A lo largo de los años hemos podido ver cómo la mujer ha tomado fuerza en el mundo, desempeñando y aportando su granito de arena en diferentes áreas y, el emprendimiento es uno de ellos, en el que las mujeres venezolanas también dicen presente.

Es por ello, que en esta edición de la “Venezuela posible” les traemos un emprendimiento hecho por y para mujeres. Se trata de Yaraqueñas, creado por Stefany Mendoza y su mamá Maryelis Gutiérrez hace cinco años, en el que elaboran sombreros, viseras, carteras, abanicos, cestas e individuales de mesa con palma real, que de verdad son una belleza.

¿Cómo nace y ha evolucionado esta propuesta de negocio artesanal?

Según nos comentó Stefany durante la entrevista que le realizamos, este proyecto nació con la creación de “Emprendedoras Yaracuy”, sumando el propósito que su mamá Maryelis cerrará el ciclo como enfermera y se dedicara a lo que realmente le gusta y apasiona, tejer.

Sin embargo, comenzaron combinando la compra y venta de tejidos creados por la señora Gutiérrez con la comercialización de bisutería y maquillaje; hasta que gracias a la preparación que obtuvieron en la Fundación Empresas Polar fueron ajustando lo que querían hacer con su negocio, a través del  programa “Atrévete a emprender”.

Aunado a ello, también “empezamos a co-diseñar sombreros en conjunto con 12 mujeres artesanas de zonas rurales”, puntualizó Stefany. Pero esto no queda allí, pues Yaraqueñas ha evolucionado de tal manera que ofrece a su vez, formaciones y capacitaciones; ha ganado reconocimientos importantes como el Premio Citibank como Microempresaria Artesanal, y con ello una formación de triple impacto que las incentivó a definir sus impactos sociales y ambientales.

Más evolución y crecimiento acompañado de labor social

Luego, en el año 2020 “realizamos el camino a través de Bancolombia para certificarnos como una empresa B, de 80 puntos alcanzamos 74 y, en el año 2021 decidimos hacer partícipe a nuestros clientes del impacto social y, por cada pieza que vendemos destinamos el 5% a dictar talleres de “Herramientas para emprender“ a mujeres rurales en situación de vulnerabilidad. En todo el año capacitamos 65 mujeres. Así va el desarrollo de nuestra marca, ya tenemos seis líneas de producción: sombreros, viseras, carteras, abanicos, cestas e individuales de mesa”, agregó Mendoza.

Asimismo, esta joven emprendedora nos comentó que esto de elaborar sombreros y demás accesorios con palma real es una tradición que tiene más de 60 años en la comunidad donde residen, ubicada en el estado Yaracuy, en la que predomina el amor por tejer, crear y diseñar.

Pero, antes de continuar es importante comentarles a nuestros lectores que la palma real, material principal utilizado para las creaciones de Yaraqueñas, es una fibra natural que resulta del procesamiento de sus hojas, que a su vez, la combinan con telas ecológicas pop, cordones.

“Somos cuidadosas de la escogencia de materiales que impacten en menor grado a nuestra madre naturaleza, no utilizamos plásticos. Hemos incorporado algunos materiales reutilizados para nuestro proceso productivo, y tinturamos la palma orgánicamente para tener cuidado con el agua, por lo que utilizamos cúrcuma, onotillo, raíces, flores, semillas”, agregó Stefany.

¿Qué hace que las Yaraqueñas sean auténticas y únicas?

Además de trabajar con materiales que no atentan contra el ambiente, otra de las características que marcan la diferencia entre Yaraqueñas y otros emprendimientos de esta índole, es el amor que le impregnan a cada pieza elaborada, que cabe destacar son 100% originales.

Al respecto, Stefany adicionalmente puntualizó: “Nuestros diseños son personalizados y como el cliente lo sueñe nosotras lo diseñamos, tejemos a medida. En Yaraqueñas compras sin riesgo, garantizamos la devolución del pago o realización de otro diseño si no estás a gusto. Nosotras estamos tercamente empeñadas en sembrar arraigo por Yaracuy y Venezuela a través de manos de mujeres rurales que con amor tejen para ti”.

