Nuestra Señora de Coromoto es una de las advocaciones de la Virgen María a la que más se venera en nuestro país, es por eso que el año 1942 marcó un hito histórico y religioso con la declaración y proclamación de la Virgen de Coromoto como Patrona Oficial de la Nación.
Este hecho ocurrió específicamente el 1 de mayo de 1942, cuando los Obispos Venezolanos, en unanimidad, decretaron y proclamaron oficialmente esta fecha, dado que ella ha sido la única aparición de María Santísima en el país.
El Hermano Nectario María fue uno de los impulsores de la devoción a esta advocación mariana, propia de nuestras tierras venezolanas.
De hecho, fue él uno de los primeros en animar en los corazones, el amor por la Virgen que recibe su nombre del Cacique Coromoto a quien se le apareció junto a su familia dejándoles una reliquia con su imagen.
Pero, este importante acontecimiento tuvo su antecedente en 1928, cuando en el Congreso Mariano Nacional en Coro, se pidió la declaración del patronazgo nacional de Nuestra Señora de Coromoto, misma que fue apoyada por el Obispo Enrique María Dubuc, IV Obispo de la entonces Diócesis de Barquisimeto.
Sin embargo, se decidió que no era el momento propicio y pidió continuar cultivando en los venezolanos, la devoción a esta advocación mariana.
Virgen de Coromoto: Orgullo de nuestro pueblo
Una mujer “de extraordinaria belleza”, apareció ante el Cacique Coromoto, de la tribu de los Cospes, junto a su mujer. A ellos, les pidió, hablando en su idioma, bautizarse: “Vayan a casa de los blancos y pídanles que les eche el agua en la cabeza para así poder ir al cielo”.
Tiempo después, el 8 de septiembre de 1652, se apareció nuevamente al Cacique que se encontraba en su choza con su familia. Mientras el resto de la tribu se había bautizado, Coromoto había rechazado hacerlo.
Temeroso ante la aparición de “la bella Señora”, reluciente como rayos de sol, se abalanzó contra ella para atacarla. Pero ella desapareció y en la mano del cacique, quedó una pequeña reliquia con su imagen, misma que hoy se venera por todos los venezolanos, celebrando su festividad cada año, el 11 de septiembre.
Sin duda, su proclamación como Patrona de Venezuela refuerza nuestra fe y amor a la madre de Jesús, fortaleciendo nuestra devoción y cultura.
Es por ello, que además es se le considera como un símbolo de unidad y esperanza para el pueblo venezolano. Su imagen se muestra a menudo en hogares, negocios y espacios públicos, y se la invoca para protección, orientación y bendiciones.
La devoción a Nuestra Señora de Coromoto es particularmente fuerte en tiempos difíciles y es vista como una fuente de consuelo y fortaleza para nuestro país.
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