En Venezuela nos caracterizamos por ser muy devotos a diversas figuras religiosas, tal es el caso de la Divina Pastora, patrona del estado Lara. Por lo que en Venezolanos Ilustres quisimos dar a conocer este ejemplo de religiosidad y de fe. Conozcamos juntos la historia de esta mística tradición.
Cada 14 de enero se realiza en nuestro país la Procesión de la Divina Pastora, veneración que data del año 1856 cuando los feligreses decidieron sacar la figura de la Divina Pastora para que intercediera ante la epidemia de cólera que se vivió en nuestro país en 1855. No obstante, es en 1956 que el Papa Pío XII autorizó la Coronación Canónica de esta Virgen.
Desde entonces, esta caminata es considerada una de las más grandes del mundo, pues los participantes hacen un recorrido de aproximadamente 7.5 kilómetros, partiendo de la población de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto, que aún se mantiene vigente.
Es importante destacar, que esta peregrinación es una de las más simbólicas de estas tierras venezolanas y que se asemeja a la que se lleva a cabo en México y Portugal en veneración a la Virgen de Guadalupe y de Fátima, respectivamente.
De hecho, es tan especial esta advocación hacia la Divina Pastora que su traje es uno de los más lujosos y, a su vez, cuenta con monumento que se inauguró en el año 2016. Siendo una estructura mariana de 60 metros, lo que la convierte en la más grande del mundo.
Asimismo, otro de los datos curiosos de esta hermosa historia envuelta de fe cristiana y lo que sin lugar a dudas hizo que esta devoción a la Virgen creciera, fue el hecho que la capilla de la Iglesia de Santa Rosa se mantuviera intacta durante el terremoto del año 1812.
En esta Capilla reposaba la imagen de La Divina Pastora, siendo el punto de partida para que los habitantes del pueblo de Santa Rosa aumentaran su fe, pues aseguraban que era un acontecimiento prodigioso del poder de Dios y la mediación de la Virgen.
Una tradición cristiana con sello venezolano, que es sinónimo de esperanza, de fervor; pero, sobre todo, que nos llena el corazón de fe hacia lo que no es tangible, dejándonos apreciar la magia que envuelve la Divina Pastora, sus milagros y la dicha que en Venezuela mantengamos siempre esa fuerza hacia lo que sentimos, a pesar de las vicisitudes que podamos estar padeciendo.
La peregrinación de la Divina Pastora no es más que una hermosa costumbre en la que cada año se dan citas feligreses no sólo de Barquisimeto, sino de diversos lugares de Venezuela, demostrando una vez más que nada nos detiene y menos si se trata de una renovación de nuestras creencias religiosas, que nos llenan de paz y regocijo el alma.
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