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Marí Jimenez en el Taller Casa Quemada

“Enseñar es para mi, mi todo. Cada curso, cada clase, cada alumno que llega a mi y se transforma en un artista,  desde el más pequeño al más adulto, es mi motor y forma parte de mis ingresos para subsistir y ser. Es realmente satisfactorio vivir de lo que me gusta hacer.”

Marí Jiménez es artista gráfico e ilustradora, especializándose con estudios universitarios en Venezuela y Argentina. Lleva más de 10 años dedicándose a la pedagogía dentro del diseño y la ilustración. Es parte del espacio cultural Taller Casa Quemada en Bogotá, Colombia. En este espacio lleva 3 años, trabaja de forma independiente en la creación de ilustración de autor para el campo editorial y dicta talleres de pintura, dibujo inicial y técnicas básicas de ilustración para niños y adultos. También comenzó a trabajar desde el 2020 con talleres virtuales y clases de apoyo de diseño integral aplicando las teorías de educación Montessori para alumnos en etapa de formación técnica. Es quien gestiona el área cultural en el Barrio de Teusaquillo de  Bogotá con el colectivo de profesionales y artistas que hacen vida dentro de los espacios del Taller Casa Quemada.

Mari Jimenez
Marí Jimenez es una artista, ilustradora y pedagoga residenciada en Bogotá trabajando en el Taller Casa Quemada.

"Miro hacia atrás y me siento muy orgullosa de toda la transformación que he tenido como artista"

Marí Jiménez es una orgullosa Guaireña. Nació en Maiquetía, vivió toda su infancia y adolescencia en Catia La Mar. En la actualidad se encuentra en Bogotá, una ciudad que la atrapó desde hace 4 años. Desde muy joven estuvo muy interesada por el dibujo y las manualidades. Llegó a descubrir que el arte era algo a lo que quería dedicarse cuando estaba estudiando derecho, se dijo “no mija, tu no eres buena pa’ esto”. Así que estudió ilustración en Caracas y viajó a Buenos Aires para especializarse en Ilustración infantil y pedagógica. Esto la llevó a descubrir una nueva pasión: enseñar. De hecho, mientras era monitora en las carreras de ilustración y diseño en las materias de técnicas de ilustración y dibujo para alumnos de los primeros semestres, fue donde se despertó su pasión por la enseñanza.

En Caracas pudo instruir a nivel universitario en las materias ilustración infantil, fantástica, boceto y técnicas de ilustración. Esto la llevó a crear un espacio en La Guaira donde enseñaba iniciación del dibujo y la pintura dirigido a niños y niñas con dificultades pedagógicas. En este lugar incentivaba a la creación, la exploración del imaginario y el reconocimiento de ellos mismos como pequeños artistas y conocedores de técnicas y dibujos en un nivel inicial. El resultado fue encaminar alrededor de 100 alumnos. Se desenvolvió como ilustradora de autor para el campo editorial y la exploración dentro del campo de las artes, con esto ha participado en diferentes exposiciones desde el año 2011, donde ha recibido conocimiento en el área de técnicas manuales para la ilustración. Así como ha dirigido y curado diferentes exposiciones de arte.

En vida presente, Marí Jiménez se dedica a «la gestión cultural y el ofrecer espacios a los que no tienen espacio», esto es lo que realiza dentro del Taller Casa Quemada. Lo hace porque se siente identificada por ser migrante y sigue esa necesidad de pertenecer y encontrar un lugar. Marí Jiménez es parte del equipo de Gestión Cultural y Comunicacional del Taller Casa Quemada, donde ha organizado exposiciones de arte, recaudación de donativos para necesitados, ferias culturales y artísticas que se celebran dentro de los espacios del taller desde Julio 2021, cada quince días. Se reúnen emprendedores y cultores locales para promover de forma colectiva el consumo local de arte y de alimentos, estimulando una economía sostenible dentro las nuevas normalidades. Por otra parte, recientemente fue la ganadora de la Beca Corredores Artísticos para la reactivación 2021, otorgada por el programa distrital de estímulos de IDARTES. Esto le permitirá ejecutar su programa de talleres sobre la exploración del imaginario, la palabra escrita y la ilustración, dentro del marco de formación artística y cultural.

