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Randall Sevilla: emprendedor gastronómico de primer nivel

Randall Sevilla: emprendedor gastronómico de primer nivel

La vida de Randall Sevilla está sujeta al mundo gastronómico desde hace años, empezando por su afición por las arepas hasta llegar al arte de preparar deliciosos profiteroles. Se caracteriza por amar los fascinantes paisajes que tiene Venezuela y por contribuir positivamente con sus allegados mediante sus acciones. 

 

Randall Sevilla

Orgulloso de ser maracayero 

         Nuestra entrevista en Venezolanos Ilustres contó con un maracayero radicado en la ciudad de Caracas desde hace años, pero sus raíces aragüeñas siguen muy presentes en la actualidad. “Yo nací un 15 de diciembre de 1990 en Maracay estado Aragua, aunque desde hace tiempo vivo en Caracas”. Randall también nos cuenta que su infancia transcurrió en La Victoria y posteriormente, su formación académica la realizó en el Hotel Escuela en Mérida.

La calidad del venezolano

         Al conversar sobre Venezuela y qué es lo que más le maravilla nos comenta “sus aromas, sus sabores, la gente y sus brazos abiertos, aunque para ser sincero, sufro de simpatía selectiva”. Señala que la influencia de la cultura y la historia son pilares fundamentales para resaltar la calidad del venezolano.

“Esta eterna bipolaridad de ser, hacer, conocer, estar, convivir y tener que habitar en cada uno de nosotros los venezolanos, a mí me maravilla esa multipaciencia”.

La nostalgia por la arepa de su abuela

         En materia gastronómica indica que le encanta un gran número de platos, pero es un empedernido de comer arepa desde pequeño. “Recuerdo que mi abuela con la masita blanca que quedaba en el plato al casi terminar de comer, le ponía un poco más de mantequilla Maracay o margarina Mavesa y queso blanco rallado y nos hacía (a mi hermano gemelo y a mí) unos piloncitos que para mí eran la máxima expresión de su amor y cariño”. En cuanto a su sitio predilecto del país está la Maracay de su memoria, pero sostiene que ya no es la misma desde hace años. “Me encanta mi Caracas y mi Mérida, sí las mías, porque cada quien vive una versión distinta de la misma ciudad y las mías siempre son lo bonito de las urbes”. Le fascina lo elegante pero sin ánimos de nuevoriquismo, además siente una gran admiración por lugares espléndidos del territorio nacional.

“Me llenan el alma el cerro El Ávila, el Pico Bolívar y el Parque Nacional Henri Pittier, son lugares mágicos de nuestra geografía, que merecen desarrollar mucho más su potencial turístico”.

Un amigo incondicional

         Definir a Randall Sevilla es hablar de un hombre experimentado de las segundas oportunidades, puesto que ha tenido procesos muy complejos para conseguir las cosas en las primeras de cambio. “Soy un joven pastelero y empresario con la necesidad de hacer bien las cosas”. Aquellas personas que conocen su entorno pueden dar fe que es un amigo incondicional.

“Soy un niño y un viejo en este cuerpo de joven adulto”.

La catástrofe del apagón

         La vida profesional ha estado marcado por fuertes obstáculos que han repercutido sobre su trabajo cotidiano. Sus recuerdos se trasladan al apagón de principios del 2019, nos indica que fue complicado enfrentar el proceso posapagón. “Todo el mundo canceló sus pedidos y la producción sencillamente se detuvo, nos dimos cuenta, estupefactos, que no habíamos prevenido esa situación y el abordar el obstáculo como oportunidad de mejora comenzó por identificar nuestras fallas”. Confiesa que él y su empresa tuvieron que hacer correctivos y reinventarse por completo, tanto el planning, las estrategias, las tácticas de venta y diseño de los productos fueron los aspectos que más se modificaron tras el evento inesperado. “Cuando uno tiene una empresa pierde la pena y sabe, con elocuencia, pedir favores a quien puede concederlos, es importante ser humildes, la mansedumbre y las situaciones o circunstancias menos favorables nos enseñan el justo valor de cada cosa y a no dar nada por sentado. Se aprende a valorar como un tesoro el buen consejo y al buen amigo, a quien se queda y a quien se va”. Con el pasar del tiempo su compañía pudo volver a recuperarse y asimilar la lección aprendida, es por esto que toda Caracas disfruta de los dulces, postres, tortas que identifican al negocio. El superar satisfactoriamente las barreras y poder tener vivo el espíritu del emprendimiento, es algo que solo puede ser experimentado por valientes.

“Antonio, mi hermano, dice que emprender no es para débiles, sino para aquellos que saben hacerse fuertes en el camino. También es importante rodearse de las gente adecuada y hacer equipo, Ronald Veleiro, mi sous chef, amigo y mano derecha es prueba de ello”.