De hecho, sus productos son tan espectaculares, con buen acabado y por supuesto, tan hermosos que no solo han llegado a cada rincón de Venezuela, sino que han trascendido fronteras. Una de las creadoras de Yaraqueñas asegura que sus sombreros han sido una excelente opción para quienes están fuera del país, llegando de esta manera a naciones como Alemania, España, México, República Dominicana, Estados Unidos, Perú, Chile, Colombia y más.

Siendo por cierto, los sombreros los productos “estrella” de este emprendimiento, de los cuales vendieron al menos 600 piezas durante el 2021 y, sus principales compradores son mujeres entre 25 y 45 años de edad, así como empresas, modelos de triple impacto, restaurantes, posadas, hoteles y vendedores de artesanía.

No obstante, la venta de estos bellos sombreros no es lo más satisfactorio para las Yaraqueñas, pues el dictar clases a mujeres emprendedoras también lo es. “Ver los ojos de una mujer a la que le das esas herramientas para poder desarrollar sus dones y talento, darle la mano para que descubran el poder que hay dentro de ellas, es maravilloso y empoderar una mujer es construir familia, valores, es poner platos de comida en la mesa, es un niño con oportunidad…Si mamá trabaja todos tenemos”, indicó Stefany, quien no solo trabaja con su mamá Maryelis Gutiérrez, sino que además las acompaña Nelson y Anderson Mendoza miembros de este núcleo familiar más 12 artesanas y dos caballeros de “Co-creamos arte en palma”.

Retos y visión futura de Yaraqueñas

Sin lugar a dudas, emprender en Venezuela no es una tarea fácil, sin embargo, las Yaraqueñas han sabido sobrellevar cada obstáculo. “Es el día a día dentro de la realidad de nuestro país y vivir en un área rural, por ejemplo seis horas sin luz, ocho meses sin gas, no tenemos transporte público y para salir de nuestra comunidad caminamos 4km, no contamos con señal telefónica ni internet, hay que subir una loma para buscar la señal lo que significa tiempo. Pero la resiliencia, la pasión, la constancia y el amor por lo que hacemos nos movilizan a conseguir soluciones”, destacó Mendoza.

Como bien lo hizo saber Stefany estas vicisitudes no las detienen, al contrario las utilizan como impulso para seguir con este emprendimiento, cuya visión está direccionada en convertirse en la primera empresa de empoderamiento de mujeres rurales en Venezuela. Meta de la que estamos seguros lograrán por tanto ahínco que le ponen a su negocio.

Stefany Mendoza, mujer emprendedora y honesta

Esos fueron algunos de los adjetivos que utilizó una de las principales creadoras de Yaraqueñas, Stefany Mendoza para definirse a sí misma, acompañados a su vez, por la frase “enamorada de Yaracuy y sus paisajes y su gente”, quien añadió sentirse comprometida de aportar por la construcción de una mejor Venezuela.

Y no solo de Venezuela, sino del mundo, pues nos confesó que “me levanto todos los días con el propósito de empoderar mujeres rurales para que a través de hacer lo que aman transformen sus vidas, entornos y juntas al mundo”.

Para finalizar esta amena entrevista no podíamos dejar de pedirle un mensaje para todos esos jóvenes que quieren emprender en Venezuela, específicamente en la elaboración de este tipo de accesorios, a lo que aseveró: “Este mensaje es para personas de cualquier edad. Mi mamá empezó está empresa a los 45 años, para emprender no hay edad, tienes que descubrir tu ikigai, tu razón de vivir y responder… ¿Cuál es mi propósito? ¿A qué vine a este mundo? Y luego que lo tengas si lo unes a tu diario hacer, personalmente sentimos que fluyes en tu elemento que descubres tu flow.  Ese es mi consejo”.

Sin duda, una gran calidad humana y sencillez es lo que se respira dentro de Yaraqueñas, un emprendimiento que enamora y nos llena de admiración al ver el potencial, todo lo que somos capaces de hacer con nuestras manos si nos lo proponemos. No pueden dejar de visitar las Redes Sociales de este fabuloso proyecto para que aprecien sus hermosos trabajos. Instagram: @yaraquenas y Facebook: Yaraqueñas Bellas. 

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