio muchas oportunidades para crear vinculaciones y relaciones profesionales que aún mantiene, para Vanessa Rolfini, es mágico. Es una actividad que mantiene a tiempo completo, precisamente porque puede unirlo al resto de sus trabajos: escribo para medios, mientras hago una cosa lo puedo colocar en mis redes. Y lo disfruto, no sé cómo explicarlo, hay algo ahí que me gusta mucho y ha llenado de muchas retribuciones mi vida, amigos, momentos, comidas, experiencias. No me puedo quejar.
En Venezuela lo llaman fajada, aquí en Perú le dicen chancona.
Hace mucho tiempo que Vanessa no se dedica a la cocina, pero está muy cerca de los sabores y colores que surgen de ella. Durante la última década, ha estado muy atenta en el tema del cacao y el chocolate. Ella sigue aprendiendo, conociendo a profundidad mientras escribe sobre él. Cabe resaltar que Vanessa es una persona a quien le importa mucho el aprender, el conocer perfectamente de un tema. Por eso, no se considera experta en el cacao, pero disfruta grandemente estudiarlo.
Por ejemplo, yo escribo de gastronomía porque yo estudié cocina, me forme como catadora, leo un montón. En Venezuela lo llaman fajada, aquí en Perú le dicen chancona. Hay que prepararse mucho. Si admito que me molesta un poco la banalidad de las cosas ahorita, todo con una superficialidad. La gente no se prepara, creo que a eso hay que ponerle mucho.
Para Vanessa Rolfini Arteaga, salir de un país de buen cacao le permitió aprender. Comenzó a pasos pequeños pero constantes. Interesándose en el tema recorrió toda Venezuela, asistió a las zonas cacaoteras y descubrió maravillas del chocolate. Fue un tema tan atrayente que terminó asistiendo a Italia al taller de Silvio Bessone, aprendiendo hacer chocolate. Con el paso de los años, llegó a Perú, lo que considera que fue en el momento perfecto, porque justamente comenzaban a explotar el movimiento de chocolatería artesanal, chocolatería fina y revalorización de su cacao.
Lo que hago es formarme, pruebo cosas muy buenas, cosas no tan buenas, cosas malas. Anotar. Además qué he tenido la buena fortuna de que en Perú me han invitado a ser jurado de la Competencia Nacional de Chocolate los últimos 3 años. Es un trabajo de todos los días no hay picos, todos los días pruebas y mucha honestidad.
Vanessa vive lejos de la monotonía siendo una exploradora gastronauta
Vanessa Rolfini Arteaga es multifacética, aunque es evidente la relación que se encuentra en todas sus pasiones. Cada decisión que toma en su vida está cargada de entusiasmo y, ahí está la felicidad. Por ese motivo, quisimos conocer sobre los obstáculos que ha vivido. Resulta que siempre los hay, y especialmente en la vida de Vanessa que ha tenido que empezar muchas veces, incluso reinventándose y consiguiendo la forma de hallar la solución.
Solo se algo, lo que ayer fue un gran obstáculo, hoy lo considero una bendición. En este momento de mi vida me suceden cosas que logro superar, porque en algún momento pasó algo que me preparó para eso. Es mágico e inexplicable, pero no sucede por casualidad. La mayor parte de los obstáculos los he puesto yo y las soluciones también. Incluso, cuando algo no había salido como esperaba, terminé agradeciendo a la vida que en su momento fue así.
Las soluciones siempre empiezan cuando he decidido que quiero solucionarlo, luego mucho trabajo, constancia, responsabilidad, honestidad y compromiso.
Y, dado que cada obstáculo tiene como consecuencia un logro, quisimos saber sobre sus proyectos alcanzados y lo que le hace sentirse orgullosa. Vanessa no desestima ningún proceso ni logro, para ella todos son importantes. Incluso, estima demasiado los comentarios amables que recibe de personas a las que ha podido ayudar, instruir o simplemente por información útil que compartió en una de sus tantas publicaciones. Aquí en Perú, cuando siento que reciben mi trabajo con respeto, sin importar que soy extranjera, son motivos de alegría y agradecimiento.
Para Vanessa Rolfini Arteaga, el camino de emprender siempre ha sido su única opción. Se ha involucrado en muchos proyectos, aunque no todos fueron tan exitosos, considera importante finalizar todo lo que comienza. No me agrada dejar cosas a medio camino. Tengo alma de emprendedora. En consecuencia, así como tuvo muchos objetivos, trabajar por ellos no fue sencillo. Cada nuevo emprendimiento siempre tiene sus pruebas y para alcanzarlo, en sus palabras, se necesita: Constancia, pasión, flexibilidad, disciplina, ponerle ganas y no quejarse tanto. Respetar tu tiempo libre o con tu familia y amigos es sagrado, es el combustible y donde está la chispa de las mejores ideas.
Para todos los jóvenes, o quienes desean iniciar de nuevo, reinventarse o simplemente dar el paso necesario para cambiar, Vanessa les aconseja seguir su intuición. Para ella, hacer lo que desean y buscar la felicidad propia es gratificante, es por lo primordial que se debe trabajar. Aclara que no será rápido, así que paciencia, constancia, honestidad, respirar profundo, no encasillarse, leer (no solo internet) y mucha audacia. Aceptar que el fracaso es parte del proceso y divertirse.
Vanessa Rolfini Arteaga es excepcional, única, sincera y calmada. Su perspectiva del futuro: Ni idea. Ni siquiera me imagino el año que viene. No hago planes, no en este momento de mi vida. Es increíblemente liberador. A veces pienso como un deseo estar de vuelta en Venezuela, instalarme en Margarita y trabajar desde allí. Eso me haría muy feliz.
Demostrando que la mejor faceta para vivir es con libertad y felicidad, Vanessa tiene eso como brújula en cada ruta que emprende. Si quieren conocer más sobre ella, la conseguirán a través de sus redes www.rutasgolosas.com y @rutasgolosas. Continúa escribiendo en www.eltrinche.com y la Revista Sommelier.
Mientras, nosotros alentamos su trabajo desde aquí. ¡Bien hecho, Vanessa Rolfini Arteaga!
Siempre con la idea, en cualquier campo que yo esté, siempre quiero sumar, quiero que la gente aprenda, crezca, se empodere. Que si yo tengo un lector, él crezca conmigo. A veces peleo un poco con mi editora porque para ella ciertas palabras la gente no la entenderá. Yo le digo “bueno, que la busquen en el diccionario”. Esa es la idea, uno lee para crecer, para aprender, para ser mejor.
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