Para Marí Jimenez trabajar para el arte y la cultura es un sube y baja de estabilidades, sacrificios y aprendizajes. Sin embargo, se siente orgullosa de toda la transformación que ha tenido como artista, profesora, humana, más todas las capacidades y habilidades que le ha otorgado el arte; así como esos espacios que ha creado y en los que ha desempeñado su labor. Es un ciclo de enseñar mientras aprende. «Hace unos días encontré una foto de mi primera exposición en el 2011, en Caracas, y ver esa metamorfosis de mi misma, es un reflejo de constancia y nunca rendirme. En verdad, todo ha valido la pena.»

Marí Jimenez experimenta con distintas técnicas sobre papel

Irónicamente, mientras ama enseñar y permitir a otros conseguir su estilo, ella misma ha tenido conflictos en conseguir su propio estilo. Se ha sentido muy feliz con la pedagogía y es una área en la que se sigue centrando. No obstante, cuando se trata de sus propias obras, siempre busca rescatar el uso de las técnicas manuales o análogas, como es experimentar con diferentes técnicas sobre el papel en la ilustración. Esto es primordialmente con las acuarelas y los acrílicos e interviniendo las mismas técnicas con  otras, fusionándose entre sí y creando mixturas tipológicas. «Deconstruyendo así lo aprendido en la academia.»

También se le suma su nueva experimentación: llevar el arte a otros formatos más allá del papel. Marí Jiménez convierte sus ilustraciones en productos, como ropa y accesorios. Ha experimentado otros oficios y el trabajo colectivo elaborando obras únicas y en serie, en cerámica y serigrafía. Esto para lograr que el trabajo sea más visto y consumido.

Dedicarse al arte en el extranjero ha sido una gran labor, a la que Marí Jimenez sigue esforzándose cada día. Desde que llegó fue invitada a participar en una exposición y desde ese momento ha trabajado para que su estilo e ilustración se transforme en arte, sea reconocido y visto. «Encontrar un lugar, un espacio y un grupo de personas que me hacen sentir que pertenezco y que mi trabajo es valioso y respetado, me llena de mucha satisfacción personal.» Mientras el tener la oportunidad de conducir proyectos para que los demás tengan un espacio para expresar o mostrar su arte, no solo la hace mejor profesional con cada proyecto, si no que la vuelve más humana y es lo que realmente le llena.

Obra de Marí Jimenez

Marí: Guerrera, trabajadora, cuidadora y amorosa

Marí Jimenez se define como una mujer mestiza, artista latina y emigrante. Defensora de lo justo y de la verdad. Vive con lo necesario y aprovecha cada instante, en constante deconstrucción y construcción de lo adquirido, vivido y aprendido. Transformadora de ideas y creadora de espacios para generar creatividad y arte. Se siente definida por la frase “Al fin y al cabo, el amor es lo que nos salvará”. La arepa de dominó es su plato venezolano favorito, dado que la arepa rellena de caraotas y queso le hace viajar mentalmente a la casa de su abuelita. El lugar que lleva en su corazón es la costa Guaireña y todos sus pueblos. Decisión que toma de la experiencia porque tuvo la oportunidad de poder visitar todo el país. Sueña con tener una casita en Chuspa y sentarse a ver el amanecer todas las mañanas con su café con leche.

Para quienes deseen dedicarse al arte, Marí les recomienda «Prepararse, educar los sentidos y abrir la mente”. Si deseas conocer más de Marí Jiménez o adquirir alguna asesoría, su Instagram está disponible.

Marí Jimenez
Marí Jimenez, "Prepararse, educar los sentidos y abrir la mente”.

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