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Andrea Sarcos pasa sus días entre gimnasia artística, maternidad y acrobacias

“Tenemos 10 segundos después de una caída para levantarnos, no importa si nos caemos, podemos seguir y hacerlo mejor”

Andrea Sarcos es una venezolana y ex atleta de gimnasia artística de 27 años. Se desenvolvió en competencias en otras destrezas, obteniendo buenos lugares en gimnasia aeróbica y trampolinismo. Andrea es multifacética, una mujer muy activa. Es  ingeniera agrónoma, azafata de vuelo y educadora. “Ya sé que me dirán que una cosa no tiene que ver con la otra, pero las amo todas y las disfruto todas.” Además de enseñar en la escuela de gimnasia Sandunga, en Santo Domingo, República Dominicana.

Los inicios de Andrea Sarcos en la gimnasia se remotan desde sus 8 meses, cuando se bajó de su cuna y su madre creía que algo estaba mal en su cadera y piernas, pero esto era por la flexibilidad que ya poseía. Así, creció en una vida llena de entrenamiento y competencias hasta que se lesionó la rodilla derecha, esto fue en su mejor momento como atleta. Recibió una cirugía reconstructiva, ya se encuentra recuperada pero psicológicamente mantiene el temor de volver a lastimarse. Fue a partir de esta experiencia lo que le permitió desarrollarse para entrenar a otras.

Andrea Sarcos

Con la gimnasia, Andrea aprendió disciplina, respeto, puntualidad e incluso aprendió de cada error, valores que la llevaron a tener su propia escuela. Para que Andrea descubriera que podía con mucha naturaleza dedicarse a la enseñanza en su propia escuela, vivió momentos difíciles. Fue cuando su madre estaba hospitalizada, ella misma la motivó, le dijo que era momento de intentarlo y que no perdería nada. Así que Sarcos comenzó a investigar y consiguió Sandunga, una escuela de salsa casino cerca de su casa, donde sugirió crear la escuela independiente Sandunga Acrobática. Ella se encontraba un poco desmotivada, había escuchado más las voces de quienes le decían que moriría de hambre si se dedicaba a esto. No obstante, la pareja a cargo de la escuela la aceptaron con mucha amabilidad, aún sin conocerla no dudaron de su talento. Tiempo después ambos se mudaron a España y le confiaron a Andrea los derechos de la escuela.

Hasta ahora, lo que más disfruta de su trabajo son las ocurrencias de los niños y los corazones tan nobles que tienen para confiar, especialmente para contar sus historias, las cuales ella como maestra logra recordar. Este es un reflejo de su amor por el trabajo, en el cual disfruta hasta los pequeños detalles, dándole valor e importancia a sus alumnos.

“La gimnasia nos ayuda desde todos los ámbitos: nos hace fuertes, nos hace sentir como modelos, con el baile eres la mejor bailarina, sientes la música, corres para hacer un salto como si detrás se cayera el mundo.”

La gimnasia es como el deporte insignia de las mujeres, sin embargo, estamos conscientes de que en la actualidad cualquier deporte es apto para todos, como en el caso de los hombres que también participan de la gimnasia en todas sus destrezas. Con esto, Andrea Sarcos nos cuenta que la gimnasia artística es una forma de que una chica se pueda sentir como una superheroína, pueda volar en cada acrobacia, enseña la fortaleza de pisar firme para no caer y en caso de caer, está la posibilidad de levantarse con mayor fuerza. La gimnasia es perfecta para explorar los sentimientos, enseña (como todo deporte) a cambiar la vida, que aún con cansancio, se puede disfrutar cada rutina, y así como Barbie, cada chica puede ser lo que quiera.

De ahí el amor por este deporte, que aunque no lo practica, lo enseña con todo su corazón. Recuerda que uno de los retos que vivió durante su época como atleta fue el conseguir los recursos. Ella (quien fue criada solamente por su mamá), tenían el dinero justo para pagar los alimentos y los viajes. Dado que mayormente los trajes para cada competencia suele tener costos elevados, Andrea Sarcos había recibido la ayuda de alguien más quien le prestó un body morado, el cual recuerda perfectamente porque era de ensueño, de terciopelo con mangas largas brillantes, pedrería y cruzado atrás. Se sintió un tanto mal cuando finalizó su rutina y tuvo que entregarlo, pero fue recompensada con las medallas por haber quedado como campeona ese año. Con esto aprendió de su entrenadora Denisy que en la vida sería como una tortuga, cuyo caparazón le permite protegerse e incluso, que resbale todo lo que le cae.

