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Salvador Garmendia y su día de ceniza

“A los catorce años, leí por primera vez Robinson Crusoe… Desde ese momento, supe que mi personaje novelesco ya había nacido y estaba en circulación desde hacía unos pocos siglos. Era un hombre solo. Un hombre y su memoria. Un Robinson. Una conciencia rodeada de sombras”

Salvador Garmendia Graterón es uno de los escritores contemporáneos más destacados de la literatura venezolana.  Fue un escritor, muy reconocido con el título de “maestro venezolano de la novela urbana”; narrador, cronista, guionista de radio y televisión. Fue parte del grupo literario Sardio (integrándose en el número 3-4) lo que posteriormente se convirtió en El Techo de la Ballena.

Salvador Garmendia nació el 11 de junio de 1928 en Barquisimeto. Sus padres fueron Dolores Graterón y Ezequiel Garmendia. Se estima que provenía de un hogar de bajos recursos, así como que gran parte de sus estudios fueron autodidactas. El evento que transformó su vida fue haber padecido tuberculosis en 1940, lo que le llevó a pasar mucho tiempo en cama y sumar muchas lecturas. Guillermo Ramos Flamerich para Letra Muerta escribió: “Él ha recorrido «mundo» a través de la lectura, pero ahora quiere vivir. Decide entregarse a «la mala vida»; la bohemia, las letras y los amigos toman el control de sus días. Suele leer, salir y hacer nuevas amistades en bares y sitios de tertulia.”

Salvador
Salvador Garmendia fue un destacado escritor venezolano, destacado por Los pequeños seres, Los habitantes y Memorias de Altagracia.

Su primera novela: El parque, 1946

Desde 1945, Salvador ya se integraba a la escritura, comenzando a publicar y vinculandose a la radio, periodismo y Tiempo literario de Barquisimeto, así como fue parte de El Nacional. Misma época en la que se integró al Partido Comunista (que cabe destacar se desligó en 1953). Para 1948 Garmendia ya vivía en la capital del país, donde pudo ejecutar adaptaciones literarias para obras teatrales y novelas en radio y televisión. Se dedicó a la locución hasta 1967. El el año 50 ya era parte del grupo literario Sardio, llegando a ser editor de una revista con el mismo nombre. Fue autor de la radionovela Marcela Campos, la guerrillera de los Llanos; demostrando la realidad política y social de la época. En 1959 hace la publicación de su segunda novela: Los pequeños seres, con la  editorial Sardio. Esta le da el Premio Municipal de Prosa.

Los sesentas también fue otra grandiosa época para el escritor, Salvador Garmendia pudo trabajar en el Departamento de Publicaciones de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de Venezuela. Fue parte del grupo de Redacción de la revista Papeles, parte del Ateneo de Caracas. Se desenvolvió en Mérida con las publicaciones de la Universidad de Los Andes. Para 1961 Sardio pasa a ser El Techo de la Ballena, con quienes vuelve a publicar, esta vez nuevos títulos: Los habitantes (1961), Día de ceniza (1963) y La mala vida (1968). Más su primer libro de cuentos, Doble fondo (1965) y La novela en Venezuela (1967), una monografía.

Los pequeños seres y Los habitantes

Ambas novelas, de 1959 y 1961 respectivamente, dieron un giro a las obras de Salvador Garmendia, estas junto con Día de ceniza (1964) se consideran de las más destacadas de sus novelas. Como lo citaron Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. En Biografías y Vidas: “la narrativa venezolana se torna urbana y se centra en la exploración de esos ‘pequeños seres’ anónimos y universales a la vez, marcados por la inadaptación y el antiheroísmo, que son los habitantes de una gran urbe como Caracas.”

Para 1968, Salvador Garmendia preparaba su última novela en este ciclo urbano, Los pies de barro. Esta fue editada en Barcelona, España. En 1970 escribió el guion para el cortometraje Salvador Valero Corredor, un artista del común, donde también fue narrador. Fue asesor de la Biblioteca Popular El Dorado en Monte Ávila Editores y fue parte de la primera junta directiva del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos. En 1972 publica Los escondites, otro libro de cuentos que le permitió el Premio Nacional de Literatura, más una beca para estudios y trabajo en Barcelona, España, otorgada por la Universidad de los Andes. Aquí fue corresponsal por parte de la editorial Monte Ávila. Con los años pudo regresar (en 1980, esta vez como diplomático). En 1973 permite al mundo conocer su novela Los pies de barro. En 1974 da a conocer Memorias de Altagracia (otra de sus obras más importantes). En 1975 todavía realizaba adaptaciones para la tv, esta vez fue Pobre negro de Rómulo Gallegos. Así como se desempeñó como guionista del cortometraje Los Chimbangueles dirigido por Mauricio Walerstein.

Escribió un gran número de obras, organizándolas un poco por orden, comenzando por la novela, fueron: El parque (1946). Los pequeños seres (1959). Los habitantes (1961). Día de ceniza (1964). La mala vida (1968). Los pies de barro (1973). Memorias de Altagracia (1974) y El capitán Kid (1988).

Por el lado de los cuentos: Doble fondo (1965). Difuntos, extraños y volátiles (1970). Los escondites (1972). El brujo hípico y otros relatos (1979). Enmiendas y atropellos (1979). El único lugar posible (1981). Hace mal tiempo afuera (1986). La casa del tiempo (1986). Cuentos cómicos (1991). La gata y la señora (1991) y La media espada de Amadís (1998).

En la literatura infantil: Galileo en su reino (1994). El cuento más viejo del mundo (1997). Un pingüino en Maracaibo (1998). El sapo y los cocuyos (1998). El turpial que vivió dos veces (2000). Mi familia de trapo (2002). La viuda que se quedó tiesa (2004) y Mr. Boland (2014).

En la no ficción, Salvador Garmendia aportó con: La novela en Venezuela (1967), Crónicas sádicas (1991) y La vida buena (1995). Sus recopilaciones, selecciones y antologías: Los pequeños seres; Memorias de Altagracia; y otros relatos (1989). Sobre la tierra calcinada y otros cuentos (1991). Antología casual (1995). El gran miedo: vida(s) y escritura(s) (2004). El regreso (2004). El inquieto Anacobero y otros relatos (2004). Entre tías y putas (2008). Los peligros de Paulina y cuentos selectos (2014). Cuentos completos. Tres tomos (2016). Más dos obra póstuma: No es el espejo (2002) y Anotaciones en cuaderno negro (2003).

En total, Garmendia recibió tres homenajes: el Premio Nacional de Literatura en 1973, El Premio Juan Rulfo en 1989 y Dos océanos, en Francia, 1996. Es muy interesante que para 1983 escribiera el guion para la película La gata borracha (dirigida por Román Chalbaud). Fue nombrado  Consejero Cultural en la Embajada de Venezuela en Madrid en 1984 y recibió  la Beca Guggenheim, lo que sirvió de apoyo para escribir El capitán Kid. 

Alberto Márquez en Prodavinci resumió sus obras, “en no pocos cuentos, Salvador Garmendia da comienzo a sus narraciones preparándonos para un acto de magia.” De su vida hay muchísimo por hablar y detallar, pero avancemos en el tiempo hasta el  2001, cuando a inicios del año se ve muy afectada su salud, hasta el 13 de mayo de 2001 cuando fallece por una afección pulmonar. Es que a sus 72 años luchaba con cáncer de garganta y diabetes (desde 1997).

Salvador Garmendia, un escritor grandioso que todavía sigue contando grandes historias.

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