«Mujer risueña, impetuosa, emprendedora, obstinada, insistente, enérgica, creativa con alto sentido de adaptación al cambio y con mucha fe en DIOS.»
Kimberlin Riveros pasó 10 años como gimnasta artística, pero sus entrenadores la consideraron muy grande para continuar en la destreza, así que su mamá la llevó a ver el Nado Sincronizado en el Parque Metropolitano («el dueño de los recuerdos más tristes de su pasado más alegre.»), ahí quedó fascinada con la habilidad de las atletas en realizar sus movimientos en el agua. De esa forma comenzó años de entrenamientos y competencias, llegando hasta la actualidad con su propia academia de natación artística en Cúcuta y Norte de Santander, SINCRONORTE.
Actualmente Kimberlin se encuentra donde está porque no se ha rendido, sigue decidida a recorrer los caminos que la lleven a alcanzar esas metas que se ha propuesto a lo largo de su vida. Es una mujer que aprende de cada experiencia, positiva en mejorar cada vez más y enfocada en sus objetivos. Esta venezolana nativa de Táchira aprendió de la mano con grandes atletas del nado sincronizado, como las hermanas Martínez, Joanna Montenegro y Mónica Maldonado. Comenzó desde sus dos años con los deportes, viviendo una niñez y adolescencia llena de entrenamientos constantes, disciplina, dedicación y sacrificios necesarios para formarse como la mejor.
Kimberlin Riveros se ha desenvuelto como monitora, entrenadora deportiva y atleta en diferentes eventos a lo largo de sus años. Decidió crear SINCRONORTE cuando entendió que en sus manos estaba la posibilidad de desarrollar y consolidar la natación artística como un deporte en Cúcuta y Norte de Santander. La receptividad fue casi automática, a los 7 meses de haber fundado el club, pudieron asistir a su primer evento nacional, participaron en la categoría novatas y ganaron el 3er lugar entre 5 equipos que asistieron a la competencia. Ese fue un inicio grandioso para el club que sigue participando en todos los eventos nacionales, siendo receptores de medallas de oro, plata y bronce en sus diversas categorías, por supuesto, con diferentes rutinas. Esto las llevó a su primer Mundial interclubes en USA, donde obtuvieron el primer lugar en sus diversas participaciones. El mismo Club SINCRONORTE recibió como invitada a la atleta Canadiense Jackelinne Simoneau, la top 5 a nivel Olímpico y campeona Panamericana del año 2019. Su visita fue preparada por una semana donde enseñó en la primera Clínica de nado sincronizado llevada a cabo en Cúcuta. Asistieron más de 60 deportistas de Panamá, Curazao, Venezuela y Colombia. Recientemente, el club participó en los Juegos Nacionales, donde ganaron 5 medallas de bronce para la Liga de Natación y el Departamento del Norte de Santander.
Un club con disciplina y liderazgo es el sueño de Kimberlin
Uno de los retos para Kimberlin dentro del club es enseñar a los representantes la diferencia entre el deporte recreativo y la carrera deportiva. Además de eso, fue demostrar su validez y capacidad a los desconocidos, así como marcar la diferencia para que su nacionalidad no fuera un impedimento, llevándola a superar los comentarios xenofobicos que varias veces recibe por sus compañeros de trabajo o representantes de sus atletas. Sin embargo, todo esto lo ha superado con su trabajo constante y su pasión por enseñar el Nado Sincronizado.
Ahora que SINCRONORTE está muy bien encaminado, los proyectos para un futuro brillante toman cada vez mayor fuerza. Su inspiración e impulso constante es hacer que su club se vuelva más exitoso, con atletas disciplinados y que tengan la capacidad de liderar todos los ámbitos de sus vidas. Así como volver Norte de Santander como uno de los mejores o el mejor departamento en representación al Nado Sincronizado en Colombia.
Kimberlin Riveros ama totalmente su profesión. Lo que más disfruta es el gran uso de la creatividad, la que no duda en explotar en cada entrenamiento, e incluso fortaleciendo la creatividad de sus deportistas al crear sus rutinas o coreografías. También es muy firme en enseñarle a sus atletas a romper con sus propios límites, las impulsa a creer en ellas mismas, en sus capacidades, las forma para que sean mujeres fuertes, responsables, disciplinadas y muy seguras de sí mismas.
El nado sincronizado no hace a las mujeres débiles ni menos que nadie
Como mujer y entrenadora de muchas chicas, Kimberlin Riveros asume la responsabilidad de demostrar que no hay debilidad en un deporte con tanta gracia, elasticidad, delicadeza y fuerza. Lo que puede resultar simple y sencillo para quienes observan, es una destreza que requiere de sacrificios, mucho entrenamiento, constancia y pasión, como cualquier otro deporte o trabajo en la vida.
A su vez, para Kimberlin lo mejor de ser mujer es que ellas pueden dar vida a otros seres humanos. Así como enseñar y demostrar a las demás personas que pueden ser lo que sea que se propongan con carácter y determinación. Todos esto lo dice porque lo ha vivido, ha aprendido en todos sus años de experiencia que necesita creer en sí misma, confiar en sus ideas, defenderlas y apoyarse en las personas correctas, especialmente en esas que ya han recorrido caminos similares. De hecho, sueña con ese futuro para sus atletas como para muchas mujeres porque a ella la hacen soñar las personas que creen en sus capacidades, que se esfuerzan por explotarlas. Incluso la superación constante, la búsqueda por ser una mejor versión cada día, de lo que sea que hagan. Esto a su vez es su proyecto más próximo: superar cualquier barrera que le impida ser mejor entrenadora y mejor líder deportiva.
Su consejo para jóvenes o niñas que deseen dedicarse al nado sincronizado, o a cualquier deporte es que tomen la decisión y coloquen fecha, «una vez se inicia en el mundo del deporte se debe administrar muy bien el tiempo», de esta forma, podrán cumplir con todas las responsabilidades. Si deseas conocer más sobre Sincronorte puedes hacerlo en su cuenta de Instagram o al número 3114855477.
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