Robinson Morey, existiendo para servir y dar felicidad

«Voluntad, Determinación y Disciplina»

En esta edición 32 presentamos a Robinson Morey, un cumanés y sucrense, residenciado en Cantaura quien con 29 años ama estudiar, aprender y enseñar. No sabe si es su ego o su deseo interior, pero sueña con crear lugares donde las personas puedan sanarse a sí mismas, así como promover la medicina ayurvédica, alternativa, autocuración, yoga y amor propio.

Este sueño deriva de su nombre, Swami Zabethananda Narayan, el maestro espiritual nombrado en la India como “Aquél que lleva a las personas a la Bienaventuranza y armonía”. Buscando dentro de sí y con su nombre espiritual, pudo entender quién era y su sentido en el mundo: ayudar a sanar, servir, devolver el amor a otros y compartir felicidad con los que estén tristes.

«Vino a este mundo a ayudar a las personas a sanar»

Robinson Morey es instructor de Yoga desde el 2012, comenzó por iniciativa de su hermana, y desde que lo convenció, meditar se volvió su día a día. También es psicoterapeuta desde el 2014. Los primeros destellos que tuvo de que le interesaría una carrera en servicio a otros fue durante su etapa escolar, en el liceo era un joven que observaba mucho a sus compañeros, especialmente a quienes ocultaban su tristeza. Siempre alguien se acercaba a él en busca de consejos, aliento o simplemente para ser escuchados.

Debido a la situación económica para el momento, Robinson no pudo estudiar psicología, consiguió una alternativa en el trabajo, estudió recursos humanos y se formó en yoga. Aquí se incluyeron con el tiempo otras especialidades, como cursos y formaciones en coaching y Master PNL. Por un tiempo se dedicó a ser conferencista y dictar talleres, pero en la India su vida cambió, realizó una formación en psicoterapia donde inició el trabajo a lo que se dedica hoy, mezclando la psicoterapia y el yoga a personas víctimas de abusos, aplicando terapias de sanación y crecimiento personal.

Morey es fundador desde el 2014 de la Escuela Prema Yoga (actualmente Prema Yoga School con los reconocimientos internacionales, especialmente de India). En el centro se dedican a diferentes actividades de servicio humanitario en Venezuela, desde comida a los necesitados, casa hogares y asilos, como actividades terapéuticas, más el apoyo en búsqueda de medicinas.

El giro en la vida de Robinson Morey: la India

Durante el 2020 la Embajada de India en Venezuela le otorgó el reconocimiento del mejor profesor de yoga, precisamente por su recorrido con las actividades mencionadas en relación a la promoción y al día internacional del yoga. Llegó con un nivel de inglés intermedio, estando presentes aproximadamente 5000 extranjeros en la pequeña ciudad. Aunque eran muchas las culturas que pudo conocer, ya tenía familiaridad con la cultura hindú por los aprendizajes que obtuvo de sus maestros.

En India las personas fueron muy atentas, muy dispuestas a ayudar, servir y ser hospitalarios, lo que le permitió a Robinson Morey fácilmente conectar con ellos, hacer amigos locales y poder desenvolver su mayor trabajo, ayudar a personas a superar eventos de violaciones y secuestros.

Inicialmente, Robinson iba por tres meses como becado para estudiar Medicina Ayurvédica; sin embargo, se extendió a dos años por la pandemia, donde estuvo compartiendo con amigos locales y sus familias, conociendo cada rincón del país y desarrollando su misión. La experiencia la define como «Mágica, India es un país de extremos (la amas o no, sencillamente)».

La pandemia conmocionó a todo el mundo, y en la India sus locales decidieron tomar iniciativas en ayuda a los menos favorecidos, ahí fue cuando solicitaron a Robinson Morey para unirse a los proyectos de compartir comidas, clases o cualquier actividad de ayuda. Durante esa temporada conoció el poco conocimiento relacionado con la educación sexual por parte de los ciudadanos.

Principalmente por las tradiciones en pequeñas ciudades y pueblos, la educación sexual en India es tabú. También fue una época que le permitió vivir otra experiencia, el haber estado sin dinero en un país ejerciendo labores sociales, era complicado. Pero recibió apoyo incondicional de muchas personas.

Robinson se apoyó en sus amigos y algunas instituciones para hablar de temas como desarrollo de la personalidad en los niños, diferenciar el buen toque y mal toque (incluso por los familiares), los derechos humanos de la mujer, entre otros. Esto le permitió conocer que varias personas tenían complicaciones y traumas relacionados con los toques e incluso algunas fueron víctimas de abusos sexuales.

Su solución fue ofrecer terapias, partiendo de la escucha activa y permitiéndoles aflorar sobre sus situaciones. Muchas personas no asistían a terapia o no querían conversar del tema por vergüenza y miedo, esto dio pie a las Terapias Anónimas por teléfono, un método que permitió abrir el corazón de las víctimas y se permitieron comenzar el proceso de sanación de sus traumas.