Su mayor prestigio: “El Dulce”

Para Randall la existencia de su empresa “El Dulce” es un hecho que lo hace sentir pletórico; también siente con un gran orgullo que tiene la capacidad de transmitir conocimientos y generar cambios positivos en la vida de muchas personas a su alrededor. Cuando fui entrevistado por la periodista Simran Sethi para el Washington Post no lo podía creer, ese artículo cambió mi vida. En Caracas y en el país hay tantos otros pasteleros que tienes que diferenciarte, tienes que competir, y que de entre todos ellos, incluso con mucha más trayectoria que yo me seleccionarán a mí fue en extremo halagador”.

Una boda que cambiaría su destino

La historia para constituir su casa de pastelería denominada “El Dulce” fue sumamente interesante. “Estando en Mérida, Víctor Mora, un gran  amigo de la carrera me pidió que le hiciera los postres de la boda a su prima hermana pues por algún contratiempo, ella y su prometido inglés se habían quedado sin banquete dulce para la celebración”. Durante su formación en el Hotel Escuela pudo aprender el arte de los postres, y por esta razón, su amigo Víctor lo convenció para que realizara la mesa de dulces. “Acto seguido llamé a Antonio y le consulté si lo hacíamos o no, de inmediato él se fue a Mérida con varios implementos, y entre compañeros de clase sacamos adelante y sin dormir la mesa de más de mil dulcitos y un budín inglés”. Dicho evento trajo consigo el inicio del proyecto “El Dulce, Casa De Pastelería”, que pudo concretarse un 28 de marzo como compañía.

“Decanté mi necesidad de crear algo con mis manos con los postres. La pastelería y la repostería me ofrecieron esa oportunidad y aunque nunca fue obvio, finalmente estoy aquí”.

Ubicación

Profundizando sobre su negocio “El Dulce”, nos cuenta que se encuentra ubicada en el Este de Caracas. Posee una gama de redes sociales que permiten ser el intermediario entre los clientes y la empresa. Estas son: @eldulceve en instagram o infoeldulce@gmail.com.

Su afición por los profiteroles

Como buen personaje que lleva el arte gastronómico en las venas, Sevilla es un fanático de la preparación de profiteroles. “Me fascinan los profiteroles bañados en ganache de chocolate oscuro y rellenos de crema pastelera de sarrapia”.

La importancia de planificar

El emprendedor debe tener en su ADN habilidades que lo hagan representar y trascender en una determinada pasión, para el empresario culinario es fundamental contar con confianza, saber qué se quiere y no dejarse influenciar demasiado por las tendencias del mercado. “Debe saber planificar, quien no planifica su futuro, planifica su fracaso”. Es importante estudiar y evaluar el contexto que rodea al emprendimiento, donde la elocuencia y la práctica de buenos modales conducen al éxito inminente. “Todo emprendedor debe ser salvaje e incorregiblemente persistente”. Puntualiza que su camino al mundo empresarial no fue fácil.

“Nada que sea bueno es gratis”.

Grandes proyecciones a futuro

         Las expectativas de Randall Sevilla dentro de 5 años son atrapantes y ambiciosas, tanto en aspectos de su equipo de trabajo, comercialización y labor docente. “Me veo dirigiendo un equipo multidisciplinario de más de 50 colaboradores, en una icónica pastelería con local propio, y varios flagship stores alrededor del país”. Su mirada apunta al exterior, donde sus productos puedan ser exaltados a nivel internacional y se generen las condiciones para establecer una pequeña empresa líder del mercado. Por último, tiene el deseo de impartir sus conocimientos en el plano local.

Ofreciendo y dando conferencias y master class de alto perfil académico, siendo el mejor pastelero del país”.

Randall Sevila by Daniela Ponce

 

Randall Sevilla

Sus consejos a los jóvenes emprendedores

         Para finalizar esta nutritiva entrevista nos comenta los pasos y consejos que deben seguir los jóvenes en su deseo de insertarse en el camino del emprendimiento. “Emprender no es para débiles sino para quienes saben hacerse fuertes en el camino, es muy fácil desvanecer y abandonar una idea a medio camino, el mérito está en continuar”. Es imprescindible que los nuevos emprendedores planifiquen enteramente su mercado, tener la capacidad de implantar su propio producto que los caracterice, y ser personas con amplio sentido de la cordialidad y respeto.

         La carrera de Randall Sevilla por lograr hacer realidad sus sueños es apasionante, el arte gastronómico que pudo aprender durante su estancia en Mérida le valió para que su futuro como emprendedor fuera exitoso. Los próximos años vislumbran una consolidación de su empresa “El Dulce” en el mercado nacional y con inmensa proyección en el entorno internacional.         “El mundo de los negocios es para quienes tienen olfato, sepan hacer y construir verdaderos equipos”.

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