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Héctor Molina, un cuatrista sin fronteras

Héctor Molina

En esta edición de abril, les traemos unas entrevistas de lujo, entre ellas la del cuatrista venezolano, Héctor Molina, quien nos comentó sobre lo que ha sido su trayectoria musical, sin dejar de lado ese lado humano que lo caracteriza.

Para comenzar, Héctor Molina nos compartió que se define como un músico apasionado que va más allá de un solo género. Aunque se le relaciona con la música tradicional venezolana por su dominio del cuatro, su espíritu inquieto lo lleva a explorar diversos estilos y artistas musicales.

Nacido en Mérida y residente en Miami desde hace algunos años, Héctor siente un gran amor por su ciudad natal, donde vive gran parte de su familia, pero considera que su trayectoria lo ha convertido en un ciudadano del mundo.

Asimismo, nos confesó que su pasión por la música lo impulsa a seguir soñando y trabajando. A pesar de la complejidad de su profesión, esto no lo intimida, al contrario, lo motiva a perseguir sus metas y proyectos. Además, su deseo de compartir su talento y contribuir a la sociedad a través de la música lo mantiene en constante movimiento.

Aunado a ello, también nos compartió que la frase «Hazme un instrumento de tu paz» de San Francisco de Asís resume su filosofía como músico. Cree que la música tiene el poder de unir a las personas, brindar consuelo y generar emociones positivas.

La trayectoria musical de Héctor Molina

La trayectoria musical de Héctor abarca 30 años. Ha destacado como cuatrista en proyectos como C4 Trío y Los Sinvergüenzas, pero también se ha desarrollado como guitarrista, compositor, productor y educador. Su versatilidad y apertura a diferentes estilos lo convierten en un artista integral.

“Trato de estar involucrado en diferentes ámbitos de la música, con diferentes estilos y visiones. Trato de no limitarme a un solo estilo y visión musical, pues me parece que la música es un mundo tan amplio que quedarse con una sola visión es un verdadero desperdicio”, enfatizó Molina.

Su pasión por el cuatro nació en su infancia, influenciado por su familia y su participación en Los Niños Cantores de Mérida. Desde entonces, se enamoró del instrumento y de la música tradicional venezolana. El cuatro lo ha llevado a recorrer 18 países, compartir escenario con grandes artistas y presentarse en importantes salas de conciertos.

“El cuatro me ha llevado a sitios insólitos, 18 países, infinidad de salas de conciertos, grandes, pequeñas, con orquestas sinfónicas, con grupos o solista. Ha sido un camino fascinante del que me siento muy afortunado”, expresó este músico extraordinario.

La lección más importante que le ha dejado este recorrido, Héctor mencionó que ha sido el respeto. “En los proyectos musicales se convive con muchas personas, desde tus compañeros de proyectos, otros músicos, pasando por managers, productores, ingenieros de sonido, etc. En casi todo momento hay negociaciones, desde las ideas musicales hasta las formas de llevar adelante una producción”, explicó.

“Por eso es muy importante respetar las ideas del otro y ser tolerante a la hora de ‘negociar’. Si te enfrascas en lo que tu piensas y no eres capaz de respetar las ideas del otro, empiezan los conflictos”, enfatizó.

Presentaciones memorables para Héctor Molina 

Para nuestro entrevistado, una de las presentaciones más memorables que ha tenido es la que tuvo en el Parc Olympique de Montréal; en la que estuvo acompañando al trompetista Pacho Flores, bajo la dirección de Rafael Payare. Fue una puesta en escena que conmovió a 30 mil personas con su solo de cuatro en el Concierto Venezolano para Trompeta.

Héctor Molina

“Para mí ha sido la primera vez que he tocado ante tanta cantidad de gente. Tocamos el Concerto Venezolano para Trompeta de Paquito D’ Rivera que en su cadenza tiene un solo de Pajarillo. Ahí tuve la oportunidad de hacer un solo de cuatro que causó mucho revuelo en el público y sentir el rugido de una masa tan grande de gente fue algo muy emocionante”, expresó Molina.

Asimismo, aseguró que otras gratas experiencias han sido sus proyectos con C4 Trío, Nexus Duo, Los Sinvergüenzas y HEMProject; pues cada uno tiene un sonido y un público propio, lo que enriquece, por supuesto, su vida musical. Aunque coordinar agendas puede ser un reto, confesó que lo disfruta y lo considera parte del arte de ser músico.

Hablando de sus “hijos”, Héctor Molina nos describió un poco cada uno de ellos, comenzando con C4 Trío. Un proyecto innovador que fusiona el sonido de tres cuatros y un bajo. Han explorado diversos géneros musicales y han logrado un sonido único que los ha llevado a presentarse en importantes escenarios internacionales.

Por su parte, Nexus Duo «es un proyecto que tengo con mi esposa Yaritzy Cabrera, quien toca la flauta y yo el cuatro y la guitarra». Su repertorio incluye música original y arreglos de piezas clásicas.

Mientras que Los Sinvergüenzas, es un ensamble de música tradicional venezolana conformado por flauta, cuatro, guitarra y contrabajo.

Finalmente, HEMPProject está más enfocado a educar. Busca promover la música venezolana en el mundo; a través de talleres, clases magistrales y conciertos. Desde este proyecto Héctor Molina comparte su conocimiento y pasión por la música con las nuevas generaciones; convirtiéndolo así en un artista multifacético que no se limita a un solo género musical. Su talento, pasión y compromiso lo convierten en un referente de la música venezolana en el mundo

Planes a futuro para Héctor

Héctor Molina tiene varios proyectos a futuro, que mencionaremos a continuación: 

  • C4 Trío está ya en la etapa de post-producción del álbum que grabó con el gran mandolinista brasileño Hamilton de Holanda. 