Sandunga
Grupo de estudiantes de Andrea Sarcos en Sandunga

Para Andrea Sarcos ser mujer es un reto, pero es maravilloso

Tiene casi un año como madre y lo disfruta, lo ama, está super contenta con su regalo especial, pero sigue siendo un reto. Incluso para Andrea, criar duele. No ha tenido fácil tener que encargarse del hogar (que incluye muchas horas de trabajo), una lactancia exclusiva y tener que lucir bonita para asistir a su trabajo, con alumnos muy sinceros que están atentos a cada detalle. Es vivir en una sociedad que le exige mucho, más ella exigiendo un poco más. Ser madre a tiempo completo y trabajar no ha sido fácil pero está sumamente agradecida con Dios por las personas que ha colocado en su vida y la fortaleza que ha recibido para mantenerse tan enérgica y con fuerzas.

Andrea está completamente orgullosa de ser mujer. Lo mejor de la feminidad para ella fue ver cómo su cuerpo tuvo la capacidad de expandirse de una forma tan increíble para darle espacio a Tiana Pratt Sarcos, su hija. Esos días cuando Sarcos se encontraba sola y triste, Tatiana crecía y le daba fuerzas. Desde su interior le recordaba con pataditas de amor que ella no estaba sola. Luego,  el encuentro entre ellas al nacer fue aún más impactante. Con letras en mayúsculas explica que ser mujer es maravilloso.

Incluso, la historia de su embarazo es asombrosa. Tenía muchos años recibiendo las palabras de que no podía tener hijos sin tratamiento previo. Padeciendo de ovario poliquístico le hacía ingerir constantemente pastillas, (más otras que tomaba para dormir). Pero sin alguna explicación lógica, estaba embarazada. Lo que la tomó por sorpresa, explica que asistía a fiestas para compensar la tristeza que le producía la separación de sus familiares, posteriormente descubrió que tiene útero didelfo más sus rutinas de trabajo donde realiza muchos brincos representando personajes infantiles. Las posibilidades eran de una en un millón, pero su hija durante todo este proceso se mantuvo ahí, incluso durante la cuarentena. Andrea asistió varias veces a emergencias hasta que nació de 34 semanas, la respuesta a todas sus oraciones. “No puedo sino darle gracias a Dios. Es que él siempre estuvo conmigo”

Con respecto a ese trabajo de acrobacias, Andrea Sarcos representa a princesas de Disney en distintos shows, entre ellos Moana, Elastigirl, Lady Bug y hasta la Mujer Maravilla. Le encanta la experiencia de bailar con los niños, ver sus rostros asombrados por conocer a sus personajes favoritos. Esto comenzó cuando Asarcos Show la contactaron para interpretar a Moana, dado a su destrezas en las acrobacias y la facilidad de aprenderse las coreografías, le fue perfecto y comenzó a dedicarse a ello como un pasatiempo del que saca buen provecho. En Venezuela se dedicó a ellos, incluso a enseñarlo y estando en República Dominicana consiguió alianzas con Divershow y Vipshow, donde todos son un mismo equipo.

Andrea Sarcos
Andrea Sarcos y Jennifer Betancourt, su actual socia quien estará dando una nueva visión a Sandunga este año.

Andrea afirma: hay que disfrutar cada momento de la vida

Cada día Andrea Sarcos disfruta de la gimnasia, esa es su vida. Aunque enseñar no fue su primera elección, es lo que más le encanta ahora. Ama su técnica y sus resultados, aprecia grandemente a sus alumnos y sus atletas la motivan día tras día. En su cuidado estuvieron alumnos que ahora se encuentran en otros países. “Ganamos perdemos, lloramos, reímos. Pero lo disfrutamos, cada viaje, cada experiencia, cada frustración en competencia.”

La inspiración de Andrea es su familia y su hija es el impulso más grande que tiene. Su mamá ha sido su ejemplo y modelo a seguir. Andrea Sarcos se considera una mujer de carácter fuerte, uno de sus alumnos la define como una policía y que es la mejor maestra que ha tenido. Es muy sentimental y posee una gran fe en Dios. Es nativa de Maracaibo, Zulia. Las mandocas son su plato venezolano favorito y el lugar que lleva en su corazón es Maturin-Monagas. Era el sitio seguro donde iba a desestresarse en la casa de su papá. Para este 2021 planifica asistir al Fitness Coreográfico Representando a República Dominicana, donde recibió la oportunidad de llevar el Fitness Infantil dentro del fisicoculturismo en el año 2018.

Su consejo para todos los que deseen aprender y dedicarse a la gimnasia es esforzarse. Hay varios tipos de gimnasia con posibilidades para todos, aún cuando algunas modalidades tienen exigencias de edad, se puede trabajar en las habilidades con mucha dedicación. Puedes conocer más de ella en @andreajsarcos, su Instagram personal y el de su escuela @e.sandunga, donde las clases están disponibles en modalidad virtual desde cualquier país y presencial.

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