Robinson Morey comenzó esta técnica desde noviembre del 2020, todos los días, durante 3 a 5 horas y de forma gratuita. Al ser una terapia anónima, no se revelaban nombres o rostros de los pacientes; esto comenzó solamente con grupos a los que le ofrecía conversatorios, pero luego se extendió por toda la India, así fue como pudo recibir el Premio a la Excelencia Humanitaria en India.

Estas eran terapias en anonimato con un amigo que le ayudaba en traducciones del hindi o tamil al inglés. Ya para inicios del año 2021, recibía llamadas diarias, teniendo que cambiar el método y agendar citas para ayudar de forma efectiva, «lo que inició como un servicio a pequeños sectores, se extendió a un punto donde solicité ayuda de una colega local.»

El premio a la excelencia humanitaria, Morey lo rechazó en dos oportunidades, «Me quedé en shock, un Venezolano con un premio así, no lo podía creer.» Sin embargo, sus amigos hindúes le motivaron a recibirlo, especialmente porque «…eres extranjero, te prestarán más atención»; el poder social de esto influiría en seguir abriendo la posibilidad de hablar sobre la educación sexual.

Robinson Morey, el portavoz

Así que decidió recibir su Premio a la Excelencia Humanitaria en India, lo que le permitió «…dar un discurso que llegó a muchas organizaciones no gubernamentales, ahora hay más información y personas trabajando en ayudar a víctimas de abuso.» Esto le dio la posibilidad a Morey de sentirse honrado por ser el portavoz de todos los que han mejorado y transformado sus vidas después de haber atravesado una situación tan fuerte.

Más cuando Robinson Morey fue capaz de vivir en su propia piel la realidad de la India, un secuestro durante 5 horas. Fue precisamente por ser una voz de los que no pueden hablar, acusó en la policía a una persona de abusar de menores de edad, ese mismo día se dio el evento. «Una experiencia que no le deseo a nadie y que agradezco a Dios que, después de eso, pude recibir apoyo para continuar con la labor de ayudar a los más necesitados.»

Aun así, Robinson experimentó mejores experiencias, como visitar el Chat Dham Yatra (peregrinaje de 4 puntos cardinales de India) y ser reconocido como el Primer Venezolano en hacerlo, además primer Latino en ese peregrinaje y poder entrar a los templos. Sucede que hay templos en India donde no se puede entrar si no es un nativo.

Pero su conocimiento de la filosofía hindú que aprendió en Venezuela desde hace 12 años le permitió el acceso, además de la meta de completar el Char Dham, que le dió acceso a los demás templos, donde su mejor experiencia la vivió en el templo Kedarnath «allí tuve una visión espiritual o epifanía y eso cambió tanto lo que pienso de la vida».

Estos peregrinajes son diferentes el Char Dham Yatra, Jyotirlingams y Shakti Peets (considerados sagrados en India desde que inició la creencia de los dioses védicos o dioses del Hinduismo). De esa forma Robinson se volvió el único latino que sabía de ellos, así como el único en realizar esos viajes durante la pandemia.

Durante la estadía en Rishikesh y demás ciudades seguía ofreciendo los servicios como terapeuta y profesor de yoga, hasta al punto de ser contratado como influencer para promocionar relojes, ropa, mat de yoga, hasta extra en una película india «Baddhai Do- Felicidades por la boda, hice de todo un poco jajajaja».

Así que para mayo del 2021, la curiosidad del público era notable, querían saber detalles de Robinson Morey, quién era, de dónde venía y por qué hacía ese servicio. Por lo tanto, una paciente de las terapias anónimas pudo conocerlo en persona por amigos en común, ella junto a los colaboradores de una organización fueron los que lo nominaron para recibir el reconocimiento de la Excelencia Humanitaria del Año.

Este Premio a la Excelencia Humanitaria es el máximo galardón social en la India. Es presentado por la Fundación I CAN y cualquier persona sin distinción de raza, ocupación, cargo, género o religión es elegible para este premio. Se otorga en reconocimiento a un servicio o desempeño excepcional del más alto nivel en el campo social del esfuerzo humano.

«Sigue con lo que haces»

Esas fueron las palabras que escuchó Robinson Morey en boca de un Sadhu (gurú renunciante) en el Templo de Kedarnath. Fue respuesta a su solicitud mental por ayuda. Una relevación a no dudar, lo que le mantiene hasta hoy siendo persistente e intentando cumplir todo eso que siente con fuerzas en su corazón para hacer el bien.

Robinson sigue en Venezuela, amando el Roraima y la cachapa con queso guayanés, aguacate y picante. Sigue ofreciendo su servicio en amor, su consejo es que todos pueden practicar y formarse buscando maestros de calidad, pero también recomienda discernir los conocimientos que se aprenden.

Su institución de yoga está al servicio para guiar y formar en el área, y se despide con un «nunca sabemos lo que ocurrirá mañana, trata a cada persona con amor y respeto.»

Si deseas conocer de cerca a Robinson Morey, sus redes @Zabethananda y @PremaYogaSchool están a la disposición.