“Este es un álbum que nos tiene muy emocionados porque estamos trabajando con uno de los músicos que más admiramos en el mundo. Es un gran paso en nuestra carrera”, indicó Molina. 

  • Con Nexus Duo está trabajando en la grabación del primer álbum con el que lleva un 50% de avance.
  • Ha sido invitado por Wind Ensemble de Dartmouth University, para tocar el estreno de la versión para banda de vientos de la Fuga con Pajarillo del maestro Aldemaro Romero en la ciudad de Hanover (New Hampshire).

“Es un momento muy especial e importante para la música venezolana en USA y presentaremos esta versión en la ciudad de Ithaca (NY), en la Cornell University”, expresó el músico venezolano.

Héctor Molina

  • En el mes de marzo estuvo como invitado de la Sinfónica de Montreal para participar en la obra infantil “Tío Tigre y Tío Conejo”. Un montaje sinfónico, con danza y actuación donde tuvo una participación como cuatrista.

“Estoy trabajando también arduamente en una obra de gran envergadura para el cuatro venezolano de la que tendrán noticias pronto”, enfatizó Héctor.

Desafíos, experiencias y anécdotas de un músico apasionado

Héctor Molina reconoce que vivir de la música es complejo. Los altibajos económicos y la transformación de la industria musical son algunos de los desafíos que enfrenta. Sin embargo, su pasión por la música lo impulsa a seguir adelante.

“Vivir de la música, como músico profesional, es algo bastante complejo. Esta profesión no es lineal. Constantemente debes lidiar con altos y bajos. Eso requiere de mucha fortaleza para afrontar los desafíos que eso implica, especialmente desde el punto de vista económico. Los músicos poco hablan de eso. Pienso que a veces estamos mostrando una fantasía al público. La industria musical vive un momento muy difícil. La desaparición del disco, como negocio, ha sido un duro golpe para los artistas independientes”, aseguró el merideño.

Héctor Molina

En cuanto a la experiencia que marcó su vida, fue conocer a Jorge Glem. Considera a Glem como un modelo a seguir y un gran amigo. Su relación profesional y personal ha sido una fuente de aprendizaje y crecimiento para el cuatrista venezolano.

Pero además de Glem, Héctor tiene otro modelo a seguir. Se trata de Michael League, músico norteamericano. Molina lo admira no solo por su talento musical, sino por su capacidad como productor y gestor cultural, así como su éxito para construir un público a partir de la buena música.

“Es una de esas personas que ha logrado visibilizar proyectos musicales increíbles sin hacer concesiones a las tendencias de moda o el marketing. El público que ha logrado construir Michael, a partir de buena música, es una joya”, añadió el cuatrista.

Molina también compartió una anécdota divertida sobre un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York. Un terrible tráfico los llevó a él y a Eddy Marcano a correr por las calles de la ciudad para llegar a tiempo. Aunque fue una experiencia estresante en el momento, ahora la recuerda con humor.

“Se iba haciendo la hora del concierto y ya estando a unas cuadras del Carnegie Hall y en medio de mucho estrés decidimos bajarnos del taxi y correr. Se pueden imaginar, vestidos elegantemente y corriendo por las calles de NY para poder llegar a tiempo para el concierto. Afortunadamente llegamos a tiempo aunque agitados y sudados”, recordó Molina. 

Claves del éxito, recomendaciones y mucho más

Sin duda alguna, el éxito de Héctor Molina no lo ha alcanzado de la noche a la mañana, por lo que considera que la perseverancia ha sido clave para ello.

“Creo que una de las claves ha sido la perseverancia. Estar siempre con proyectos en mente y tratando de llevarlos a cabo. Siempre he procurado ejecutar las ideas que se me ocurren, creo que ahí ha estado una de las claves”, indicó Héctor.

Héctor Molina

Cuando se le preguntó sobre su plato favorito y el lugar de Venezuela que lleva en el corazón, respondió: “Hay muchos, pero creo que uno es el pastelito andino. Aunque no es sencillo de conseguir y no en todos lados lo hacen como debe ser. También soy un amante de todo lo que tiene que ver con la cultura panadera de los Andes. El pan que se hace en los Andes venezolanos es magnífico. Por supuesto que el lugar de Venezuela que llevo en mi corazón es Mérida”.

Para finalizar esta amena entrevista, Molina aconseja a los jóvenes venezolanos que sean perseverantes, fundamental para alcanzar metas en un país con tantos obstáculos.

“Si perseveras en lo que haces y crees, podrás conseguir tus metas. Un país que a veces presenta muchos obstáculos requiere aún más cuotas de perseverancia”, aseveró Héctor.

Indiscutiblemente, Héctor Molina es un verdadero ejemplo de talento, pasión y, por supuesto, perseverancia. Su trayectoria llena de inspiración nos anima a seguir trabajando por nuestras metas. Además, es un modelo a seguir para esa nueva generación de músicos venezolanos debido a su tenacidad y creatividad.

Por eso y más te invitamos a seguir de cerca cada uno de sus pasos y logros en el mundo musical, a través de su página web www.hectorcuatrista.com y en todas las redes sociales como @hectorcuatrista.

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